El negocio era bueno y rápido...

-

La primera impresión que tendría el cliente seria verme desnuda y ayudaría a que se animara, sin embargo no podía despojarme de toda por pudor y pena así que cubrí mi cuerpo con manos y ropa mientras llegaba, Don X aprovechó para preguntar si tenía celular y le respondí que no, el de ÁngelU no lo había usado mucho tiempo, me dijo que en mi oficio y trabajando en la plaza era imprescindible porque los clientes del barrio llamaban a las que no habían trabajado y ellas iban a darles servicio, tapándome el busto y entrepierna dije si, momentos después llego su amigo, otro hombre maduro rondando los cuarentas y más delgado que Don X, de piel morena, seguía alterada a pesar de mi experiencia con la señora y amigos de Perla pero esto era diferente y seguía siendo mi primer día y es difícil recordar la apariencia de gente común, a este hombre lo llamaré DX2 que quiere decir Don X 2.

DX2 me pidió que descubriera mi cuerpo y abrió los ojos, me pidió que diera una vuelta muy despacio y cuando terminé dijo “sí, sí” llevándose la mano al bolsillo y sacando dinero diciéndole a su amigo en tono jocoso que se “largara”, nos quedamos solos me pagó y se quito la ropa, tiempo que aproveché para sacar un condón, se sentó y directamente me dijo “ven a mamármela”, comencé y en poco tiempo se le paró, dejé de chupársela y se la jale diciéndole que se le había parado muy rápido, me pidió que lo cabalgara de frente a él y lentamente me fui ensartando hasta que sentí que tocaba fondo, lentamente subí y baje, DX2 se prendió de mis pezones y solo dejo de succionar para decirme, “cómo no se me va a parar si estas buenísima y eres muy buena mamadora”, yo seguía moviéndome como si no lo escuchara apoyándome en sus hombros, DX2 me tomó mis nalgas ayudándome a acelerar, así me rozaba menos y al tener menos fricción me sentía libre, por eso lo hice terminar rápido.

Mientras nos vestíamos me pregunto también respecto al celular y volvió a decir que era necesario, salimos juntos y se dirigió a su amigo, espere para no irme sin despedirme y escuché su cuchicheo y risas, me acerqué a Don X quien me pidió que volviera al día siguiente, que tenía amigos interesados en mis servicios, que él mismo me volvería a tomar, que no perdía nada al pasar a saludarlo, salí del local sabiendo que me estaba yendo bien y que Ross tenía razón, ahí se ganaba bien, hasta ese momento llevaba cuatro servicios pagados y no me había subido a un auto que era la fuente de ingreso principal, reflexione respecto a que con los clientes como Melgas y DonRa era sexo fácil porque no duraba mucho y en especial trataría de dar servicios a los del barrio y le daría preferencia a quien durara menos y fuera menos exigente.

Decidí ir a dejar mi dinero a Don Abarroto exceptuando la comisión de Tontón, después de todo había eyaculado dos horas antes y ni siendo un súper hombre me inquietaría, llegué a la tienda y había un cliente, me preguntó si había traído su encargo, me desubicó pero se trataba de una clave y le dije que si, le pidió a su empleado que atendiera el negocio y me llevó al patiecito, me preguntó que se me ofrecía y le dije que le llevaba dinero a guardar, antes de llevarme la mano a la bolsa agarro mis nalgas bajo el pantalón y calzón recorriendo la línea intermedia deteniendo la yema en mi ano haciendo movimientos circulares, se me doblaron las rodillas y no tuve más remedio que apoyarme en él para que siguiera, sacó la mano y le di mi dinero. De regreso a la placita recapitulando esta última experiencia me dije, “al que le va a oler la mano es a él y no a mí, pobre de su esposa si llega”, pero mi mente estaba en otra cosa, no en volver a ver a Tontón para “atenderlo”.

-