Tina Marie

Diario íntimo de una mujer joven ex prostituta

sábado, 6 de octubre de 2007

Sin pixeles.

Ahora dejo un detalle sin pixeles de la imagen que mostraré mañana. Por cierto, mañana haré algo que nunca había hecho en este blog. Será sorpresa.

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viernes, 5 de octubre de 2007

“Siempre había alguien mas...”

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Cuando iba rumbo a la plaza me dio miedo y más cuando pasé por los puntos “álgidos”, cuando terminé la inspección me sentí aliviada ya que no era un lugar escabroso ni tampoco una zona de alta sociedad, lo cual también convenía.

Al llegar el día me vi con Ross, tomamos un taxi y hablamos muy poco y de otras cosas para que no oyera el taxista, mi loca amiga tenía la misma idea de bajarnos algunas calles antes y así lo hicimos, me daba detalles y media cuadra antes pasamos por una tienda de abarrotes y me dijo que tenía “tratos” con el dueño, no pude preguntar más, ni ella alcanzó a darme detalles porque nos llamó la atención una chica que iba por la acera de enfrente, no tenia nada fuera de lo común aparte de juventud y buen cuerpo y que iba en la misma dirección que nosotras, nos miramos y sonreímos. Entre más nos acercáramos a la plaza más chicas convergían al mismo punto, antes de llegar me dijo que buscaría al dueño para presentármelo y me preguntó si veía el depósito frente de la banca de las chicas, le respondí que si y añadió que ahí nos dirigíamos, supuse que ahí estaba la persona indicada, al llegar vi al encargado del depósito que no era el del negocio de la prostitución pero tenía relación, era un tipo feo y desaliñado con mal aspecto como de cuarenta y cinco años, muy moreno, despeinado y con el bigote crecido y desarreglado, a él lo llamaré Tontón, su ropa era económica y de mal gusto, Ross le preguntó por el “líder”, Tontón me miró de arriba abajo abriendo los ojos con morbo levantó el teléfono, habló unos minutos y colgó diciéndonos que “esa” persona nos esperaba en el hotel, le agradecimos y nos despedimos, Ross me dijo que Tontón era el dueño del depósito y que cada vez que llegáramos y quisiéramos trabajar debíamos reportarnos con él y que al irnos pasáramos por el dinero ganado, que el cuidaría, una ventaja para no cargar dinero, le pregunté si era obligatorio coger con Tontón y me respondió afirmativamente agregando que con él no era gratis, que se le cobraría sólo la mitad y a cambio él regalaba cigarros y gaseosas y que cervezas no porque estaba prohibido trabajar ebrias o con aliento alcohólico porque la policía no podría hacerse de la vista gorda.

Conforme caminábamos rumbo al hotel le pregunté a Ross si no había problemas con los vecinos, que si estaban enterados de la actividad en la plaza y el hotel, con indiferencia y nula importancia hizo una mueca chupándose los labios, encogió los hombros y me respondió que la mayoría de los vecinos eran clientes de las chicas y que cuando llegaba una nueva todos la querían ocupar, que se “peleaban” por ella e incluso cuando ella empezó durante varios días no pudo hacerlo “libremente”, eso me extraño y le pedí que lo aclarara, me dijo que durante varios días se sentaba en la banca pero Tontón le mandaba hablar y que al llegar le decía que fuera a uno de los negocios y preguntara por una persona dando una clave, si el interesado estaba no había necesidad de ello, en caso contrario le hablaría al hombre y la invitaría a pasar adonde se realizaría el servicio, cuando terminaba regresaba a la plaza pero nuevamente le hablaba Tontón para otro servicio en el vecindario, mirándola exclamé que ahí había mucho trabajo, abrió los ojos y asintió con la cabeza.

Nos acercábamos al hotel y con temor e incertidumbre le pregunté si creía que el dueño me “pasaría por las armas”, sonrió y puso las palmas hacia arriba como diciendo que tendría que pasar, que si no era en ese momento seria porque tendría ocupaciones, pero que tarde o temprano pasaría, lo interpreté como que en cualquier lugar donde se desarrollara el oficio sería igual.

Era pícara por naturaleza, de nacimiento y dio el cerrojazo con una picardía contundente diciendo,“te la lavaste bien”, llené mi boca de aire y exhalé como respuesta, a media cuadra del hotel súbitamente se detuvo y me detuve también, su semblante alegre cambió a uno serio y me hizo una pregunta....


