Tina Marie

Diario íntimo de una mujer joven ex prostituta

sábado, 15 de septiembre de 2007

Pixeles

Un detalle de las versiones completas de mañana.
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viernes, 14 de septiembre de 2007

"Un trío pleno en nuevas sensaciones"



Gire mi espalda hacia el cliente de mi izquierda y me incliné, ya la tenia parada, le puse el condón y me la metí en la boca, mis nalgas quedaban al aire para que el otro cliente las viera y tocara si lo deseaba, se la empecé a chupar mientras sentía las manos del otro recorriendo mis nalgas, con un dedo froto la línea intermedia y formamos un círculo virtuoso, con el roce en mi raya y ano me excitó más al igual que a mi cliente “trasero”, fue entonces que comencé a chupar su verga con más furor al “delantero” haciendo que se le parara con firmeza con los consabidos gemidos de ambas partes.

Me pidió que cesara para no venirse, así lo hice y le acomode el condón para que no se saliera, me puse de pie y le di la espalda doblando las rodillas, estiré mi mano en busca de su verga y cuando la encontré atrapé la raíz como si la fuera a estrangular para que no se le bajara y tuviera más presión al penetrarme, seguí descendiendo hasta que sentí la punta y moví el trasero hasta que llego a mi orificio vaginal, fui descendiendo despacito hasta que topo, estaba muy parada y muy dura, sentí presión en mi vagina y me recargué en su espalda para aligerar la presión, en esta posición cerré mis piernas para que quedar encima de las suyas y apreté y solté mi vagina, cuando estás sentada hasta en una silla lo puedes hacer y no solo cuando estás penetrada.

Le dije al que estaba inactivo que se acercara, que se parara frente a mí, se lo dije como pude ya que estaba titubeante debido a la deliciosa sensación que sentía, le pedí que pusiera sus rodillas a horcajadas de mis muslos, cuando lo tuve frente a mí estiré mis brazos y rodeé su cuello, llevó sus manos a la parte baja de mis senos y los levantó para mamarlos, esa doble sensación de locura me forzó a apretar y a soltar con más fuerza mi vagina moviendo rítmicamente mis nalgas, me tenían como sándwich de forma poco común, sólo alcanzaba a ver la parte trasera de la cabeza y la espalda del que estaba sobre mí, pero sentía su pene bastante erecto, su punta topetaba en monte de Venus, no soltaba mis senos un instante y no podía subir y bajar en la verga del otro así que me movía de atrás para adelante como si estuviera bailando una danza erótica, así que aceleré porque el de arriba podía venirse en cualquier momento y quejarse después. Tome las quijadas del de arriba y lleve su boca a mi cuello para que me lamiera, cuando dejó mis senos libres bajé la mano y busqué las del que me estaba cogiendo para llevarlo a mis senos, cogiéndome y sobando mis senos lo forzaría a venirse rápido y así fue, en un instante me pidió que me diera sentones fuertes sobre su verga, le pedí al de arriba que me diera espacio y comencé con los sentones, el de arriba trató de atrapar mis senos pero estaban ocupados así que lo hizo de la parte de arriba terminando en mis axilas ayudando a que mis sentones fueran más enérgicos.

Mientras subía hasta la punta del miembro del de abajo y me dejaba caer el otro me subía de las axilas, lo miré y le pregunte si ya estaba listo, cuando dijo si aceleré hasta que el de abajo me pidió más fuerza así que la que ahora se movía eléctricamente era yo hasta que escuché un aullido señal de que estaba eyaculando. El que tenia arriba se iba a sentar pero lo impedí, me levante lentamente para desencajarme del otro y cada movimiento iba acompañado de una queja de su parte. Cuando quedé libre vi las hebras de semen del de arriba entrelazadas con mis pelos, de haberme tardado hubiera eyaculado sin tomarme que para eso había pagado. Quedó frente a mí y al no dejarlo sentar ya sabia que hacer para que fuera menos cansado y rápido, estaba empapada en mi propio sudor y el de ellos y batida entre mis piernas, me puse de pie y mis nalgas quedaron en los muslos del de abajo sintiendo que escurría llenándolo de líquido vaginal con margarina, le pedí al que estaba de pie que me pasara el condón y se lo puse, aun estoy segura que fue una sorpresa mayúscula para ambos lo que tenía planeado para ellos, y yo seguía ganando reputación y clientela...



