Tina Marie

Diario íntimo de una mujer joven ex prostituta

miércoles, 11 de junio de 2008

"Héroe nacional."

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Después de unos momentos, me puse de pie, aunque con la espalda doblada, no le quise soltar la verga, entonces lo jalé como quien jala un carrito, para que se levantara. Mi esfuerzo funcionó, y una vez de pie, me preguntó qué pensaba hacer. Simplemente le contesté con un “ven”, y lo llevé hacia la puerta. No opuso resistencia hasta que vio mis intenciones de abrirla, entonces sí endureció su cuerpo y volvió a preguntar por mis intenciones. Le repetí la frase “ven” un par de veces hasta que se negó rotundamente exigiendo que le explicara lo que iba a hacer. Entonces le dije que ambos iríamos por los condones que tenía en mi bolso. De nuevo se opuso enérgicamente a ello. Cuando le pregunté la razón, me respondió con otra pregunta: “¿No te daría vergüenza que nos vieran así?”. Le respondí que a la única que le debería de dar vergüenza era a mí y no a él por ser hombre. Para darle más fuerza a mis palabras agregué la pregunta, “¿Que no eres hombre?”. El dudar de la virilidad de un hombre siempre trae consecuencia, por lo general negativas. Son pocas las excepciones en las que puede acarrear algo positivo. Este era uno de esos casos. El ir a la sala, ambos desnudos, él con la verga bien parada y yo, agarrándosela, y que los viejitos nos vieran, sería para que me avergonzara yo, y no él. De hecho, para él, podría ser un alza a su ego masculino. Inmediatamente lo vio de esa manera, y me permitió abrir la puerta de la recámara.
Nos dirigimos hacia la sala. A cada paso, tenía que apretársela con más fuerza porque ya le escurría algo de semen y se le había puesto un tanto resbalosa. Llegamos a esa pieza de la casa, con el azoro de los viejitos. No le di importancia, tomé una actitud casual e informal, para después preguntar sin mirarlos, “¿Mi bolsa? ¿Mi bolsa? ¿Dónde dejé mi bolsa?”. Mientras tanto, escuché algunas risas por parte de ellos y quizá algunas alabanzas para “ElOl”. Una vez que detecté mi bolsa, me dirigí hacia allí, jalando al hombre, esta vez, más como si se tratase de una bestia de carga, con la consabida risa de los tres maduros caballeros.
Tuve que soltarlo para usar mis dos manos para abrir el bolso y buscar algún condón. Me incliné para hurgar en el interior y en ese momento, sentí una arremetida de “ElOl”. Sentí un empujón que me abrió un poco el orificio, causándome algo de dolor y que me hizo soltar un ligero gemido. La tenía cabezona. Con ese empujón no logró penetrarme. Su intento y mi gemir, arrancaron ligeras risas entre los viejitos, además de algunas palabras de aliento para que lo siguiese intentando. Fueron efectivas puesto que “ElOl” volvió a arremeter y aunque la tenía cabezona y gruesa, logró su objetivo debido a mi abundante lubricación y a lo resbaloso de su pene. Esta vez si me lastimó, arrancándome un gemido gutural muy sonoro. Las risas de los viejitos se convirtieron en aplausos y vítores para el hombre, como si se tratara de algún héroe nacional. El que me penetrara con esa energía, sin mi plena disposición, lo convertía en su héroe momentáneo, aunque se lo celebraron como si estuviera salvando sus vidas.
Mientras me tenía empalada, pude encontrar un par de condones. Así que le dije: “Bueno ya. Ya vámonos a la recámara”. Entonces, alguien, no recuerdo ni quien, pudo haber sido uno de los viejitos, o el mismo “ElOl”, dijo que me llevara a empujones hasta el cuarto, como los perros. Inmediatamente respondí que no se podía. Ya lo había intentado de esa manera con ÁngelU algunas veces, y siempre se le salía después de algunos pasos, teniendo que volver a metérmela, causándome dolor. Sabía que la única manera de que me llevara a empujones sin sacármela era que yo fuera gateando y él de rodillas pero, no se los quise decir de entrada, primero traté de disuadirlos. Además de que la tenía adentro y sin condón. Con los empujones podría venirse en cualquier momento.
Los viejitos vitoreaban a su héroe y pedían más. Tenía que usar mi cabeza para salir de esa...





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6 Comentarios:

  • A la/s junio 11, 2008 3:37 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

    no todo eran buenos momentos, desde luego

     
  • A la/s junio 11, 2008 6:48 p.m., Blogger EL "LIC" dijo...

    Y se le hizo al canijo Olmeca meterla sin condón. :/
    Curiosamente, en clase de dibujo teníamos un modelo bien prieto y de rasgos prehispánicos al que le decíamos el Olmeca, ¿sería el mismo? jeje.

    A ver cómo le va al héroe nacional...

     
  • A la/s junio 11, 2008 10:51 p.m., Blogger baplun dijo...

    Oye pero y ese mini montro que llevaron esos viejitos, o sea, que aspero ese tipo, parece que no entiende o conoce la palabra DELICADEZA, oye pero, la verdad es que nosotros los hombres nos crecemos o por lo menos aparentamos parecer mas fuerte, delante de los demas, oye pero este tipo creia que tu eras un vagon de algun tren o que... oh oh.

    Mi niña espero que ese pichon de cavernicola no te haya maltratado mucho. Cuidate mi niña linda. Bye.

    P.D.: Gracias por haber regresado.

     
  • A la/s junio 11, 2008 11:57 p.m., Blogger Tina Marie dijo...

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    amor:
    A pesar de como se lea, esto para mí era un lecho de rosas comparado con otras situaciones que se llegan a vivir en el ambiente...
    Saludos.


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  • A la/s junio 11, 2008 11:58 p.m., Blogger Tina Marie dijo...

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    El Lic Rivera:
    Jajajajaja. Como dije en el post anterior, ese tipo de personas abunda y sé de algunos a los que les han llamado de esa manera. =)
    Saluditos.



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  • A la/s junio 11, 2008 11:58 p.m., Blogger Tina Marie dijo...

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    Baplun:
    Sí, era un tipo rudo y sin modales...
    Saluditos. =)



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