“La primera parte de la pira termina: ‘ElOl’ ”
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En el instante que me senté para darle el frente a “ElOl”, y por consiguiente a la puerta de la entrada a la recámara, vi que los viejitos nos habían seguido. Sentí un poquito de miedo al verlos. No mucho, después de todo, ya había estado en varias piras y muchos tríos con ellos, siempre sin ningún tipo de problema. Pero sentí algo de miedo porque yo había entendido que el servicio con “ElOl” sería a solas.
De cualquier manera, al ver que el hombre en cuestión se aproximaba a mí para tomarme, me recosté sobre mi espalda y abrí las piernas. En ese momento, los viejitos tomaron mis piernas, las levantaron y comenzaron a acariciar toda mi entre pierna; Mis ingles, mis muslos, parte de mis nalgas y, por supuesto mi vulva. Como siempre, mis gemidos los enardecían más, hasta que alguno de ellos le ordenó a “ElOl” literalmente que me cogiera. Cuando éste me penetró, solté un grito gutural más grave. Mientras que mis piernas seguían siendo presas de las manos de los viejitos. No me las soltaron. Puedo decir que, literalmente, la pira había comenzado.
Lo siguiente no lo recuerdo con toda claridad porque fue una sensación demasiado intensa para mí. Mientras “ElOl” me arremetía con fuerza, sentía manos en mis muslos y nalgas, además que me apretaban los senos y me hacían cosquillas en las plantas de los pies. Perdí el control de mí misma por completo. Conforme más arremetidas, apretones, pellizcos y cosquillas, más se acrecentaban mis gemidos, lo que los enloquecía a todos.
Creo recordar que para venirse, aceleró sus movimientos, siendo vitoreado por los viejitos. Cuando terminó y me la sacó, quedé muy laxa, relajada y débil. Me permitieron cerrar las piernas y me volteé medio camino, quedando de costado, con los ojos cerrados. Como quedé muy aturdida, sólo puedo decir que recuerdo sus voces exaltadas, sin embargo, no sé de qué hablaban.
Habrán pasado un minuto o dos, cuando me tomaron de los pies para colocarme de nuevo bocarriba, en ese momento supe que mi descanso había terminado. Recuerdo que V3 se colocó entre mis piernas, me tomó de las rodillas y me las separó lo más que pudo. Volteé a los lados y recuerdo haber visto a los otros dos viejitos, mas no recuerdo a “ElOl”. V3 les dijo de nuevo que sólo me mamaría el área del clítoris para no “barrer” con lo que había allá abajo. Una vez que empezó, recuerdo que mencionó la palabra “mayonesa” algunas veces, hasta que se dirigió a mí diciendo que yo tenía una fábrica de mayonesa “ahí”. Palabras que bajo otra circunstancia, me hubieran producido mucha risa, mas no en ese momento en que seguía muy aturdida y laxa.
Volvió a concentrarse en mi clítoris como hacía unos momentos, antes de que llegara “ElOl”. Al mismo tiempo, los otros dos viejitos, que se habían recostado a mis lados, comenzaron a chuparme los pezones. Aproveché la situación para estirar las manos y tomarles las vergas. Se las comencé a jalar al ritmo de los empujones que V3 me daba con su boca. Me chupaba el clítoris y movía la cabeza rápidamente de forma lateral.
Por mi parte, yo deseaba voltearme y que si me iba a coger, que lo hiciera en posición de ranita para yo poder descansar, sobretodo las piernas, pero esto les hubiera impedido a los otros dos mamarme las tetas. Así que seguí sumisamente sometida a las manipulaciones eróticas de los tres viejitos y, quien sabe, quizá permanecía por ahí “ElOl”, sin que yo lo pudiera ver. Después de todo, cuando estás bocarriba, lo único que puedes ver bien es el techo, quizá el foco. Y podría unírseles en cualquier momento. Yo no oí ni que se fuera, ni que se quedara...