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jueves, 4 de octubre de 2007

“El terreno no era deprimente ni peligroso”

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Al final de la conversación pensé que lo que decía era interesante aunque menos conveniente que la casa de la señora, pero merecía el beneficio de la duda, me daba miedo pero no era para trabajar por mucho tiempo pero si valía la pena conocer y trabajar temporalmente para adquirir más experiencia de vida, por lo tanto en ningún momento desvié la conversación y si quería saber más. Nos despedimos en el entendido de que el siguiente sábado nos veríamos para que me llevara y si me animaba me presentaría al “administrador” del negocio, me aclaró que de ser aceptada tendría que “pasar por las armas” de él, acepte encogiéndome de hombros y resignándome sin protestar.

Faltaban unos días para mi cita con Ross y se me ocurrió pasar por ahí para ver como era el lugar y percatarme del ambiente así que me puse lentes oscuros, me recogí el cabello y me vestí con saco y pantalón nada llamativo, tomé un taxi y le pedí que me dejara cerca del lugar y no en plena plaza, lugares “secretos” como ese son conocidos por los taxistas, es fácil que sepan si en una esquina o plaza pasa algo, son secretos a voces entre taxistas. Caminé un par de calles hasta el extremo opuesto de donde se reunían las chicas, era una plaza común con árboles y bancas, la crucé discretamente volteando a ambos lados, del otro lado la acera había locales comerciales, a mi izquierda al fondo percibía el movimiento de la gente que caminaba de manera casual sin percatarse de lo que acontecía en el otro extremo, al llegar a la esquina en lugar de doblar hacia la esquina “roja” lo hice en sentido opuesto para rodear y ver que lo que abundaba eran locales comerciales y pocas casas habitación, rodeé hasta volver a donde había iniciado mi recorrido y llegando hasta las chicas y pasar frente a ellas, vi normalidad por todos lados, se respiraba “normalidad” cuando escuchamos “prostitución”, “putas”, lo que viene a nuestra mente es escándalo, ruido, algarabía, bullicio, barullo, agitación, pero no era así en este caso, la acera de la de plaza era normal la de cualquier barrio de ciudad. Caminé unos pasos para cruzar la calle y no pasar al lado de ellas, solo quería verlas a la distancia, había un auto estacionado frente a ellas, cuando llegué a estar frente a el se marchó dejando la banca a mi vista, había cinco chicas bastante jóvenes y a esa distancia percibí si había alegría o tristeza en ellas, no vi que estuvieran a disgusto ni que hubiera hostilidad en el ambiente.

Ross me había dicho donde estaba el hotel, como entrar, salir y regresar a la plaza así que llegue a el, era un edificio de cuatro o cinco pisos que irremediablemente decía “hotel”, a lado el estacionamiento y la puerta de entrada, así que al llegar en auto no requería salir a la acera, había normalidad estaba por doquier, pasé por afuera mirando al interior y no vi nada “anormal”, “llamativo” o “escandaloso”, de hecho no recuerdo lo que vi, de haberme llamado la atención algo se me hubiese grabado, así reafirmaba la posibilidad de aceptar la oferta de Ross que era una chica “aventada y valiente” pero no tonta como para meterse en cosas que la perjudicaran y mi inspección visual lo confirmaba...

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miércoles, 3 de octubre de 2007

“En la esquina, que dilema...”

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Cuando comenzó a decirme del lugar como una nueva opción recordé al hijo de la señora y que casi todas o sin el “casi” teníamos que tener sexo con él, la interrumpí y le pregunté si a ella le había pasado lo mismo y me respondió que había escuchado que en todas partes era igual, que había que pagar “derecho de piso” con el dueño o el hijo según el caso y que a donde me invitaba no sería la excepción, acepte entre resignada y decidida, comento que había conocido chicas que le hablaban de otros lugares y que lo recomendable era tener varias opciones de trabajo, estaba de acuerdo, incluso le había pedido a Perla que me diera información pero lo hacia a cuentagotas, Ross me dijo que lo hacía porque le convenía tenernos a la mano y no que nosotras descubriéramos nuevos horizontes y volvernos independientes, que si salía cliente que quería chica nueva contaba con nosotras, pero que lo apropiado seria indagar entre mujeres a ver que sabían de ese lugar.

