Tina Marie

Diario íntimo de una mujer joven ex prostituta

viernes, 20 de abril de 2007

Tina Marie 1

miércoles, mayo 03, 2006

Prólogo

Muy pronto empezaré a escribir en este blog mi diario íntimo...

En el cual comentaré sin ninguna censura las experiencias que he tenido. Todo lo referente a mi vida sexual sin tapujos ni pasar nada por alto.


jueves, mayo 04, 2006

Introduccin

Introducción



Soy una mujer joven, de más de 20 y menos de 25 años. Fui prostituta de los 19 a los 22 años. Aproximadamente tres años y medio.

Aquí trataré de narrar mi vida únicamente en lo relacionado a lo sexual. Incluiré todo lo que tenga que ver con mi sexualidad, mi intimidad y mi fisiología.

No haré referencias a lo que tenga que ver con mi vida laboral, que no esté relacionada con el sexo, ni hablaré de si me gusta la música o no o que tipo de música prefiero o si prefiero a Intocable sobre Horóscopos de Durango, o si prefiero a NightWish por encima de Apocalyptica o, a Ha-Ash en vez de RBD, o a Luís Miguel más que a Ricky Martin.





Tampoco mencionaré si de niña me gustaban más los Caballeros del Zodiaco que Dragon Ball Z o si prefiero una cosa a otra.

En la medida de lo posible, evitaré mencionar miembros de mi familia, ni amistades (En todo caso, hablaré de algunas amigas y conocidas, usando pseudónimos o iniciales). A algunas personas las llamaré por su primer nombre, a otras con algún nombre ficticio.

No enfocaré esta historia, que por cierto es 100% real, ni al morbo, ni al erotismo. Muy probablemente el erotismo, llegará solo, al ser enfocada al sexo pero el erotismo no es mi finalidad.



Soy una mujer que ve de manera natural las cosas naturales, a diferencia de la mayoría de personas que ven el sexo con morbo o a diferencia de otras mujeres cuyos blogs he leído que, se nota que traen el deseo sexual a flor de piel y lo plasman en sus textos, en ocasiones de manera disfrazada de poesía erótica o usando simplemente las palabras para dejar ver entre líneas su deseo sexual no satisfecho por los hombres. No. No estoy en esos casos. Mi vida sexual, en mi trabajo o en lo privado, ha sido intensa y muy satisfactoria. Así como el apetito se satisface y no piensas en comer durante horas, también lo es, cuando menos para mi, el deseo sexual. Bien comida y a mis horas, así que mi líbido se encuentra bastante controlado. Esto me ayudará a ser más objetiva y clara, sin caer en cursilerías u obnubilaciones producidas por las hormonas.



Tengo pareja. No hablaré de ÉL más que en lo relacionado al sexo (Si acaso) y a algún tipo de intimidad relacionada con la sexualidad. Me mantiene más que satisfecha y esto es gracias a su actitud amable, afable, además de sus habilidades sexuales, conocimiento de la mujer en general y de mi en lo personal.



Hay un hombre en mi vida, al cual de ahora en adelante llamaré "Don Q". Don Q, es un hombre maduro, con mucha experiencia en la vida y sobretodo, con mucha experiencia con las mujeres y el sexo. Fue él quien me convenció de dejar la prostitución y de confesarle a mi pareja respecto a ello.

Así lo hice. Después de unos días horribles, quizá un par de semanas, la tormenta amainó y fue más fuerte su amor por mi y me perdonó con la condición de que lo dejara para siempre.



A "Don Q", lo conocí trabajando y sí, he tenido sexo y hasta cybersexo con él en muchas ocasiones. Esa historia será incluída en su momento.

Dividiré esto en capítulos y los capítulos en partes. Así pues, podría haber Capítulo 1. 1º Parte, Capítulo 1. 2ª Parte, etc.

En algunas escuelas que he estado, llevé redacción, además de alguna vez haber tomado un curso al respecto. Veamos si algo aprendí.

Soy totalmente heterosexual, aunque he tenido experiencias lésbicas, la mayoría por trabajo, algunas por la facilidad que se da entre mujeres solas. En lo relativo al sexo, me gusta la carne y no el pescado. He llegado a tener orgasmos con mujeres, no lo niego pero, al final, sientes que lo más importante faltó. En su momento, ahondaré más en el tema.



Todos tenemos o hemos tenido fantasías sexuales. En mi caso, gracias a mi antiguo oficio o, simplemente por desinhibición de mi parte, o por la suerte de conocer al hombre indicado, hasta el día en que escribo ésto, no hay fantasía sexual propia, que no haya realizado. En muchos casos, inclusive, realicé fantasías sexuales ajenas. Así que todo lo que aquí escriba, en algún momento de mi vida, me ocurrió. En algunos casos, tendré que omitir detalles, nombres, o hasta personas pero no incluiré datos que no pasaron ni personas que no existen. Si no me ocurrió, no lo escribiré. No inventaré ni una sola letra. Por lo mismo, me mantendré de incógnita todo el tiempo. Aceptaré comentarios, en caso de que los haya, aunque no los responderé para no perder la secuencia cronológica de mi historia pero, si alguien me insulta, lo borraré. No aceptaré insultos. No escribo esto para ser insultada. O si alguien escribe con el nick de "Don Q" sin serlo, también lo borraré.



"Don Q", que sabe mucho de mi vida, me dio la idea, hace unos meses de plasmarla en un blog y es lo que me dispongo a hacer.

No es mi intención, excitar a nadie que me lea, (aunque por la naturaleza de este blog, quizá los haya), ni por supuesto, como ya mencioné, ser insultada por ninguna razón.


