"En riesgo..."
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Quizá ese mismo día, o unos poquitos después, fui con Don Abarroto por algún motivo. Tenía un cliente o dos y dentro del mostrador, además del joven empleado, había otro hombre, de la misma edad. Al verme entrar me hizo una seña pidiéndome que me dirigiera hacia una pared donde había unos anaqueles.
Don Abarroto dejó que su empleado atendiera a la clientela y por detrás del mostrador se dirigió a donde yo estaba. Me pidió que pasara por un pequeño espacio que había entre los anaqueles y el mostrador. Así lo hizo y nos colocamos atrás de los primeros. Inmediatamente, se bajó el cierre del pantalón y me mostró el miembro, el cual estaba totalmente duro y apuntando hacia mí. Noté que su pene estaba algo brilloso, probablemente ya se la habían estado mamando alguna(s) de las chicas que dejaban sus cosas encargadas en la tienda. Por eso andaba literalmente como burro en primavera y no podía aguantar llegar hasta un lugar más apropiado.
Lo lógico era que nos saliésemos al pasillito donde ya le había pagado “en especie” el servicio que me daba. Sin embargo, el coito sería ahí mismo, mientras escuchábamos a la clientela llegar e irse, preguntar por algún precio o pedir algún producto.
Sentí que no me quedó más remedio que condescender con él, así que inmediatamente saqué de mi bolsa un condón y se lo intenté poner pero me detuvo para bajarse los pantalones y el calzoncillo. Aproveché para hacer lo propio. Una vez que su ropa estaba a la altura de sus tobillos, le coloqué el condón, el hombre se acercó a mi oído y dándome un pedazo de tela limpio me dijo que me lo metiera en la boca y lo mordiera. En ese momento no comprendí la razón de esa petición.
Mientras todo esto pasaba, se podían oír muy bien las voces de las personas al otro lado de los anaqueles e incluso el ruido que provocaban los autos al pasar por el frente de la tienda. Si bien mi entrada al comercio había sido discreta, y mi pase atrás de los anaqueles no había llamado la atención, el riesgo de que hiciéramos ruidos sospechosos e incluso delatores era muy alto, sin mencionar la enorme posibilidad de que los que estaban detrás del mostrador dieran unos pocos pasos y pudieran ver ese “show” gratis. Aún así, no quise tomar el riesgo de que se le bajara si yo le discutía, le di la espalda y me empiné, aunque olvidé morder con fuerza el pedazo de tela que traía en mi boca…
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Quizá ese mismo día, o unos poquitos después, fui con Don Abarroto por algún motivo. Tenía un cliente o dos y dentro del mostrador, además del joven empleado, había otro hombre, de la misma edad. Al verme entrar me hizo una seña pidiéndome que me dirigiera hacia una pared donde había unos anaqueles.
Don Abarroto dejó que su empleado atendiera a la clientela y por detrás del mostrador se dirigió a donde yo estaba. Me pidió que pasara por un pequeño espacio que había entre los anaqueles y el mostrador. Así lo hizo y nos colocamos atrás de los primeros. Inmediatamente, se bajó el cierre del pantalón y me mostró el miembro, el cual estaba totalmente duro y apuntando hacia mí. Noté que su pene estaba algo brilloso, probablemente ya se la habían estado mamando alguna(s) de las chicas que dejaban sus cosas encargadas en la tienda. Por eso andaba literalmente como burro en primavera y no podía aguantar llegar hasta un lugar más apropiado.
Lo lógico era que nos saliésemos al pasillito donde ya le había pagado “en especie” el servicio que me daba. Sin embargo, el coito sería ahí mismo, mientras escuchábamos a la clientela llegar e irse, preguntar por algún precio o pedir algún producto.
Sentí que no me quedó más remedio que condescender con él, así que inmediatamente saqué de mi bolsa un condón y se lo intenté poner pero me detuvo para bajarse los pantalones y el calzoncillo. Aproveché para hacer lo propio. Una vez que su ropa estaba a la altura de sus tobillos, le coloqué el condón, el hombre se acercó a mi oído y dándome un pedazo de tela limpio me dijo que me lo metiera en la boca y lo mordiera. En ese momento no comprendí la razón de esa petición.
