Tina Marie

Diario íntimo de una mujer joven ex prostituta

martes, 13 de mayo de 2008

"Seguia la sesion multi-vaginal..."

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Pensándolo un poco más, quizá es por ella que tengo ese gusto en particular. No lo recuerdo ahora con exactitud, pero es posible que en algún momento dado de nuestra amistad, de manera inconsciente, yo haya desarrollado el gusto por la mezcla de semen dentro de mí. Quizá me dijo algo. No lo recuerdo.
Después de restregarle mis genitales en su cara por un rato más, y de haber salido “ilesa” de “mi osadía”. Mi amiga nos pidió a Perla y a mí que nos colocáramos a los pies de PonchI, mientras éste seguía bocarriba. Ella se colocó entre sus piernas, Perla a su izquierda y yo, del lado opuesto. De nuevo con los dedos, nos hizo una señal de que bajáramos nuestras cabezas hasta quedar a la altura de la amada y quizá, hasta idolatrada verga de su hombre. Le comenzó a chupar la puntita y el tallo comenzó a estirarse y engruesarse. Una vez que podía mantenerse erecta por sí misma, sin que estuviera totalmente rígida, de nuevo, con una señal de sus índices, nos ordenó que comenzáramos a lamerle el tallo, cada una de su propio lado. Ahora era PonchI quien gemía y gruñía, además de decir cosas como: “¿Qué habré hecho para merecer este paraíso?”. Obviamente, nuestras bocas estaban ocupadas y nadie le contestó. Aunque por un momento pensé que Ross le respondería algo. Esta aventura tri-oral no duró mucho porque Ross nos pidió que intercambiáramos lugares y la que quedaba en medio de las piernas de su hombre era la que le daba la mamada, mientras que las otras dos se limitaban a lamerle el tallo. Por último, Ross volvió a quedar en el centro para darle unas cuantas mamadas nada más, luego se la sacó de la boca, y con el pene de PonchI al frente, semejando un micrófono, elevó su vista y le dijo a su amo: “Ya mi vida”. Ross sintió que el pene estaba suficientemente duro y no quería que nos extralimitáramos en nuestras labores orales, ya que las tres éramos, modestia aparte, bastante buenas en ello.
“La señora de la casa” nos pidió a mi compañera y a mí que nos recostáramos bocarriba en los lugares que estábamos. Así que Perla quedó a mi izquierda. Luego se dirigió a mí pidiendo que abriera las piernas. Lo primero que abrí y mucho fueron los ojos. Cierto que PonchI era de confianza pero, ¿Hacerlo sin condón? Entendió mi duda y a manera de tranquilizante, se inclinó hacia a mí, sonriendo ligeramente y cerrando ambos ojos, como si fuera un guiño con ambos globos oculares. Con ello me dio a entender que sabía lo que hacía y tenía todo calculado. Este ligero desplante me dio confianza y la obedecí. Abrí las piernas, y PonchI me penetró con cierta rispidez. Una vez que lo logró, comenzó a moverse y, como tenía su mejilla junto a la mía, para susurrarle, Ross tuvo que acercarse mucho a ambos: “Acuérdate, despacito y no mucho ¿Eh?” Esas palabras hicieron que PonchI bajara la velocidad, que de por sí no era mucha. PonchI prefirió plantarme un beso que no terminaría sino hasta estar fuera de mí. Después de unos pocos empujones en los que casi no hice ruido, “su señora” se le volvió a acercar para decirle al oído: “¡Cambio!”. Suave y consideradamente, PonchI me la sacó y se fue con Perla. Ross se fue al otro lado de la cama para continuar guiándolo en esta aventura “multi-vaginal”. Me quedé con los brazos hacia arriba a los lados de mi cabeza viendo al techo. De reojo veía como las bocas de PonchI y de Perla estaban fundidas en una sola y como la cabeza de la chica rebotaba hacia atrás con cada empujoncito que el hombre le daba.
Súbitamente empecé a sentir un dedo en mis genitales, sabiendo que la única que estaba libre era Ross, supuse que se trataba de su mano. No fue exactamente así. Levanté un poco la cabeza y vi que Ross dirigía la mano de PonchI a mi vulva, en especial a mi orificio vaginal e, incluso lo ayudó a meterme un dedo. Debo reconocer que era excitante sentir el movimiento del dedo al compás de los empujoncitos que él le daba a nuestra morena amiga. Ross seguía de lideresa.



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6 Comentarios:

  • A la/s mayo 13, 2008 9:20 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

    ¡qué bonito es compartir!

    :D

     
  • A la/s mayo 13, 2008 10:43 a.m., Blogger Tina Marie dijo...

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    Té:
    Pues yo no creo que pudiera ser como ella...
    Saludos.



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  • A la/s mayo 13, 2008 6:37 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

    me he quedado boquiabierta con toda la cronología, guau!!!!!

     
  • A la/s mayo 13, 2008 11:21 p.m., Blogger baplun dijo...

    Oye creo que PunchI uso algún anestésico, no creo que un hombre normal pueda soportar estar entre tres mujeres así y contenerse, creo que Ross estaba actuando con cierta pizca de malvada, creo que esa acción fue pensada con la intención de verte con satisfacción ya sabiendo que el tiempo en que ella estaba repartiendo al macho no era suficiente para lograr una estimulación satisfactoria.

    Mi niña espero que hayas tenido cuidado con Ross, se que es tu amiga pero a veces me asusta, sus instintos de Tsunami son insaciables.

    Cuídate mucho mi niña linda. Bye.

     
  • A la/s mayo 14, 2008 7:40 a.m., Blogger Tina Marie dijo...

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    iris:
    Jajajajaj...Bueno...=)
    Saludos.


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  • A la/s mayo 14, 2008 7:41 a.m., Blogger Tina Marie dijo...

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    Baplun:
    Jajajajaa "sus instintos...insaciables..." jajaja Frase muy adecuada. =)
    Saluditos.


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