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jueves, 13 de septiembre de 2007

“Estaba decidida, mi prestigio por delante”

Estando en el vestidor y por el poco tiempo que tenia me limité a tomar un condón y a guardar el dinero, no retoque mi maquillaje ni me acicale, regrese a toda marcha al privado y al pasar por la oficina de gay1 lo saludé, él solo abrió los ojos apurándome y no le di oportunidad de terminar. Cuando llegué al privado ambos clientes conversaban, yo esperaba que estuvieran molestos, voltearon a verme y noté que se llenaban de alegría, no se quejaron por mi tardanza por dos razones, la primera porque no me había tardado con el cliente de la cocina, y la segunda porque ambos estaban bastante ebrios, al entrar olía muchísimo a alcohol y tabaco.

A sus palabras respondí con sonrisas y deslice los tirantes de mis hombros para desnudarme y se quedaron petrificados viéndome, les pedí que hicieran lo mismo, dejé los tirantes un poco arriba y les repetí que se quitaran la ropa y obedecieron impulsados como por electricidad, cuando los vi me quité la pantyblusa para que toda mi intimidad quedara al descubierto, estaban desnudos y sentados y yo de pie frente a ellos, esbocé una sonrisa y me senté en medio de ambos, inmediatamente se abalanzaron sobre mí pero los detuve diciéndoles que primero nos pondríamos de acuerdo, les pregunte quien estaría conmigo primero, se miraron y dijeron que querían ser primero los dos, los apremié para que no se pasara el tiempo en discusiones, no quería tener problemas.

Después de otra discusión para ver quien sería primero acordaron un juego de niños, aquel de que el papel le gana a la piedra y ésta vence a las tijeras que vencen al papel y así sucesivamente y ganó el que estaba a mi izquierda, “ ahora qué” preguntaron, como sería poco elegante explicarles solo me recargué y pasé mis brazos por sus cabezas hasta rodearlas atrayéndolos hacia mis hombros, su instinto los guiaría de ahí en adelante y supuse bien, comenzaron a besar mis hombros, por mi parte baje mis manos para acariciar sus vientres, ninguno tenía mucha panza así que descendí despacio para no llegar a mi meta muy pronto ya que les quitaría excitación y erotismo, a veces no hay que llegar tan rápido a la meta.

Poco a poco sus bocas y lenguas comenzaron a invadir mis senos y eso me hizo bajar más mis manos hasta sus pubis y miembros, cuando llegaron a mis pezones y los chuparon agarre sus vergas y les di apretoncitos suaves, no me convenía parárselas para acelerar el proceso, eran bastante burdos para mamar teta, había tenido clientes mejores y ni que decir de mis tres amigos en sus piras conmigo, mejor para mí así me excitaba menos, aunque no dejaba de estarlo ya que el cliente anterior sí me había atendido bien. Poco a poco tomaron confianza y acariciaron mi vientre y tenían sus manos en mi pubis, los dejé hasta que intentaron meter los dedos entre mis labios, fue entonces cuando dejé de sóbarles la verga sujetando sus muñecas que lleve de nuevo a mi monte de Venus, afortunadamente no insistieron aunque de vez en cuando sentía un furtivo dedo en el umbral de mis labios mayores pero regresaba al área permitida, yo volví a agarrar sus penes y ahora sí comencé a jalarlos despacito, me concentré con el de mi izquierda ya que sería el primero, se la apreté más fuerte y se la jale “más alto”, ellos seguían felices mimándome los senos sin soltar mis pezones, eso me convenía porque pasaría más el tiempo, pero podría ser que de la excitación eyacularan rápido desencadenando protestas indeseables.

Dejé pasar unos minutos y comencé a arreciar mis gemidos y lamentos haciéndoles ver que ya necesitaba un hombre muy adentro, no pasó mucho tiempo antes de que el que seria primero preguntara si ya quería que me cogiera, le dije si casi en el llanto que no era fingido, simplemente dejaba brotar mis reacciones ante las sensaciones que experimentaba. Solté sus vergas para que quitaran sus manos de mi cuerpo y soltaron mis pezones, me incliné hasta la mesita donde estaban los condones y tomé uno, en ese momento seguía una mamada de mi parte pero lo importante era cómo, era un trío y para dejarlos satisfechos y que hablaran bien de mí ninguno de los dos podía quedarse inactivo, así que procedí a desquitar mi paga y a seguir ganando en buena reputación y clientes.