Actualización:



Mi idea original era la de no responder comentarios pero, conforme fui avanzando en este blog, al ver que muchas personas me los hacían amablemente o simplemente tenían dudas y me hacían preguntas legítimas, decidí empezar a responderlos. Es por eso que aquel que empiece a leer esta cronología, verá como paulatinamente empecé a hacerlo.


sábado, mayo 06, 2006

No la sentí

Cuando era niña jugaba mucho a dos cosas. Los juegos de vídeo y las escondidas, con alguna frecuencia, participó conmigo Raúl 1, que era dos o tres años mayor que yo. Jugábamos al Nintendo, le ganaba con mucha frecuencia, debo a verle ganado el 80 % de las ocasiones.



Nuestros juegos eran en una casa grande, éramos muchos niños, usábamos las casas vecinas como escondite, los adultos estaban reunidos en la casa más grande, de ahí partíamos a escondernos y no ser encontrados.



Mi primera incursión en el sexo fue ingenua, poco erótica, tenía entre diez, y nueve años. Raúl 1 tenía doce o trece, y entramos a la casa de al lado, subimos a las recámaras y nos metimos al vestidor.



Ahí había un baño, abrimos la puerta del closet y entre la ropa colgada y baúles antiguos, nos escondimos. Primero nos sentamos en uno de esos baúles y maletas antiguos, que parecían ser de madera o cartón muy duro. Estaba muy cerca de Raúl 1, nos hablábamos al oído para no ser escuchados. Después de unos minutos me levanté quedando entre camisas o ropa colgada, el se levanto de inmediato y se colocó detrás de mí.



En ese momento sentí su pene debajo de su ropa en mis nalgas, cubiertas por mi pantalón corto. La sensación de tenerlo tras de mí no me molestó, para ser honesta en ese momento no me excitó. Estaba más preocupada de no ser encontrada por mis amigas para ganar el jueguito.








lunes, mayo 08, 2006

Lo intentó



Esas reuniones familiares y de vecinos se organizaban con mucha frecuencia, así que las oportunidades para que Raúl1 y yo nos escondiéramos a solas y se parara tras de mí y pegar su cuerpo en mis nalgas, lo hacia una vez por semana.



Nunca nos dijimos nada, salíamos del closet, al vestidor, a la recámara para después unirnos al grupo que jugaba en la casa de al lado, y después gritar, ¡¡¡Una, Dos, Tres, por Mi!!!



Sin decirnos una sola palabra de lo que ocurría en el closet, lo cual me daba tranquilidad, confianza y ganas de que se volviera a presentar el momento.



En un verano muy caluroso volvimos a escondernos en ese closet, esta vez no me senté en el baúl, después de un par de minutos, me puse de pie y la ropa como siempre me cubrió de la espalda hacia arriba.



Raúl1 como de costumbre se paró atrás de mí, en esta ocasión hizo algo que no había hecho hasta ese momento, tomo el elástico de mi short y calzón, los fue bajando hasta la parte más baja de mis nalgas.



Sentí el "fresco" en mis nalgas, me las apretó y sentí que me las abría. Sentí su pequeño pene en medio de las nalgas, en algún momento cerca de mi ano. Recuerdo el frío metal del cierre de su pantalón rozándome, mientras él tomaba mis caderas. No hablamos, y si lo hicimos respecto al juego, sus contendientes y cómo llegar a no ser atrapados.



Mientras eso sucedía el seguía como autómata empujando suavemente, tratando de penetrarme, yo como si nada estuviera pasando, sólo me interesaba ganar el juego.



Al salir nos reintegramos a los demás y seguimos jugando como si nada pasara en esos 25 o 30 minutos que nos desaparecíamos de los otros.


martes, mayo 09, 2006

Perineal



La casa de Raúl1 se encontraba casi enfrente de la casa donde se reunían todos y de la que usábamos para escondernos. Una vez me dijo, "vamos a mi casa, ahí es más difícil que nos encuentren".



Me pareció buena idea y acepté, yo había ido a su casa y él a la mía, a jugar al Nintendo, con los videojuegos tomábamos horas, en esta ocasión era para "escondernos".



Subimos a su recámara, la ventana daba al frente de la casa, estaba arriba de la cochera y el porche, así que se veía quien entraba.



Veía para vigilar si llegaba alguien cuando sentí que me levantaba la falda y bajaba el calzón hasta los muslos.



Era la cuarta o quinta que me lo hacía, siempre en el closet, me abrió las nalgas como siempre, no me sorprendí, ya lo esperaba. Pasaban los segundos yo miraba a la acera y no sentía que pegara su cuerpo al mío como siempre, solo sentía mis nalgas abiertas por sus dedos, no aguanté la curiosidad y volteé a ver que ocurría.



Raúl1 estaba agachado con las rodillas flexionadas viendo fijamente el medio de mis nalgas mi área perineal como si fuera un doctor inspeccionando a un paciente. Le pregunté, qué haces, me respondió, nada.



Dije cualquier cosa, le pedí estar atentos, que no fuera a venir alguien y perdiéramos el juego. Me dijo sigue vigilando la calle. Seguíamos en los dos juegos, las escondidas y la inspección ocular.



No pasó mucho tiempo, creo que fueron 5 minutos cuando sentí algo en medio de las nalgas, diferente a su pene o a la yema de su dedo, volteé a ver lo que hacía, tenía su nariz en medio de mis nalgas, le volví a preguntar que hacía y me dijo. "Oí a unos viejos decir que a las mujeres les huele a pescado". Menso le dije, he sabido eso pero es por delante y cuando eres grande, yo todavía no ¡No seas cochino!"



A pesar de mi reclamo siguió con su inspección olfativa por un buen tiempo antes de que regresáramos a la reunión.



Fue la primera vez que realmente sentí cosquillitas en el estómago por ser vista y olida por alguien, en especial tan cerca.

miércoles, mayo 10, 2006

Se lo hice

En los convivios de fin de semana los adultos se reunían con sus hijos, la amistad entre los niños era cotidiana, cualquier día de la semana después de clases podríamos encontrarnos o nos visitábamos. Con ellas a jugar a las Barbies, a la comidita o al juego de té, pocas jugaban juegos de video.



