Tina Marie

Diario íntimo de una mujer joven ex prostituta

jueves, 13 de marzo de 2008

"Me di el gusto..."

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Su gracia, talento o quizá virtud, al hacer el oral consistía mayormente en que lo hacía de manera bastante considerada y suave logrando que la sensación fuera creciendo. No creo que lo hiciera a propósito sino que era debido a su temperamento. Una vez que terminó, no me dijo nada. Con su silencio comprendí que quería ahora el oral de mi parte. Noté más su no mucha experiencia cuando tuve que tomar la iniciativa y le pedí que se recostara sobre su lado derecho. De esta manera le puse el condón y se la empecé a chupar. Levanté los brazos simulando quererlo acariciar aunque mi idea era simplemente tocarle la papada. Lo logré con las uñas y algunas de las yemas de los dedos, mientras él aprovechó para darme unos apretoncitos no muy fuertes en los senos.
También noté la diferencia con los viejitos cuando se le paró con relativa facilidad, mientras que con aquellos había que batallar el cuádruple para lograrlo. Este hombre estaría en el principio de su tercera década. No más de treinta y cinco. Me detuve cuando con voz muy alta y con cierta dosis de energía me gritó, “¡Ya!” Cesé inmediatamente mis movimientos con la boca y levanté la cara para verlo. Pasó un segundo sin decirme nada y al ver que no hablaba le pregunté “¿Cómo...?” dándole a entender que como querría que fuera el coito. Me respondió que como yo quisiera. Aproveché la libertad que me daba y le pedí que se acostara viendo al techo. De esa manera yo podría controlar las acciones y así terminar más rápido.
“P.S” me obedeció y una vez que se encontraba como yo lo quería, le agarré el pene pasando mi mano desde la punta hasta la base para ajustarle mejor el condón y también para reconocer su longitud y grosor: Tamaño normal. Es importante saber lo que va a entrar en tu cuerpo para irte haciendo a la idea, prepararte mentalmente. Creo que ni siquiera recapacité en eso, habrá sido de manera inconsciente. Sin soltarle el miembro, puse ambos pies a los lados de sus caderas y las fui bajando hasta que sentí la punta casi topando en mi ano, así que moví las caderas un poquito hacia adelante para colocarlo justo afuera del orificio vaginal. Una vez que lo sentí en el lugar correcto, bajé más mis caderas y me fui ensartando poco a poco. Mis movimientos fueron acompañados por una exclamación de placer por parte de “P.S.” y supongo que por algún gemido de mi parte. Una vez que el pene me topó, descansé mis rodillas sobre la superficie de la cama y me recliné hacia adelante. Me apoyé en sus clavículas y cuello y comencé a moverme de arriba hacia abajo. Su lenguaje se volvió ligeramente sucio, nada alarmante, simplemente frases como, “¡Que rico se siente!” o, “Que sabroso te mueves”.
Empecé con movimientos suaves, tratando de llegar hasta la punta de su pene y luego regresar hasta el fondo, yo seguía con la tentación de tocarle la papada, así que como él me empezó a pellizcar los pezones, abrí un poco los brazos y me incliné ligeramente hacia adelante para facilitarle su accionar y, discretamente puse mis manos alrededor de su cara y con las yemas de los pulgares hacía como si le diera un masaje en el punto de mi interés.
Consideré que era el momento de acelerar el ritmo y comencé a moverme con mayor rapidez, “P.S.” comenzó a besarme el cuello, subiendo por la mejilla hasta que nuestras bocas se encontraron. No le quise matar el momento así que le respondí el beso pero, como no era lo que me interesaba, en un par de segundos quité mi boca de la suya y para no ser tan obvia, comencé a besarle un cachete y empecé a descender hasta que por fin llegué a su papada. Se la empecé a lamer y comencé a sentir lo blandito y terso que la tenía. Luego literalmente se la chupé, metiéndome lo gordito de la piel en la boca. No era como esas papadas arrugadas de hombres muy mayores, sino la de un hombre de edad mediana, tersa, algo abombada y no demasiado voluminosa.
Me agradó la sensación así que aceleré aún más mis movimientos. Cuando empezó a pedirme que no me detuviera (síntoma de que la eyaculación está cerca) Dejé de chuparle la papada para que mis oídos no estuvieran muy cerca de su boca hasta que quedé casi sentada. En ese momento eyaculó con un grito ahogado y agudo, no demasiado masculino. Volví a inclinarme hacia adelante y a apoyar mis manos en la cama para facilitarle a su pene el camino de salida. Nos miramos y ambos teníamos una sonrisa en la cara. Dicha sonrisa desapareció por un instante cuando la cabeza del pene salió por completo de mí.
Me metí al baño para tomar la ducha y recordé que de ahí iría a ver a V.G.T.2. Aunque en realidad primero vería a “chavito”, el trabajo importante era con el viejito. A “chavito” con poco lo contentaba, así que mi enfoque principal era el mayor. Antes me mojarme pensé que hacer y decidí lavarme muy bien el cuerpo y el pubis, no así mis partes íntimas para que el viejito no me reclamara nada. Dudaba que el solo sesenta y nueve con el joven me dejara al gusto del viejo.
Había terminado el servicio con “P.S.” con relativa facilidad. Estaba segura que lo que seguía sería una prueba más difícil...