Le pedí que me hablara del multicitado lugar, dijo que se dividía en dos, la primera en un hotel no muy lujoso de los que se identifican como de “de paso” a los que se va a tener sexo en parejas de novios o con prostitutas y que se había corrido la voz que habían chicas, que en una salita esperaban a los clientes, y que la segunda parte consistía en que si no querías quedarte encerrada en el hotel había una placita donde las chicas se reunían en una esquina y los clientes llegaban en auto o a pie pero que forzosamente a donde iban a dar el servicio era al hotel, cuando dijo “forzosamente” vio en mi cara un gesto y aclaró que el que manejaba a las chicas tenía un arreglo con el dueño o administrador, pregunte si el hotel era “motel”, me dijo que no pero que si bien había estacionamiento se entraba a pie, le dije que no me gustaba estar a la vista y me dijo que en la plaza y el hotel estaban rodeados por tiendas de abarrotes y locales vacíos, pregunte por la policía y me dijo que mientras nadie armaran escándalo o molestara no habría problema ya que el que manejaba el negocio estaba “arreglado” con ellos y que le constaba que nadie molestaba, que pasaban las patrullas y solo las veían y seguían su camino, le pregunté por el horario, me dijo que podían estar las veinticuatro horas pero que a nosotras por ser “hijas de familia estudiantes” se nos daba la mañana o mediodía.

No había terminado mi cuestionario sobre Ross y ya rascaba mi barbilla, aunque me intrigaba me sonaba interesante....


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martes, 2 de octubre de 2007

“Encaminadas por Perla ya éramos dos...”

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Semanas después de que quedé “libre” me reuní con mis amigas de siempre, Oruga, Rusa, Laura, Jessica y Ross, durante la relación que tuve no me alejé de ellas, aunque ya no las veía con la misma frecuencia, sin embargo la que si se había alejado era Ross, cuando le preguntábamos el motivo se limitaba a decir que había tenido una relación sentimental y que de hecho la seguía teniendo. Yo me quemaba por preguntarle sobre PonchI y los otros dos, cuando nos quedamos solas y nadie nos veía quedamos que hablaríamos por teléfono, yo desde que empecé mi relación había apagado el celular que me había dado ÁngelU y había perdido contacto con mis tres amigos y Perla, estaba totalmente ajena a lo que acontecía con y entre ellos.

Dejé pasar unos días y llamé a mi loca amiga Ross, nos vimos en un café, las relaciones sexuales frecuentes y múltiples le habían sentado bien los meses que la deje de ver, se había ensanchado su cadera, ahora se pintaba la boca con colores fuertes, hasta la fecha no lo deja de hacer, siempre busca colores como el rojo carmesí, no había perdido su sonrisa coqueta y agradable y su sempiterno buen humor. Nos sentamos e inmediatamente comenzó a contarme sus aventuras sexuales con nuestros amigos, me quedé boquiabierta con lo que decía, hoy no me parecería del otro mundo pero en ese momento me emocioné con su crónica, me dijo que había probado sexo anal y que al principio fue doloroso pero después lo gozo al máximo, enfatizó que entre los tres le hicieron muy buen trabajo, que meses atrás se lo habían propuesto preparándola con dedos y lengua cuando los veía por separado en trío o en una pira y que cuando PonchI desvirgó su ano se encontraba preparada física y mentalmente para ello.

Sus palabras me alarmaron, emocionaron y excitaron pero fue más fuerte mí impresión cuando me dijo que había probado la doble penetración, vaginal-anal, cuando me lo decía sus ojos tenían un brillo especial, se notaba feliz por experimentarlo, por ser una mujer afortunada a su edad con muchas vivencias. Hicimos una pausa para dar un sorbo a lo que bebíamos y me miró pícaramente diciéndome en voz baja que se había metido de puta, que Perla la había invitado y me dio los detalles, mencionó la casa de la señora con una descripción acertada, le dije que yo había trabajado ahí con Perla, abrió los ojos y exclamó que le gustaba que Perla fuera tan discreta que nunca le había dicho nada, asentí estando de acuerdo con ella.