Un día Raúl1 me vio en la calle, me llamo haciendo movimiento con la mano para que me acercara, quería enseñarme algo en su casa, acepté y fuimos.



Había descubierto donde su (s) papá (s) tenían guardada una película porno. La puso, era la primera vez que veía una, vi por primera vez mujeres haciéndoles oral a hombres o viceversa.



Vi que los hombres acercaban hasta pegar sus caras, sus bocas y sus lenguas en los agujeros de las mujeres.



Mientras veíamos me decía que si se podía y si se valía que un hombre le hiciera eso a una mujer, que si no era "sucio".



La película mostraba a varios hombres penetrando mujeres en muchas posiciones. ¡Vaya! Como en cualquier película porno que cualquiera haya visto.



Terminé de ver la película y regresé a mi casa sin complicaciones, no pensé que él me fuera a pedir jamás que hiciéramos algo de lo que vimos. Tenía diez años y era algo ingenua.



Al siguiente fin de semana nos fuimos a su casa, en su recámara me pidió que le hiciera oral, le dije estas loco, qué tal si nos descubren. Se pararía frente a la ventana, la cortina lo taparía y solo dejaría la cara libre para ver si alguien llegaba, que me hincara como en la película, se la sacara y se la chupara.



Me convenció, yo hincada le bajé el cierre y después de mucho luchar con su trusa encontré su pequeño pene, lo saqué como pude y lo empecé a chupar. Por momentos, él volteaba hacia abajo a ver como se la chupaba.



Estaba muy nerviosa, con miedo a ser descubiertos, y no por perder el juego, sino por lo que estábamos haciendo.



No recuerdo la sensación ni sabor, sólo recuerdo que no se le paró, probablemente por su edad, o quizá estaba igual de nervioso y temeroso que yo.



Cuando nos disponíamos a regresar me dijo que quería hacer lo mismo conmigo, me negué porque me pareció más íntimo y más peligroso, además de que ya habían pasado los 25 0 30 minutos que siempre nos desaparecíamos de la vista de los demás.



Me dijo que me bajara el calzón y él pasaría su lengua por mi raja una sola vez, sólo para saborearte, quiero saber a que sabes, me dijo. Zonzo, a que quieres que sepa le respondí. No sé, ¿La has probado tú? (refiriéndose a los genitales femeninos) Claro que no, exclamé con voz fuerte, casi gritando, yo tampoco pero la tuya se ve bien rica, es una rayita bien derechita y quiero saber a que sabe, me contestó.



Pasaron unos segundos y accedí a subirme el vestido a la altura de la cintura, me bajé el calzón hasta la rodilla, se hincó, pasó sus brazos alrededor de mis caderas, me apretó muy suavemente de las nalgas y me pasó la lengua por entre los labios mayores y quizá menores. Lo hizo varias veces y él me había dicho que lo haría una sola vez.



¡Ya, ya, ya! Le dije. Dijiste que una vez y ya llevas muchas, se puso de pie y me dijo, está bien sabrosa pero no te huele ni te sabe a nada, yo pensaba que sí, se te siente bien suavecita, la panocha la tienes como piel de bebé. Te dije que no me iba a oler a nada, dicen que eso les pasa a las mujeres de más edad.



Regresamos y como siempre no se hizo alusión a nada de lo sucedido.





jueves, mayo 11, 2006

Revelaciones




La palabra "panocha" cuando la mencionó Raul1 repercutió en mi mente durante horas después de que la mencionó, todavía recordaba ese momento, su cara, su boca gesticulando para pronunciarla, ya sabía que ese nombre tenía esa parte de mi cuerpo.



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Entre niñas la usábamos pero nunca delante de un hombre, adulto o niño, ni de una mujer mayor. Era la primera vez que un hombre la pronunciaba delante de mí, y dirigiéndose a mí, por si fuera poco refiriéndose a la mía. Fueron varias las ocasiones en que nos encontramos de esa manera, fuera del closet en su recámara.



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Fue de las últimas veces, en esa etapa de mi vida, que teníamos estas experiencias juntos, yo ya tenía once años.



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Había una niña, la llamaré Bea-P que era mi amiga. Vivía a media cuadra de casa, yo iba con frecuencia a visitarla, ella lo hacia también.



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Jugábamos a las barbies y a otros juegos de niñas, entre nosotras ocasionalmente mencionábamos esa palabra, cuando lo hacíamos siempre en voz baja y entre risas. Nunca usábamos la palabra con la que se denomina popularmente al pene, decíamos "La Vrrrr" o "La Picha" o "La Pilinga" o "El Pito", su nombre más popular, era casi "pecado" mencionarlo, el sólo echo de pensar en ello nos sonrojaba y nos causaba risas ahogadas.



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Un día en casa de Bea-N me comentó que con frecuencia la iba a visitar Raul1 y que hacían lo que él y yo hacíamos a solas. Me dieron celos, me sentí mal, el y yo no éramos novios, éramos niños, aún así, me dieron celos.



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Le pregunté a Bea-P más detalles, que me dijera como había empezado todo entre ellos, que me dijera y la forma del pene de Raúl1.



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Todo concordó, le dije que él y yo hacíamos lo mismo, aprovechando la confusión y alegría de las reuniones en las tardes o entre semana. A Bea-P la veía los mismos días que a mi, sólo que lo hacía por las mañanas.



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Esta noticia me hizo tomar la decisión de no volver a hacerlo con él jamás.



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Llegué a estar a solas con él algunas veces, ya le había dicho que no quería seguir haciendo esas "tonterías", la tentación era fuerte y por momentos lo dejé pararse atrás de mí, inclusive, le permití bajarme la ropa y poner su pene entre mis nalgas. Nunca más en esa etapa de mi vida, oral de él para mí o de mi parte hacia él.



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A lo más que llegué fue a bajarme la ropa a los tobillos, recostarme en la cama de su recámara, levantar las piernas, poner las plantas de los pies juntos para formar un paréntesis con mis piernas o un cero y permitirle que me hiciera oral o se subiera encima de mi sin penetrarme.



