“Exitoso debate…”

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Uno de ellos, creo que GusG dijo, “Ya que estamos aquí ¿Por qué no nos las cogemos con una doble penetración?”. Inmediatamente, todas nos volteamos a ver. Sonaba como una idea descabellada. En especial para mí, que ni siquiera aceptaba sexo anal.
Se formó una ligera pausa. Todo mundo necesitó de algunos instantes para digerir esa idea para luego reaccionar. Es decir, según recuerdo, Ross ya tenía experiencias de dobles penetraciones con ellos, quizá Perla también, pero… Sobraba yo, y en caso de que me incluyeran en sus planes, yo los desbarataría puesto que no aceptaría.
Todo lo anterior lo pensé, o lo pensamos, en fracciones de segundo. La pausa se rompió cuando alguien dijo: “Aquí las chingonas para la doble penetración son Ross y Perla”. Yo estuve a punto de decirles que sobraba ahí y que si querían me podía ir, cuando alguien más, quizá ÁngelU dijo, “¡Ya sé! Primero hacemos una pira con Tina Marie y luego hacemos las dobles penetraciones con Perla y Ross”. No me había quedado muy claro. Siendo hombres maduros sería muy difícil que hicieran una pira conmigo para después atender a mis amigas. Evidentemente, no fui la única con esa confusión y así se lo externaron a ÁngelU. Éste les explicó, que conmigo no sería hasta alcanzar la eyaculación, sino que simplemente me penetrarían.
Luego, otro de los varones enriqueció la idea: “Primero nos las agasajamos a todas, las dejamos bien mamadas, y luego que Tina Marie se ponga, mientras Ross y Perla le maman la verga a uno de nosotros para que se coja a Tina Marie, pero nomás un ratito, luego, ellas se la maman a otro y que se la coja, y así los cuatro, para luego dos de nosotros meterle la verga a Perla y otros dos a Ross…”
Muy ingenioso… Muy creativo, pensé. Volteé a ver de reojo para ver a las chicas, y vi con sus sonrisas que la idea no sólo no les molestaba sino que les agradaba bastante. Los que sí se veían entusiasmados, obviamente, eran ellos. Quizá ellas igual pero trataban de reprimir sus impulsos…
Durante un lapso ya no se dijo más. Había sido un acuerdo implícito entre siete personas de ambos sexos para tener una jornada sexual bastante especial. El silencio se debió a que cada hombre comenzó a besar en la boca a la mujer que tenía abrazada. Yo me encontraba en ese momento entre ÁngelU y GusG, así que cuando volteaba a mi izquierda, el primero me besaba fragorosamente, luego hacía una pausa para respirar, volteaba al lado opuesto para ser recibida por la boca de GusG, mientras las manos de ambos, buscaban furtivamente mi entrepierna…




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