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miércoles, 12 de septiembre de 2007

"Entre cajas, como en el callejón de mi infancia”

Entré a la cocina con el hombre y me recargué en la pared, se paró frente a mí muy cerca, nos miramos como esperando que alguno diera el primer paso, fui yo y sin decir nada extendí la mano pidiéndole el dinero, se llevo la mano al bolsillo sacando un billete, con temor a ser sorprendida comencé a bajar mi pantyblusa, lo hice hasta que mis pezones quedaron expuestos y lo bajé mas para dejarlos libres por completo, sus ojos se abrieron hasta parecer platos, “ya” le pregunté, es suficiente, los viste bien le dije y contesto con voz acelerada y entrecortada “no”, esperara aun no subas tu pantyblusa. Intentó tocarme, no se lo permití, le dije que no habíamos quedado en eso, después de algunos regateos me ofreció una cantidad similar por dejarme tocar, donde nos encontrábamos estábamos a la vista de cualquiera que pasara por el pasillo, le dije que fuéramos al fondo de la bodega tras una alacena muy grande, a punto de aceptar y pedirle que me siguiera me interrumpió diciéndome que por la misma cantidad me los quería mamar, sin hablar acepte y le dije que me siguiera, atrás de la alacena había cajas de cartón, ahí me saque los senos recargada en la pared, se acercó y de nuevo lo detuve, se volvió a llevar la mano a la bolsa del pantalón y sacó el dinero que depositó en mi mano.

Como el espacio era reducido levanté mis manos para no estorbarle, él había cumplido su parte y yo le di facilidades para que me mamara los senos como era su deseo, comenzó con mucho fervor, subía a mi clavícula y bajaba a mis pezones succionándolos como queriéndolos hacer más grandes, el temor a ser descubierta mezclada con el ganarme un dinero extra estaba llevándome a la excitación, así que baje mis manos para tapar mi boca y ahogar mis gemidos, él continuo hasta que me temblaron las rodillas y recorría mi cuerpo con sus manos sin dejar ninguna parte sin acariciar, cuando despegó su boca de mis pezones solo fue para decir que me quería coger, me preguntó cuánto se cobraba en la casa, le di la cantidad y contestó que me lo daría en ese momento, pero no teníamos condón, yo traía dos que eran para los clientes que me esperaban, se lo hice saber pero los hombres con dinero y experiencia son decididos y es difícil hacerlo desistir, me pidió que le diera uno y que después lo repusiera.

Dentro de mi excitación recordé que en mi casillero tenía condones y nada me impediría ir por uno al terminar con él, de nuevo no respondí y me limité a que sacara el dinero y le aclaré que tendría que ser ahí, contestó que era lógico que no aguantaría ir a otro lado, me hinqué para bajarle el pantalón, ya la traía gruesa pero no parada, le puse el condón y se la empecé a chupar con cuidado, era fácil que me pasara y se viniera reaccionando de manera desfavorable, así que con pocas chupadas suavecitas quedó a modo, me pare y le di la espalda, desabroché la pantyblusa y me recargué sobre las cajas, él se veía decente y tranquilo, me penetró de golpe dándome empujones con fuerza, debía acelerar el proceso, así que moví las nalgas lo más que pude tratando de llevar el mismo ritmo que él, me preguntaba si me estaba gustando y le respondía que mucho y que tenía una verga riquísima, la aceptación de la mujer hace que se debilite su voluntad y terminen más rápido, cuando me dijo gritando que se iba a venir le contesté de manera sexy termina ya, lléname de ti, tomó mis caderas levantándome y ensartándome con su verga de arriba abajo con mucha fuerza, con cada empujón me hizo saltar de dolor y placer hasta que por fin terminó, en cuanto lo hizo apreté mi vagina para sacarme su verga, me vestí y le dije que debía irme.

Tomé el dinero y el condón sin usar y cuando pasé junto a él tomó nuevamente mis senos y me dijo que quería que la próxima lo hiciéramos en la cama y me preguntó si yo iba con frecuencia, le dije que si y nos despedimos con un beso en la mejilla, salí a paso veloz de la cocina y me dirigí al vestidor para prepararme para lo que me parecía más difícil. Con ese cliente no había estado más de diez minutos y los que esperaban habían pagado una hora con trío incluido.


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martes, 11 de septiembre de 2007

“ Con experiencia, dinero y antojo, puede pasar todo”

Abrí la puerta del privado, estaban dos hombres platicando felizmente y mi presencia los alegró más, me invitaron a tomar asiento diciéndome que se estaban aburridos, me ofrecieron algo de tomar y les pedí una bebida suave, en cada privado hay un botón que al oprimirlo encendía una luz en la oficina de gay1 que se presentó de inmediato, pidieron copas para los tres, regreso y disfrutábamos nuestras bebidas, me preguntaron si tendríamos sexo, supuse que iríamos a la recámara y les dije que esa era mi función en el lugar, uno de ellos me aclaró que querían cogerme en el privado, les dije que no se podía ahí, que la casa ganaba por la renta del cuarto, me dijeron que habían estado varias chicas con ellos pero se iban cuando les ofrecían estar los tres juntos, muchas mujeres se opone a los tríos en especial si son ellas con dos hombres, quizá lo vean “inmoral” pero prostituirse no lo ven de esa manera, a otras les da miedo que se las quieran coger analmente y les da pena que las vean empaladas y gimiendo, quizá dicen, “el que me haga gemir que sea el único que me vea”.