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Algunas veces me hizo oral desde atrás, yo inclinada en el poyo de la ventana de su recámara, con la ropa hasta las rodillas y él atrás de mí abriéndome las nalgas y lamiéndome el área perineal y la entrada de la vagina.



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Siempre que me lamía su límite era el área perineal, no pasaba de ahí. Jamás se atrevió a tocarme el ano con su lengua, llegué a sentir la yema de sus dedos en el ano, lo mismo que en mi orificio vaginal, tratando de penetrar pero no se lo permití.



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No sé si se lo hubiera permitido de no saber que también lo hacía con Bea-P. Pasamos muchos momentos a solas y una cosa va llevando a otra, como mujer a cualquier edad, cada vez, eres más receptiva y permisiva, y el hombre cada vez más arrojado, en cualquier momento se le hubiera podido parar. Afortunadamente, aquel día Bea-P me reveló lo que ocurría entre ellos.



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Nota:

Había dicho que en fin de semana no escribiría, sin embargo, "Don Q", me convenció de que en esos días escriba cosas relacionadas con mi antiguo oficio o de mi vida sexual en general, rompiendo el orden cronológico y retomándolo el siguiente lunes.

viernes, mayo 12, 2006

Fin de la Infancia


Un fin de semana antes de que Bea-P me abriera los ojos, Raul1 y yo, nos habíamos dado nuestros primeros besos. Estábamos en su recámara, estaba recargada con mi hombro izquierdo en la pared, viendo hacia fuera vigilando por si llegaba alguien y él me tomó de las manos y le pregunté:

"¿Qué?"

Me respondió:

"Ven."



Me jalo suavemente de las manos y me plantó un beso, sentí riquísimo, apenas tenía once años y era mi primer beso, nos dimos varios besos inexpertamente y después reaccioné y dije:

"Hay que ver la entrada por si alguien viene"

Eso dije o algo parecido, no lo recuerdo muy bien.

"Espérate", me dijo.



Sólo alcance a preguntar de nuevo: "¿Qué?" y me tomo de los hombros y me empujo suave hacia abajo, "Híncate" me respondió, comprendí lo que quería, me hinqué, se bajó el cierre y se sacó el pene, se la chupé un ratito, unos dos o tres minutos, no llegamos ni a los cinco.



Entonces le dije "¡Ya! Hay que vigilar la ventana por si viene alguien.", me incorporé, me subí la ropa, le di la espalda y como siempre me recliné en el poyito de la ventana con las nalgas levantadas, ese beso hizo que fuera algo más dócil y accesible con él.



Me volvió a bajar la ropa, esta vez, más debajo de las rodillas, me abrió las nalgas y me empezó a hacer lo de siempre besarme las nalgas, poner su nariz en mi ano y lamerme del área perineal en adelante, únicamente mis genitales.



Después se repegó y esta vez sí trataba de penetrarme, sentí los empujones más fuertes, yo como siempre he sido hasta la fecha, pasiva, dejando al hombre ser y hacer, aunque, probablemente si se le hubiera parada y sintiera el riesgo de penetración creo que lo hubiera detenido.



Siempre nos "escondíamos" de los demás, 20, 25 o 30 minutos, luego regresábamos con el resto de los niños, él siempre esperaba a que fuera yo la que dijera que nos fuéramos de ahí, mientras me hacía oral, o yo a él, o se paraba atrás de mí poniendo su pene entre mis nalgas afuera del orificio vaginal y se movía o empujaba.

Esta ocasión fue distinto, me tomó de los hombros para que me enderezara y me llevó hasta la cama con la ropa en mis rodillas, yo caminando como pato. Algo nos dijimos que no recuerdo, me tumbó en la cama, me levantó las piernas, me subió la ropa hasta los tobillos, doble las rodillas juntando las plantas de los pies como ya había dicho formando un
( ) o un 0 , o quizá un [ ] y me empezó a lamer los genitales.



Después fue subiendo por entre mis piernas hasta quedar arriba de mí. Antes de hacerlo se había bajado los pantalones hasta sus rodillas o tobillo, no lo sé, quedamos en la típica posición para tener la relación sexual.



Sentía su pene recorriéndome y empujando, casi siempre en el lugar incorrecto, nos volvimos a besar, mi primer beso acostada con un hombre arriba de mí. Recuerdo muy bien el sabor de su boca, sabía diferente después de haberme hecho oral.



Cuando eres adolescente o adulta te hacen oral y luego te besan el sabor es muchísimo más marcado y más fuerte, pero dicen que a las niñas no les huele y no les sabe, yo sí noté un sabor raro en su boca en ese momento.



Quizá las primeras veces que Raúl1 lamió mis genitales tenían menos sabor o él esperaba un sabor más fuerte, o por cortesía o pena, me dijo que no me sabía a nada.



Recuerdo también que mientras me besaba me dijo:

"Me gusta mucho tu
panocha, te sabe bien sabrosa".

Hice como si no hubiera oído.



Así duramos un par de minutos o diez, no recuerdo, sólo recuerdo que le dije que ya nos fuéramos para que no notaran que no estábamos. Él accedió de más o menos buena gana, nos subimos la ropa y cuando ya estábamos a punto de salir de la recámara me volvió a tomar de la mano, me jaló hacia el y me volvió a plantar un beso.



Ya en la calle antes de cruzar me volvió a tomar de la mano, me dio un jalón, esta vez sí muy fuerte, me llevó a atrás de un árbol y me beso, me puse muy nerviosa por temor de que nos vieran y después de un beso o dos, nos dirigimos a la casa donde todos estaban jugando.



Situaciones como la anterior en la cama, aunque sin penetración, se volvieron a dar cuatro o cinco veces más.



¿Cuál no sería mi molestia, celos y enojo al saber que algo parecido hacía con Bea-P?

domingo, mayo 14, 2006

Mi razón

La razón por la que me metí de prostituta fue como todas, el dinero para pagarme mis estudios. Terminé mi carrera y seguí trabajando en eso.