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En el instante que me senté para darle el frente a “ElOl”, y por consiguiente a la puerta de la entrada a la recámara, vi que los viejitos nos habían seguido. Sentí un poquito de miedo al verlos. No mucho, después de todo, ya había estado en varias piras y muchos tríos con ellos, siempre sin ningún tipo de problema. Pero sentí algo de miedo porque yo había entendido que el servicio con “ElOl” sería a solas.
De cualquier manera, al ver que el hombre en cuestión se aproximaba a mí para tomarme, me recosté sobre mi espalda y abrí las piernas. En ese momento, los viejitos tomaron mis piernas, las levantaron y comenzaron a acariciar toda mi entre pierna; Mis ingles, mis muslos, parte de mis nalgas y, por supuesto mi vulva. Como siempre, mis gemidos los enardecían más, hasta que alguno de ellos le ordenó a “ElOl” literalmente que me cogiera. Cuando éste me penetró, solté un grito gutural más grave. Mientras que mis piernas seguían siendo presas de las manos de los viejitos. No me las soltaron. Puedo decir que, literalmente, la pira había comenzado.
Lo siguiente no lo recuerdo con toda claridad porque fue una sensación demasiado intensa para mí. Mientras “ElOl” me arremetía con fuerza, sentía manos en mis muslos y nalgas, además que me apretaban los senos y me hacían cosquillas en las plantas de los pies. Perdí el control de mí misma por completo. Conforme más arremetidas, apretones, pellizcos y cosquillas, más se acrecentaban mis gemidos, lo que los enloquecía a todos.
Creo recordar que para venirse, aceleró sus movimientos, siendo vitoreado por los viejitos. Cuando terminó y me la sacó, quedé muy laxa, relajada y débil. Me permitieron cerrar las piernas y me volteé medio camino, quedando de costado, con los ojos cerrados. Como quedé muy aturdida, sólo puedo decir que recuerdo sus voces exaltadas, sin embargo, no sé de qué hablaban.
Habrán pasado un minuto o dos, cuando me tomaron de los pies para colocarme de nuevo bocarriba, en ese momento supe que mi descanso había terminado. Recuerdo que V3 se colocó entre mis piernas, me tomó de las rodillas y me las separó lo más que pudo. Volteé a los lados y recuerdo haber visto a los otros dos viejitos, mas no recuerdo a “ElOl”. V3 les dijo de nuevo que sólo me mamaría el área del clítoris para no “barrer” con lo que había allá abajo. Una vez que empezó, recuerdo que mencionó la palabra “mayonesa” algunas veces, hasta que se dirigió a mí diciendo que yo tenía una fábrica de mayonesa “ahí”. Palabras que bajo otra circunstancia, me hubieran producido mucha risa, mas no en ese momento en que seguía muy aturdida y laxa.
Volvió a concentrarse en mi clítoris como hacía unos momentos, antes de que llegara “ElOl”. Al mismo tiempo, los otros dos viejitos, que se habían recostado a mis lados, comenzaron a chuparme los pezones. Aproveché la situación para estirar las manos y tomarles las vergas. Se las comencé a jalar al ritmo de los empujones que V3 me daba con su boca. Me chupaba el clítoris y movía la cabeza rápidamente de forma lateral.
Por mi parte, yo deseaba voltearme y que si me iba a coger, que lo hiciera en posición de ranita para yo poder descansar, sobretodo las piernas, pero esto les hubiera impedido a los otros dos mamarme las tetas. Así que seguí sumisamente sometida a las manipulaciones eróticas de los tres viejitos y, quien sabe, quizá permanecía por ahí “ElOl”, sin que yo lo pudiera ver. Después de todo, cuando estás bocarriba, lo único que puedes ver bien es el techo, quizá el foco. Y podría unírseles en cualquier momento. Yo no oí ni que se fuera, ni que se quedara...
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