Un trío mas que satisfactorio...

Me levanté y pude ver que lo había embarrado de las rodillas a las ingle, me volteé dándole la espalda al que estaba de pie, me hinqué encima del sentado y vi al que estaba de pie con una mirada pícara que no entendió así que estiré mi mano hasta su verga que ya se sentía dura, larga y gruesa y me la puse en mi vagina, fue una sorpresa que no se esperaban ni remotamente, cuando pidieron a una mujer para un trío no tenían en mente un servicio de esta naturaleza, las chicas que habían estado con ellos los abandonaban cuando hacían la petición, si alguna hubiera aceptado difícilmente hubiera tenido mi creatividad, por eso no sólo estaban excitados, sino enervados y aturdidos.

Para facilitar la manipulación de ambos puse mis brazos en el respaldo del sofá, él lo vio y a pesar de su la debilidad se reclinó quedando bajo de mis senos y levanté las nalgas para que el de atrás quien contemplaba mi trasero y me penetró con facilidad por mi abundante lubricación de mi vagina, mientras que el de abajo se prendía con fuerza de mis pezones mamamdolos como si extrajera leche de ellos, el de atrás comenzó a meter y sacar su verga con fuerza, con cada empujón topaba haciéndome hacia delante, como el de abajo tenía mis tetas sentía dolor así que mejor reculaba para encontrar la verga del de atrás que topaba salvajemente en el fondo de mi vagina. Todo se convirtió en un círculo virtuoso para ellos y para mi trabajo profesional pero a la vez era un círculo vicioso para mi ya que estaba en sus manos, de alguna manera de eso se trataba un tríos de dos hombres con una mujer y lo estábamos llevando a cabo de acuerdo a mi lógica. Mi sensación aumentó cuando el de abajo froto con fuerza mis labios menores y mi clítoris, a pesar de que fue penetración sencilla me sentía bien cogida por los dos, y aún lo creo por que así fue.

El de atrás seguía empujando y lastimándome hasta saltar, sentía como escurrían mis genitales, cuando sientes eso lo normal que es que sientas que la humedad se deslice por la ingle y muslos pero no era así, sentía la acumulación en el perineo sin saber su curso, así que vi que mi monte de Venus estaba blancuzco y en el bajo vientre de él se había formado una fosa con líquidos, no me importó ni me apené ya que ambos me cogían como chacales en brama, después de todo ellos se negaron a ir a la cama, en un cuarto no los habría embarrado tanto pero así lo quisieron.

Para recrudecer la sensación que experimentaba el que estaba atrás me daba nalgadas muy fuertes, yo estaba sudando y mi cuerpo goteaba, el de atrás se tardaba pero en realidad si hubiera sido él solo no me lo parecería así que moví las nalgas lo que podía que no era mucho porque me tenía sujeta justo de ellas, así que me incorpore hasta quedar hincada y no en cuatro, sólo mi espalda estaba inclinada hacia delante provocando que los movimientos del de atrás ya no fueran de atrás a adelante sino de arriba abajo teniendo que hacer más esfuerzo y después de unos minutos deseara eyacular, sus empujones hacían que mis senos botaran como pelotas y me dolieran, afortunadamente eyaculó con un grito sonoro quedándome inmóvil esperando que su verga se saliera sola sin necesidad de apretarla, al quedar liberada quería irme pero faltaban unos minutos y me pidieron que me quedara, deseaba bañarme y no sentarme para no manchar ya que mi humedad me desbordaba, lo que hice fue “hincarme” entre ellos con las nalgas en los talones, lejos del rechazo que esperaba conversaron lo mucho que les había gustado mi servicio y ambos pusieron sus manos en mi monte de Venus para juguetear con mis pelos buscando extender la viscosidad a toda el área.

En varias ocasiones pasaron sus manos del pubis a los senos impregnándolos de mis propios jugos, estaba sudada, húmeda y muy cansada así que me decidí que era suficiente por ese día de asueto que había bien aprovechado...

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