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Además tenía otros trabajos, de hecho trabajo desde muy chica. En algunos trabajos las personas son abusivas, si no eres "amable", no te ofrecen trabajo. Con esas personas, también "trabajé" pero gratis.

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En su momento escribiré de ellos buscando ocultar que clase de trabajos era, con el fin de conservar mi anonimato.-Con respecto a lo que dije ayer de las fotos no aclaré como es que tengo fotos desnuda. Entre los clientes o en los círculos que me movía conocí fotógrafos profesionales, semiprofesionales o aficionados que me ofrecían buenas cantidades por posar desnuda en muchas posiciones y ángulos. Siempre, o casi siempre acepté, después de todo, era dinero extra, que a nadie la cae mal.-Algunas veces algunos clientes me pedían retratarme desnuda, siempre por dinero. Después de todo, si recibía el equivalente a unos 130 dólares por estar con un hombre una hora, y por tomarme fotos me daban una cantidad similar o mayor, ¿Porque no…?

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Todo esto per el mismo tiempo y sin desgastarme. Hubiera sido una tonta si ni lo aceptaba.

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De tantas fotos, de algunas tengo copia, tanto los fotógrafos en su estudio, como las que tomaban los clientes en su casa, departamento u hotel.

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Como ayer aclaré, no aseguro que algún día incluya alguna, si lo hago, serán de espalda, o de la nariz o boca hacia abajo. De nuevo digo que cuando se vea la cara serán modelos profesionales u otras mujeres, no yo.

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Cabe aclarar que nunca trabajé para empresas que hicieran pornografía visual. Hoy, casi cualquier mujer se ha tomado fotos desnuda o en alguna actividad sexual, con su esposo, con el novio o ex novios, yo también. Pero repito, no para empresa de vídeo o fotografía comercial.

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Para aquellos que están escribiendo a mi e-mail, no me molesta que lo hagan, con estas líneas creo que ya les contesté, sería bueno que escriban esos comentarios aquí, siempre y cuando no me insulten, son bienvenidos.

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Respondiendo a una de sus preguntas, no tengo fotos con Raúl 1 haciendo las cosas que describo en mi diario íntimo, éramos muy pequeños.

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Mañana retomaré la cronología de mi vida sexual, el próximo fin de semana seguiré con estas ideas que no sé como catalogar, ayer las llamé divagaciones.


lunes, mayo 15, 2006

¿Pubertinaje?

A partir de este post, empieza la etapa de mi vida que se llama pubertad. Cuando a una maestra que también era psicológa, se la describí y comenté a grandes rasgos, ella la llamó "Pubertinaje". No sé si tuviera razón. Que el tiempo sea quien juzgue.



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Pasaron dos años, por mis estudios había dejado mi casa, mi ciudad y mi país. El último año escolar, cumplidos los trece, lo pasé alejada de casa, de mi familia y de mi ambiente.

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Mi pecho ya no era plano, de hecho empecé a hacerme mujer unos cinco o seis meses después de la última vez que "jugué" con Raúl1.

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Cuando me salieron los primeros pelos en mi parte íntima, todavía tenía once años. Mi busto empezó a crecer recién que cumplí los doce, fue simultáneamente con mi primera regla, las axilas me las empecé a rasurar después de cumplir los trece.-Regresé a mi ciudad en el verano, vi a mi familia y a mis amigos con el gusto natural que da ver a tus seres queridos después de un año escolar.

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Una de esas tardes de calor intenso fui a visitar a las personas que vivían en la casa donde acostumbrábamos jugar a las escondidas en la infancia. Al salir de esa casa, mientras me despedía, Raúl1 que vivía enfrente, cruzando la calle me vio y se acercó a saludarme.-No le guardaba rencor, ni coraje, después de todo a esa edad, dos años son como dos siglos. Después de los saludos característicos del reencuentro empezó a hablarme de un nuevo juego de vídeo que había conseguido.

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En la casa que habité durante mis estudios en el año escolar yo también había jugado mucho con ese vídeo juego. La lógica apareció, Raúl1 me invitó a su casa a jugar ese dichoso vídeo juego.-Al escuchar su invitación, no sé si por ingenuidad o me hice tonta yo sola, no lo asocié en ningún momento, ni de ninguna forma, con el sexo o la posibilidad de que se diera un encuentro sexual entre nosotros.-La situación era diferente, en el pasado era una niña de pecho plano, lampiña de los genitales y él era un púber que todavía no lograba la erección completa.

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Pensé que si en aquellos días de niñez tardía no se le paraba era porque estaba igual de nervioso que yo o más.

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He sabido que a los doce o trece años se les para, pero el hecho de estar con la presión del juego de las escondidas y que alguien nos pudieran atrapar mientras se la chupaba o él me lamía y abría las nalgas para olerme el ano y mis genitales, peor aún, mientras estábamos acostados en su cama empujando tontamente sin habilidad, hacía que no se le parara.–Sí, la situación era diferente, yo ya tenía senos incipientes, pelos en los genitales, mi olor empezaba a ser de mujer, me rasuraba las axilas y ya reglaba.

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Raúl1 había embarnecido, su voz era más ronca, era más alto, se notaba la tersura que queda después de rasurarse. No tenía bigote, quizá todavía no le salía barba, era obvio que ya se rasuraba.

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Si había crecido en estatura y en musculatura, si ya se rasuraba la cara y la voz le había cambiado, era natural que también le hubiera crecido el pene y lo tuviera lleno de pelo. Era mayor que yo como lo había dicho, dos o quizá tres años.-Nada tomé en cuenta, no recuerdo haber pensado en eso, mientras conversábamos en la banqueta fuera de la casa que había visitado. –Recuerdo que únicamente pensé en el vídeo juego, no estoy haciéndome tonta, sabía lo que podría ocurrir, pero por mi mente sólo pasó el jugar ese vídeo juego.-Así que acepté y cruzamos la calle para ir a su casa.



martes, mayo 16, 2006

La apuesta


Cuando jugábamos a con los videos de niños, las últimas veces, los últimos meses, jugábamos apostando cosas pequeñas, dulces, pastelitos, cosas de niños, alguna vez ya mencioné que le ganaba el 80% de las veces.