Insistían y yo trataba de convencerlos de ir al cuarto pero seguían negándose, se me ocurrió y les dije que pagaran por la recámara ya que insistían lo haríamos ahí mismo, se voltearon a ver y note que no les pareció mal y ambos respondieron “bueno”, lo que proseguía era que aclaráramos que querían, me dijeron que mientras me sentaba en las piernas de uno y me ensartaba, el otro me “manosearía y mamaria las tetas”, les dije que eso era un trío, que de ser así me pagarían más, que el hecho de estar los tres implicaba cuota extra y con mas razón si los dos participaban al mismo tiempo, hicieron un gesto de desdén pero dijeron que el dinero no era problema, que les importaba poco con tal de tener lo que deseaban, les advertí que no habría sexo anal ni eyaculación fuera del condón y que no duraría más de una hora, encogieron los hombros con cara de fastidio mostrando que esperaban que aceptara el trío en el privado y les daba lo mismo.

Me dieron el dinero, lo doblé en mi mano para que no se viera cuando atravesara el pasillo, no debía haber problema pero la actitud y mala vibra de las chicas me hicieron ponerme en alerta, quizá era innecesario pero no escatime precauciones, me pidieron que no me fuera a ir, les dije que el lugar era serio y que ya habían pagado, me contestaron que sí pero que no les mandaran a otra chica, que ellos me querían a mí, sonreí y salí, cuando llegué a la oficina de gay1 y pagué le dije cual era el plan, no le gusto pero le insistí que ya habían pagado y que no importaba donde se diera el servicio, se quedó callado y me dijo que pensándolo bien no era malo, que así se ahorraría preparar la recámara y si alguna otra pareja quería servicio habría disponible, guardó el dinero viendo el libro y con una sonrisa me dijo que me estaba yendo muy bien ese día, que me llevara un cartelito de “no molestar” y lo colgara en la puerta y si se me “ofrecía algo” oprimiera muchas veces el timbre del privado.

Antes de regresar fui a los vestidores a lavarme las manos, cuando salía de la oficina entro una chica que se iba a ocupar, vi a su cliente y reforcé la idea de que hasta en horas flojas había trabajo, seguí rumbo a los vestidores cuando un hombre elegante salió del baño de caballeros y me tocó el hombro para llamar mi atención, volteé y me preguntó mi nombre, se lo dije y me dijo que había estado en el salón y me había visto pero que no me hablo porque estaba acompañado y hubiera sido de mala educación hacerlo, asentí y encogí los hombros como diciéndole, “y a mí qué”, me pidió que fuéramos a la recámara y le dije que me estaban esperando, note su molestia, me miró, vio al techo y al suelo como buscando respuestas, pensé en decirle que me esperara pero mis clientes habían pagado una hora y eso es mucho tiempo para pedir que te espere alguien, me quede callada mientras nos mirábamos, su mirada descendió hasta mi busto y me pidió que se lo mostrara, se lo negué y su desesperación aumentó, me ofreció el equivalente a veinte dólares por que sacar mis tetas ahí y se las enseñara, no era mala la oferta, después de todo a eso iba y estaba en el rango de las propinas, pero no se las mostraría en el pasillo ya que me podrían ver, titubeé un momento sin saber que responder mientras él insistía, le dije que aceptaría y que me siguiera, lo lleve a la cocina-bodega y sacaría mis senos, llegamos a la puerta y vi que estaba sola, entré y me siguió sin chistar, pensé que me los sacaría y los vería ganándome veinte dólares extra, pero de nuevo estaba equivocada, un hombre de experiencia con dinero que se le antoja una mujer, no se conforma con cualquier cosa...



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lunes, 10 de septiembre de 2007

De viaje.

Estos días he estado de viaje por motivos laborales, así que el lunes no habrá post. Espero que para mañana martes pueda reanudar la cronología tal y donde se quedó el viernes pasado. Muchas gracias por su comprensión e interés. Les deseo un excelente inicio de semana.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Cuatro versiones.

Estas son las imágenes completas del detalle mostrado el día de ayer, las cuales durarán hasta la noche del Domingo. -06:00 G.M.T.

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Van Dyke.


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Color Antiguo.


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Efecto Cruzado.

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Blanco y Negro Alto Contraste.



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Actualización:

Ya las quité.


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