“Amiguitos inquietos”

Mientras Penecorto me rogaba que me detuviera sentí una mano, una boca y un beso en mis nalgas, no perdí el control y solo se la dejé de chupar mientras me decía “ponte”, al levantarme vi a Penelargo muy cerca, lo detuve y le dije “como quedamos, quedamos”, no tenia palabras para explicarles que ese manoseo no estaba pactado, Penelargo me tranquilizo, no quería problemas sólo se limitó a aprovechar la oportunidad de tener mi trasero en sus manos. Mientras me preparaba para recibir a Penecorto le advertí a Penelargo que no fuera a pasarse de la raya, les dije que si querían hablar lo hicieran pero que sería de uno por uno y que había sido su decisión.

Abrí las piernas y Penecorto se hincó con su miembro erecto apuntando a mi cara sosteniéndolo con la mano, lo dirigió a mi vagina mientras yo veía al techo esperando que me penetrara, sentí la cabeza que se deslizó a mi interior, se movió un par de veces hasta que topo, comencé a gemir sin fingir no me reprimía como otras veces lo hacemos hasta que es imposible contenernos, me convenía que vieran que Penecorto era el macho que me controlaba, seguí gimiendo mientras Penecorto aceleraba sus movimientos y empezaba a pujar, me dijo que era muy estrecha, que estaba muy mojada, que se sentía bien conmigo, Penelargo preguntó si estaba muy mojada y le respondió con un efusivo si, mucho. Penecorto beso mi cuello haciéndome mover la cabeza hacia su amigo que preguntó si podía ver más de cerca, entendí que acercaría su cara a mi entrepierna para ver como entraba y salía la verga de su amigo, no pude contestar solo cerré los ojos aceptando, después de todo habían pagado no sólo por estar conmigo sino por ver, además los seres humanos somos vouyeristas por naturaleza, así que el que viera como entraba y salía la verga de su amigo lo excitaría más, supongo que lo que vio fue un suplicio para él.

Penecorto metió y saco por largo tiempo, no recuerdo haber sentido ni las manos ni la boca de Penelargo, quizá me tocó o lamió pero no lo recuerdo, Penecorto me pidió que su amigo me mamara una teta mientras él me mamaba la otra sin sacármela, Penelargo no duraría mucho fornicandome y me estaba pidiendo un servicio más caro sin hablar de compensación, al final si ambos se venían y se sentían satisfechos haría que me dieran una propina o ganármelos como clientes frecuentes, mi respuesta fue cerrar los ojos aceptando. Penecorto le pidió que me mamara una teta y sorprendido pregunto si no me molestaría y le dijo que yo había aceptado, se recostó a mi lado y ambos comenzaron a chuparlos, Penecorto se movía más rápido, yo levanté los brazos a la cabecera de la cama evitando el rechinido, decidí saber como la tenia Penelargo en ese momento, la busqué cogiéndosela con fuerza y se la apreté, la tenia dura como madera aunque no gruesa afortunadamente, a decir verdad ni Penecorto la tenía muy corta, ni Penelargo muy larga, los apodos son solo para diferenciar a uno del otro, de haberlos conocido por separado diría que ambos estaban dentro del promedio.

Se la jalaba a Penelargo con suavidad para darle “mantenimiento” y no se le fuera a bajar, Penecorto comenzó a moverse con furia señal que la eyaculación estaba próxima, mis pujidos y gemidos crecieron, las mamadas se convirtieron en mordidas, mi reacción fue apretar con fuerza la verga de Penelargo y en segundos soltó mi pezón para tomar mi clavícula obligando a que su amigo me soltara, su eyaculación la acompaño de un gemido gutural sonoro de esos que aunque sean en el oído no aturden. En ese momento termino la mitad de mi encargo pero faltaba la que parecía más difícil por tener la verga más larga y estar más que listo para cogerme a pesar de que su amigo seguía dentro de mí.

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