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Esta vez Raúl1 propuso que apostáramos una determinada cantidad por juego, algo así como 5 dólares. Raúl1 era un muchacho de clase media alta que podía manejar esas cantidades a su edad. Yo no, una cantidad así me alcanzaba para jugar una vez y sobrarme unos cuantos centavos. Si perdía a la primera quedaba fuera, y se lo dije, así que me contesto que si yo perdía, "le diera una mamada en la
verga", a lo cual le conteste que estaba loco, me dijo que aunque fuera un ratito, un minuto o dos, le respondí, si pierdo lo hago un ratito, máximo un minuto."

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Tenía confianza en mi misma. El videojuego en cuestión lo había jugado muchas veces en mi exilio y había llegado a muy buen nivel, era un juego divertido y tenía la posibilidad de ganarme un dinerito.

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El primer día de juego con Raúl1 no pensaba en perder, no estaba pensando en perder, íbamos a jugar unas dos o tres horas, podríamos terminar doce o catorce juegos, tenía plena confianza en ganarle todos.

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Empecé ganando un juego tras otro pero cada vez me era más difícil. Los juegos se apretaban cada vez más, aún así me las arreglaba para ganarle. El también lo había jugado mucho, al principio me menospreció por ser mujer, al paso de los juegos fue viendo que una mujer también puede jugar y aprender teniendo habilidad.

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Como cosa del destino, que me marcó para el resto de mi vida, acordamos que ese juego sería el último, habían pasado más de dos horas y tenía que regresar a casa. Por la prisa por terminar me aceleré y cometí algunos errores de verdad involuntarios, a esta edad así lo recuerdo, de último minuto anotó dos puntos con el que perdí ese histórico juego.

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Lo miré como diciéndole, "no seas gacho, no me la vayas a cobrar", se levantó de la cama, siempre jugábamos en el borde de ella en su recámara, se alejó unos pasos, se volteó hacia mí y se desabrocho el pantalón, hizo una señal con su mano diciéndome que me acercara y me hincara, con su índice señaló hacia su entrepierna.

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No me vi, pero debo de haber tenido cara de miedo, cada juego que gané me pagaba inmediatamente, yo no podía negarme a pagar…


miércoles, mayo 17, 2006

Su Majestad


Intenté devolverle la cantidad apostada, es decir, si él me daba el equivalente a cinco dólares cada vez que perdía, le dije que se los daba en vez de darle "La mamada".

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No aceptó y vi como lentamente se desabrochaba el cinto, el pantalón que se bajó y al final la trusa tipo bikini que usaban los hombres en aquel entonces.

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Así vi a
"Su majestad", le llamo así no porque la tuviera demasiado grande, he visto y tenido otras bastantes más grandes, más largas y más gruesas pero, en comparación a las veces que se la chupé siendo niños era del doble de tamaño y ancho. Además le estaba escurriendo un poco en la punta, lo que hoy sé que es el semen.

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No me quedó más remedio que pagar mi apuesta, con miedo y muchos nervios me hinqué frente a él. Al tener su pene a unos centímetros de mí cara la observé con atención fugazmente.

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Sus venas, su color más oscuro que el resto de su cuerpo, los pelos en la base como una especie de corona que engalanaba a
"Su majestad", hoy la recuerdo y no me impresiona nada, en esos momentos y durante algún tiempo me pareció majestuosa, impresionante y monumental.

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La metí en mi boca, la sensación que me causó aun la recuerdo intensamente, recuerdo con claridad que pensé: "Es mi primera verga de hombre en mi boca"

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…¿Verga de hombre?... ¿Ni modo que de qué? Ni modo que de mujer. No pero ya antes había tenido una que no era de hombre, era de niño, la de él.

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La sensación al tenerla en mi boca, la manera en que fue creciendo dentro de mis labios haciendo contacto con mi lengua, no la he olvidado, nunca la olvidaré, recuerdo su sabor tenue entre agridulce y dulzón que caracteriza al pene que probaba por primerísima vez en mi vida.

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Permanecí mamándosela más de lo acordado, dos o tres minutos, logré parársela completamente, considero que debe de ser motivo de orgullo para cualquier mujer parársela a un hombre, es síntoma de que eres mujer y tienes habilidad en lo que se supone debes de saber hacer con la mano o con la boca, en ese momento no pensaba así o esta mentalidad que ahora tengo era muy incipiente.

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La palabra para describir mi estado emocional en ese momento no es
"excitada", era otra cosa, totalmente nuevo en mi vida y en las sensaciones que había experimentado a mis trece años.

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En algún momento tuve lucidez, tomé cordura, la poca que me quedaba, di un par de pasos hacia atrás, me la saqué de la boca y me puse de pie.

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"Un rato más" dijo Raul1, "No, ya no, ya pasó el rato que dijimos". Le contesté.

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No recuerdo que más se dijo, sólo me preguntó si volvería al día siguiente a darle la revancha pues de trece o catorce juegos él sólo había ganado uno.

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Me aclaró que sería mejor que fuera en la tarde a eso de las 2 o 3 de la tarde, ya que a esas horas sus papás no estaban, y su hermana se iba a sus clases de inglés y ballet. Le contesté que no sabía si regresaría al día siguiente, que a ver que pasaba.

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Regresé a mi casa caminando como entre nubes, serían las 6 o 6:30 de la tarde. Aun sentía la sensación de su pene creciendo en mi boca, su sabor y el "como" la sentía dentro de mi boca. No veía los autos ni los árboles, ni las mascotas, ni las casas, estaba obnubilada flotando en mi nube…

jueves, mayo 18, 2006

Voy a perder...