Continuó diciendo que era un buen oficio, que era la gran oportunidad para ser independiente para salir adelante en la vida, aunque el ambiente con las otras chicas no era el óptimo, le respondí que lo había notado pero que no le diera importancia, agregó que de repente encontraba a algunas buena onda que no eran egoístas y le daban la mano y que Perla había mostrado ser buena persona y que había encontrado a otra chica que le había recomendado un lugar a donde trabajar, mis ojos se abrieron cuando dijo que ya que había trabajado en eso me invitaba al lugar, que podría interesarme…


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lunes, 1 de octubre de 2007

“Mayor de edad, nuevo orden de vida”

Antes del receso que tuve en mi trabajo por motivos sentimentales vi un par de veces a mis tres amigos y fui a algunas veces a la casa de la señora, el receso fue de algunos meses y terminó al cumplir dieciocho años, cuando vuelvo a quedar “libre” me encuentro en la disyuntiva de volver a la prostitución o dejarlo por completo, después de todo mi necesidad económica no era abrumadora, aunque no quería ser una carga para mis padres, la idea de ser autosuficiente me agradaba y me sigue agradando, además había ahorrado más del noventa por ciento de mis ganancias y ya podía guardarlo en el banco sin problema, por eso no sentía presión. Hay un tema que he evitando y del que sólo una vez escribí y es una de las razones por las que Don Q me sugirió que escribiera esta parte de mi vida, lo tocaré en un futuro próximo, por ahora deseo no perder el orden cronológico, por ello me apegaré a lo que Cronos fue deparándome. También quiero aclarar que de aquí en adelante me será difícil ser fiel al orden.

Hace tiempo tuve una compañera que llevaba un diario desde pequeña y al entrar a la prostitución abrió uno exclusivo para su trabajo, llevó el orden en las cosas que escribía como, “1º. Día, 1º. Palo, 1º. cliente a tal hora, en tal colonia, dijo llamarse “fulano de tal” y dedicarse a tal cosa, su aspecto físico era de la siguiente manera y tenía le verga del tamaño, color y grosor”, también describía los lugares donde daba el servicio, casa, oficina, cuarto de hotel, y hasta las posiciones en que efectuaban el coito. Tenía un buen sistema, si repetía cliente escribía “10º. Día, 38º. Palo, 3º. Cliente, (es el cliente tres que me ocupó tal día y me había dicho que se llamaba de tal forma y se dedicaba a tal cosa). Definitivamente era un buen sistema para llevar un diario de clientes en orden paradigmático, desafortunadamente cuando la conocí yo tenía más de un año de trabajar y ya no me servía.

Cumplí dieciocho años y deje atrás la adolescencia, ya era una mujer adulta ante la ley y ante mí misma, era el momento de tomar las riendas de mi vida, a partir de ese momento me dediqué a estudiar y trabajar en serio, estudiaba arduamente y en mi otro trabajo lo hacía sin queja, pero a partir de que cumplí años le dedique un tiempo de mi día a día a estar consciente a ese trabajo.



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domingo, 30 de septiembre de 2007

De tres versiones, Super Motos y Cuatrimotos.

Ahora muestro tres versiones diferentes del detalle de ayer. Estas últimas semanas han sido de mucho trabajo para mí, muchos viajes y tensión. Y esta semana en especial, la rematé pasando su final en casa de Don Q, quien resultó que su nuevo juguete es una motocicleta deportiva impresionante. De tan impresionante que es que no me pude memorizar su nombre o modelo. He tenido que preguntárselo a él. Es una Suzuki Burgman 650 (espero que así se escriba) que mandó importar porque no la hay aquí.
Con Don Q he paseado mucho en sus cuatrimotos, es muy divertido, sin embargo, esta nueva motocicleta es otra cosa, se siente muy distinto. Tiene dos asientos y... en fin, de motos no sé mucho pero la sensación es muy diferente a la de andar en cuatrimotos. Claro que yo no la he manejado todavía, me da miedo. Las cuatrimotos, sí, es fácil manejarlas. Quizá en futuros fines de semana coloque alguna foto.
Me gusta de él que a su edad sepa vivir y divertirse más y mejor que muchos que no tienen la mitad de su edad...
Para quienes me han estado pidiendo que vuelva a publicar tal o cual imagen porque se la perdieron, les comunico que quizá cuando cumpla el año y medio, publique un nuevo álbum de fotos tal y como lo hice en el primer aniversario, de tal modo que quienes no pudieron entrar algún fin de semana, puedan verlas.
Por lo pronto, aquí están las imágenes de este fin de semana y como es costumbre, durarán hasta la noche del Domingo -06:00 G.M.T.


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Daguerrotipo.


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Kallitype.

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Vívido.


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Actualización:


Ya las quité.


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