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12 Comentarios:

  • A la/s marzo 13, 2008 9:23 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

    Hola Tina , te saludo y te pregunto mi duda, ¿Que el sexo oral de él cliente a ti, no implicca riesgos? yo tengo entendido que si. espero tu comentario, saludos. Saraí

     
  • A la/s marzo 13, 2008 11:28 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

    Me encanta la inocencia con la que cuentas tus experiencias. Tu coriosidad y libertad con tu cuerpo. Felicidades.

     
  • A la/s marzo 13, 2008 11:57 a.m., Blogger Tina Marie dijo...

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    Anónimo:
    El riesgo mayor es cuando la mujer está enferma. Quizá por eso menos del 10% de los clientes les hacen oral a las mujeres. O cuando menos eso creo.
    Saludos.


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  • A la/s marzo 13, 2008 11:58 a.m., Blogger Tina Marie dijo...

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    Anónimo_
    Que bueno que te agrade mi cronología. =)
    Saludos.


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  • A la/s marzo 13, 2008 4:45 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

    Hola tina
    como que tu blog se me esta volviendo adictivo felicidades
    me sirve para entenderlas un poco mas en la cama

     
  • A la/s marzo 13, 2008 8:25 p.m., Blogger baplun dijo...

    A veces la ternura surge en algunos hombres de manera diferente, en este caso veo que te causo mucha impresion la papada de P.S., pero bueno que decirte, cada quien tiene lo suyo, y lo mejor de todo es encontrar a alguien que le atraiga nuestros encantos.

    Mi reina, creo que yo estoy mas nervioso ahora, antes de lo que tu estabas al ir a el encuentro con el chavito y los ojos de los amigos de VGTe.

    Cuidate mucho, bye.

     
  • A la/s marzo 13, 2008 8:45 p.m., Blogger Unknown dijo...

    Prostituta al fin!!!, por suerte que ya no lo eres, y no es que las menosprecie, jamas!!!, pero me molesta, ver como las prostitutas, solo se enfocan en el dinero, y a veces no se dan cuenta, que uno de esos hombres puede estar diciendoles la verdad, cuando les expesa sus sentimientos......

    Pero nada, por algo son prostitutas

     
  • A la/s marzo 14, 2008 12:50 a.m., Blogger Tina Marie dijo...

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    Anónimo:
    Qué bueno que te sirva mi blog.
    Gracias por leerme.
    Saludos.


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  • A la/s marzo 14, 2008 12:51 a.m., Blogger Tina Marie dijo...

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    Baplun:
    Jajajaja.
    Sí... era de ponerse nerviosa.... =)
    Saludos.


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  • A la/s marzo 14, 2008 12:53 a.m., Blogger Tina Marie dijo...

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    cciriaco:
    Sí las estás menospreciando.
    Una prostituta se enfoca al dinero porque ese es su trabajo. Así como cualquiera que trabaje se enfoca necesariamente en el dinero porque de eso vive.
    El problema es que algunos hombres no lo entienden y peor aún: Por cada hombre sincero hay diez mil mentirosos que buscan enamorar a una mujer para luego tener sexo gratis con ella...
    Saludos.



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  • A la/s marzo 15, 2008 7:09 p.m., Blogger Unknown dijo...

    Tina, ¿en algun momento pensaste que uno de tus clientes pudiera estar diciendote la verdad, cuando te expresaba que porque hacias lo que hacias?

    ¿Cuando en algun momento buscaba tu compañía más por lo que sentía que por lo que le pudieras dar a cambio de dinero?

    Y te aclaro algo, aunque pienses que estoy menospreciando a las prostitutas, no lo estoy haciendo, sólo que lo estas viendo desde tu posición, y no de este lado, ponte del lado del hombre, para que entiendas lo que planteo.

    ¿Porque dejaste de prostituirte entonces?

     
  • A la/s marzo 15, 2008 10:19 p.m., Blogger Tina Marie dijo...

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    cciriaco:
    Claro que sí lo pensé. Esta cronología va como en el 15 o 20 % del total. Falta muchísimo por contar. Me pasaron muchas cosas como las que mencionas.

    Respecto a tu última pregunta, te sugiero que leas la introducción al blog...

    Saludos.


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