Esa noche no cené y si lo hice fue muy poco, no vi televisión, no pude concentrarme en nada, andaba como ida, sólo recordaba la sensación de su pene en mi boca.

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No recuerdo lo que hice el resto del día, cuando estaba acostada no podía conciliar el sueño me devanaba los sesos entre ir o no al día siguiente.

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Jugando al Sega Genesis le había ganado 50 dólares que para una chica-todavía-niña-o-casi-niña era mucho dinero, no me importaba, no pensaba en eso, así que lo que decidí después de muchas vueltas en mi cama y meditar, empecé a elaborar una estrategia.

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La estrategia consistía, si no me salía mal, en ganarle dos o tres juegos y después dejarme ganar uno. De esta manera no sería tan obvia, durante la sesión lo probaría dos, tres o hasta cuatro veces, también pensé: "Si se la mamo tres o cuatro veces, va a querer venirse". "¿Qué hago?", "¿Sí o no? mhmhmhm… Sí."

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Después de todo ya había probado un poco de su semen al empezar a chupársela, lo traía como escurriendo, entonces ¿porqué no? Después de todo si no me gustaba no lo volvería a hacer. "Ni modo que me obligue".

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Raúl1 no era la clase de chico capaz de obligarme a hacer algo que no quisiera hacer o maltratarme de ninguna manera, siempre me había tratado muy bien.

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Cuando de niños jugábamos a las escondidas y nos refugiábamos en su casa tenía las puertas cerradas con candado porque sus padres estaban en la reunión con los demás adultos y teníamos que rodear la casa hasta la lavandería donde había una ventana que comunicaba con la cocina y que la dejaban medio abierta.

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Raúl1 se brincaba diciéndome que lo esperara, ya estando dentro de la cocina me abría la puerta. No le gustaba que me brincara, ni que pasara "peligros" de esa naturaleza. Él y los demás chicos del barrio, me acostumbraron a tratarme como señorita.



Así que decidí conscientemente a perder tres, o cuatro partidos al día siguiente…


viernes, mayo 19, 2006

¿Miedo Yo?


Llegó el día siguiente, tenía zozobra y nervios, a pesar de haberme decidido la noche anterior, todavía dudaba.

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A eso de las 10 de la mañana sonó el teléfono, no contesté, alguien más en casa lo hizo y Era Raúl1 para preguntarme si pensaba ir a su casa esa tarde. Ante mi duda, me insistió argumentando que no fuera mala y que le diera la revancha. ¿Tienes miedo a que hoy sí te gane?, Me dijo en tono burlón, "¿Miedo yo? ¡Estás loco!" le contesté, después de unos minutos de estira y afloja, le dije que a ver si podía.

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A eso de la 1 de la tarde me volvió a llamar, siguió usando sus argumentos de mi supuesto temor (Y ¡Vaya que sí lo tenía!) Así que acepté.

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Comí y dije que iba a casa de Raúl1 a jugar a los videojuegos, a nadie le extrañó, sabían de mi gusto por los videojuegos y de nuestra amistad que provenía desde la infancia.

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Las rodillas empezaron a temblar, lo recuerdo ahora y me provoca una sonrisa, caminaba tambaleándome saludando a los vecinos con risa nerviosa. Afortunadamente nadie sospechó mis nervios y el porqué de ellos.

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Conforme iba acercándome las piernas flaqueaban más, sin embargo nunca pensé en regresarme, no recuerdo haberlo hecho.

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Al llegar me detuve un momento, mira a mi alrededor, vi la fachada de arriba abajo como queriendo grabar el momento. Llegue a la puerta y toqué el timbre, me abrió Raúl1, nos saludamos de mano y beso en la mejilla como se acostumbra, le pregunté por sus papás y su hermana, confirmado, no estaban debido a sus actividades.

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En ese momento presentí, aunque no estuve consciente de ello, que una nueva experiencia sexual en mi vida estaba por acontecer…

sábado, mayo 20, 2006

Post de Sábado


Como había dicho, los fines de semana los voy a aprovechar para hablar de temas en general.

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Era de esperarse y pasó, aunque no lo había previsto. Me escriben más mujeres que hombres a mi correo, les da un poco de pena hacer comentarios públicamente, ya contesté, les dije que sus correos son bienvenidos y los invito a que me escriban sus comentarios en mi blog.

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¡Ah! y les recuerdo que es importante leer la introducción, de esa forma se ahorrarán muchas preguntas y despejarán dudas, la introducción la estaré actualizando cuando crea pertinente.

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Mientras escribía unas líneas para el blog hace poco, me vino a la mente algo que debo aclarar por adelantado. Cuando termine de narrar mi etapa de pubertad-adolescencia, me será muy difícil seguir un orden cronológico estricto de los hechos, espero me comprendan.

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Cuando eres muy joven y despiertas al sexo todo se te graba. Son tus primeras experiencias y quedan grabadas en la mente como un tallado en madera.

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Después, cuando empiezas a tenerlas con más frecuencia, en especial cuando en mi caso te conviertes en profesional, es difícil recordar que fue antes y que después. Por lo mismo habrán veces que escriba acerca de una experiencia y al día siguiente escriba de otra que me había ocurrido tres semanas o dos meses antes de la que había escrito el día anterior.

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A mayor cantidad de anécdotas, menos importancia en tu vida y menos retención de las mismas, menos impacto en la mente.

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En la prostitución, la mayoría de las cosas se vuelven rutinarias, hay veces que tenemos que hacer cosas que nunca habíamos imaginado que se podían hacer, ni la mayoría de las personas en sus sueños más eróticos hubieran podido visualizar en su mente, por algo dicen que la realidad supera a la ficción.

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Advertir que en este diario íntimo habrá cosas que a mucha gente no le guste, cosas que a muchos les podrán causar rechazo y hasta repugnancia. Voy a tratar de ser fiel a mis recuerdos cuanto sea posible, por eso es bueno hacer la aclaración.

