Tina Marie

Diario íntimo de una mujer joven ex prostituta

miércoles, 27 de agosto de 2008

“El orden no importaba…”

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Así continué hasta que en un momento dado, después de que había alcanzado dos o tres orgasmos, se detuvieron y, quienes hayan sido los últimos, me sacaron los dedos.
Se formó una pausa relativamente larga, de un minuto o dos. Escuché algunos cuchicheos de nuevo, y de nuevo alcanzaba a colegir la vocecilla de Ross, maquinando alguna chingadera contra mí. Obviamente, no tenía idea de lo que estarían tramando. Pasó un tiempo más, en el que se formó un silencio extraño, yo seguí inmóvil, en cuatro. Luego comencé a escuchar algunos sonidos guturales masculinos, hasta que cesaron y sentí que de nuevo, unas manos masculinas me abrían las nalgas, las cuales paré más para facilitar lo que me fuera hacer al que me lo fuera hacer. Todavía sentía esas manos abriéndome las nalgas cuando comencé a sentir un par de dedos entrando en mi ano. Eran pequeños y, posiblemente cortos, muy posiblemente de mujer, quizá los mismos que había sentido hacía unos momentos: Los de Ross. Así lo pienso porque el ano no se me abrió tanto con sólo dos dedos como con los de un hombre.
Las cosas no parecían tener lógica a simple vista, es decir, desde mi perspectiva viendo la sábana y la almohada. Se suponía que las dos chicas estarían ocupadas haciéndoles oral a los hombres. Luego pensé que quizá Ross acababa de hacerle oral a ese hombre que me estaba abriendo las nalgas y Perla estaría a punto de hacérselo al siguiente.
Entonces sentí que las manos me soltaron las nalgas y me sostuvieron de las caderas. Casi inmediatamente después de eso, sentí la punta de un pene en mi orificio vaginal. Sentí como me fue abriendo la carne. La sensación fue mayor porque seguía teniendo un par de dedos en mi ano.
No puedo recordar mucho, sólo que quien me la metió y me la sacó, lo hizo pocas veces, quizá unas diez o doce como máximo. Y luego una vez que mi vagina quedó libre fue ocupada por otro pene. En este momento tengo la idea de que también hubo un reemplazo de dedos. De haber sido así, los de Ross salieron para dar paso a los de Perla.
El segundo hombre tampoco tardó mucho dentro de mí. Igual se habrá movido de doce a quince veces. Sin embargo, como los dedos en mi ano sí se movían con muchísima rapidez, con este varón logré un orgasmo más.
Con el tercero pasó prácticamente lo mismo… ¡Ah! Recordé algo en este momento… Muy probablemente mientras el tercer hombre me cogía, escuché la voz de Ross decir algo como: “Se te siente la verga”. Aparentemente el hombre no comprendió y le preguntó a mi loca amiga, la cual ahondó: “Sí, se te siente la verga cada que se la metes en la panocha, como que la pared de en medio entre su panocha y su fundillo es muy delgadita y con los dedos te siento la verga cuando se la metes”. Ya había olvidado ese detalle. La voz del hombre probablemente pertenecía a PonchI.
Ahora recordé algo más, quizá también con el mismo tercer hombre: “Mira, métesela toda y luego sácasela despacito”. Una vez que el hombre la había obedecido, ella agregó: “¿Ves eso blanco? Es de ella…” Tengo mi propia interpretación de la escena que pudo haberse estado dando entre mis piernas y frente a mis nalgas pero, ya que lo único que podía ver era la almohada y la sábana, prefiero abstenerme y que cada quien saque sus propias conclusiones.
A pesar de las palabras de Ross, que supongo serían para excitar y exaltar a cualquier hombre, en especial las primeras, supongo, éste, quienquiera que hubiese sido, tampoco pasó de unos quince movimientos de meter y sacar.
Del cuarto hombre no recuerdo mucho, me encontraba extasiada y mi mente era un caos. Sólo diré que la cantidad de movimientos fue similar a la de sus predecesores.
Una vez que me la sacó, mis intenciones eran las de recostarme en la cama bocabajo. La batalla me había cansado y había que reponer energías. No permanecí gran cosa en esa posición cuando alguien me dijo con voz terminante, “¡Levántate rápido!” La batalla seguía y no era momento de dar, ni de pedir cuartel…




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2 Comentarios:

  • A la/s agosto 27, 2008 12:31 p.m., Blogger baplun dijo...

    Una pregunta, a que se referia Ross al decir, "que eso blanco es de ella" que era exactamente?

    Te puedo decir que solo leyendo este post, senti mucha envidia, no para estar entre tanta personas pero si por estar con una persona tan obediente como tu, uao, que experiencia tan grandiosa debio haber sido ese momento contigo, lo digo sin temor a equivocarme, ya que hasta el Tsunami no puede abtenerse de tocarte, imagino lo bella y hermosa que eres.

    Cuidate mucho, mi niña linda, bye.

     
  • A la/s agosto 27, 2008 7:44 p.m., Blogger Tina Marie dijo...

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    Baplun:
    Como no estoy segura de la respuesta a tu pregunta... Prefiero dejarlo a tu imaginación... =)

    Gracias por tus palabras y por tu apoyo. =)
    Saluditos.


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