Mientras todo esto pasaba, se podían oír muy bien las voces de las personas al otro lado de los anaqueles e incluso el ruido que provocaban los autos al pasar por el frente de la tienda. Si bien mi entrada al comercio había sido discreta, y mi pase atrás de los anaqueles no había llamado la atención, el riesgo de que hiciéramos ruidos sospechosos e incluso delatores era muy alto, sin mencionar la enorme posibilidad de que los que estaban detrás del mostrador dieran unos pocos pasos y pudieran ver ese “show” gratis. Aún así, no quise tomar el riesgo de que se le bajara si yo le discutía, le di la espalda y me empiné, aunque olvidé morder con fuerza el pedazo de tela que traía en mi boca…
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17 Comentarios:
A la/s diciembre 07, 2007 4:37 a.m., juan rafael dijo...
Pedazo de tela para morder o para ocultar sonidos?
A la/s diciembre 07, 2007 4:57 a.m., baplun dijo...
Hay momentos en que mientras menos se planea o se piensa en una actividad, esta misma caracteristica que la hace ser mas llamativa y atractiva, a la vez que puede ser disfrutada con mas placer.
Estos rapiditos sin previo aviso, me encantan, por la naturalidad que lo manajabas, mi niña, mi reina eres magnifica con tus narraciones.
Cuidate mucho. bye.
A la/s diciembre 07, 2007 7:41 a.m., Húsar dijo...
de alto riesgo tina. tu relatos están tomando un vuelco mas extremo.
saludos.
A la/s diciembre 07, 2007 9:21 a.m., Anónimo dijo...
hola
A la/s diciembre 07, 2007 10:03 a.m., Anónimo dijo...
neto?... bueno, alguna vez hice algo parecido y me gusto =)
Esperaré el final del relato
A la/s diciembre 07, 2007 10:43 a.m., Tina Marie dijo...
juan rafael:
Las dos cosas...
Saludos.
A la/s diciembre 07, 2007 10:44 a.m., Tina Marie dijo...
Baplun:
Sí, aunque yo no lo planeé y creo que Don Abarroto tampoco. Fue su urgencia la que lo orilló...
Saluditos.
A la/s diciembre 07, 2007 10:45 a.m., Tina Marie dijo...
Húsar:
La visa en sí toma vuelcos extremos en ocasiones...
Saludos.
A la/s diciembre 07, 2007 10:45 a.m., Tina Marie dijo...
Anonymous:
Hola.
Saludos.
A la/s diciembre 07, 2007 10:46 a.m., Tina Marie dijo...
novicia:
Jejeje... Te comprendo.
Saludos.
A la/s diciembre 07, 2007 12:05 p.m., Twain dijo...
Tal vez no viene a lugar; leí la cronología completa,de un solo tajo, casi no me despego, ya estoy al día. Me duele el ojo derecho, no es tu culpa, igual gracias por visitarme.
Un post tiene tu nombre...El próximo
A la/s diciembre 07, 2007 1:42 p.m., Tina Marie dijo...
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Calo:
Muchas gracias por tomarte la molestia de leer mi cronología, asimismo, gracias por la intención de dicho post.
Saludos.
A la/s diciembre 07, 2007 2:23 p.m., jatecha dijo...
ajua¡¡¡ para ke el tapo estaria muy seguro ke te haria gritar o se propone otra cosa? saludos desde cd del carmen
A la/s diciembre 07, 2007 2:25 p.m., jatecha dijo...
ajua¡¡¡ para ke el trapito esta muy seguro de hacerte gritar con su chamba o es para otra cosa saludos desde cd del carmen
A la/s diciembre 07, 2007 2:25 p.m., jatecha dijo...
ajua¡¡¡ para ke el trapito esta muy seguro de hacerte gritar con su chamba o es para otra cosa saludos desde cd del carmen
A la/s diciembre 07, 2007 4:53 p.m., Tamujin dijo...
El estar en un lugar publico es de hecho una de mis fantasias mas recurrentes. Me pregunto por que lo del trapo en la boca. Ya veremos el lunes para que era.
A la/s diciembre 07, 2007 6:22 p.m., Tina Marie dijo...
jatecha:
Jajaja. Gracias por los tres comentarios.
Saludos hasta cd. del Carmen.
Tamujin:
Es una fantasía bastante común...
Saludos.
Gracias a ambos por sus comentarios.
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