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Una chica me escribió pidiéndome consejo.

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Dice que su hombre (no aclara si es esposo o novio) le esta pidiendo que se tome fotos desnuda y ella me pide que le diga como hacerlo.

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Le contesté y ahora lo digo por aquí, no soy nadie para dar consejos pero si lo desea, mañana le puedo dar unos "tips" que le podrían ayudar en cuanto a fotografía de desnudos.

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Muchas gracias, no sólo a los que me han escrito a mi correo sino a los que comentan por aquí, como saben no contestare comentarios para no perder el orden cronológico de mi historia.

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He estado haciendo esfuerzos para recordar los detalles y situaciones, si contestara comentarios, en especial preguntas me pierda en la cronología de los hechos, y nadie entenderá lo que escribo.

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Ya mencioné que llevé redacción en las escuelas donde estudié y además tomé alguna vez un curso, estoy tratando de que este blog sea lo más comprensible y detallado posible.

domingo, mayo 21, 2006

Puta no, prostituta si…


Ayer dije que escribiría acerca de cómo tomarse fotos desnuda para dárselas a un hombre, cambié de opinión, ese tema lo dejaré para más adelante.

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Ayer recibí un comentario del Dr. Sutil, y vale la pena contestar porque no me hace preguntas cuyas respuestas están en los posts anteriores, basta con leerlos, ni me hace preguntas que desvíen el orden cronológico de mi diario.

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Sí soy valiente al contar mi vida íntima, en especial porque fui prostituta, lo contaré todo sin censura.

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Es cierto que estoy conservando mi anonimato, lo cual hace que en realidad y para ser honesta no sea tan valiente como se podría pensar, ni mi intención es la de dar imagen de valiente.

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Respecto a mi buena memoria las primeras incursiones al sexo se graban más, las primeras sensaciones cuando las manos de otra persona te tocan, los primeros olores y los primeros sabores, difícilmente una mujer los puede olvidar.

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Supongo que Raul1 sabía lo que hacía, sabía donde colocar sus manos, sus dedos, su boca, además de saber donde poner el pene y moverse aunque fuera rudimentariamente, tenía idea de lo que hacía, sentir sus manos, su pene, sus dedos y su boca, despertó en mí el deseo, no lo niego.

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A las prostitutas las llaman putas, sin embargo creo que una puta es una mujer promiscua que sin cobrar tiene sexo con muchos hombres. Lo hace sólo por calentura, deseo, curiosidad o simplemente por carecer de autoestima.

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Muchas prostitutas fueron putas antes, luego empezaron a cobrar. Para no meterme en profundidades semánticas, preferí usar el término "ex puta", de esta manera todos entenderán la esencia de este blog.

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A Don Q lo conocí en una relación cliente - puta, la relación dio un giro importante, me aconseja, me apoya, me ayuda, es un caballero de más de 50 años que se ha convertido en un hombre muy importante de mi vida.

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Sabe seducir y convencer, él advirtió que nuestra relación no sería fácilmente entendida, pienso hablar a fondo de él con más frecuencia, incluso antes de llegar a nuestra historia cronológicamente.

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Creo que muchas de las veces las mujeres despertamos más temprano a la vida y al sexo que los hombres, lo traemos en la sangre y en la mente desde muy pequeñas. Muchas mujeres no lo reconocen, si yo tuviera que mostrar mi verdadera identidad creo que no lo haría.

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Por experiencia propia en mi antiguo oficio, muchos hombres maduros prefieren mujeres muy jóvenes, entre más jóvenes mejor. Pasé por la cama de muchos de ellos que me dejaron experiencia y buenos y malos recuerdos, y mucho dinero.

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Desde que empecé a trabajar como puta profesional supe distinguir entre una relación profesional y una sentimental, siempre estuve atenta de no confundirlas, eso me ayudó a crecer.

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Este blog no es un juego para mí, lo empecé a sugerencia de Don Q, después me dijo que me serviría de terapia, que sacara todo lo que llevo dentro.

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Poco a poco voy sacando todo y así seguiré.



5 Comentarios:

  • A la/s abril 25, 2007 7:06 p.m., Blogger john dijo...

    Querida Tina Marie:

    Me encantan tus relatos, recien comence a leerte despues de que cerraron tu blog.Me recuerdan como con apostando en juegos de cartas tuve mis primeras experiencias sexuales.
    La gran diferencia es que quien jugaba conmigo era mi prima de 15 anos (yo tenia 16) y fue con ella con quien tuve mi primera relacion sexual. Quisiera saber si no te molesta si has tenido alguna relacion con algun familiar y que piensas del incesto?

     
  • A la/s abril 25, 2007 7:10 p.m., Blogger john dijo...

    Este comentario ha sido eliminado por el autor.

     
  • A la/s abril 26, 2007 12:47 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

    Hola Tina Marie, de nuevo Baplun por aqui, debo decirte mi niña, que, que eres estupenda escribiendo, deberias hacerlo con otra visión.

     
  • A la/s mayo 05, 2007 2:43 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

    Encontré tu blog por casualidad y me agrado mucho la manera como escribes.
    Yo también fui prostituto solo que yo trabaje para otra persona que conseguia los clientes.Me identifico mucho con las cosas que pasaste, realmente no se entiende la esencia de todo eso si no se ha vivido.
    De alguna manera somos personas que siempre seremos diferentes.
    pues nada no quiero escribir algo largo y confuso solo felicitarte

     
  • A la/s junio 06, 2007 2:52 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

    hola Tina,voy a serte sincero me fasino este espacio, es realmente interesante ,por que realmente te vas dandop cuenta de como el sexo forma parte de tu vida de una manera en la cual no se puede escapar a el, y aveces no queremos escapar :)... yo recuerdo mi primer beso , fue a los tres años, y mi primera experiencia sexual fue a los 5, pero es un poco diferente, leugo te contare detalles, asi tmb te entetienes un rato, un saludo wapa , hasta pronto

     

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