Tina Marie

Diario íntimo de una mujer joven ex prostituta

sábado, 3 de mayo de 2008

"Vispera..."

Mañana mostraré la sorpresa que he estado mencionando en los últimos días. Gracias, de corazón a todos los que me han escrito al correo y, en especial, a quienes han mostrado su interés en los comentarios en este mismo blog.
Es posible que algunas personas necesiten los siguientes programas para visualizar lo que he preparado con mucho cariño:



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Aunque creo que la gran mayoría no necesitará descargarlos. De cualquier modo, los programas están ahí. Es mejor prepararse con anticipación, ¿No creen?

Hasta mañana y gracias.



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Nota:

Debido a que me han pedido que sea más democrática y a la naturaleza de la sorpresa de mañana, he decidido abrir la siguiente encuesta, la cual se cerrará a las cero horas del Lunes, o lo que es lo mismo, a las 12 de la noche del Domingo, repito, a la medianoche del Domingo se cierra la encuesta, hora del centro, según creo sería -05:00 G.M.T. La podrás encontrar, como la anterior, en la barra de la derecha de este blog. Gracias por tu voto.

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viernes, 2 de mayo de 2008

"A unas horas..."

Ya faltan unas horas para el fin de semana y voy muy adelantada en la sorpresita...

jueves, 1 de mayo de 2008

Sin ningun efecto.

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Ya que me han pedido insistentemente a mi correo que repita la imagen del fin de semana anterior sin efectos, aquí la pongo. Sin embargo, ¿No me dirán que se ven mejor las otras?... Más surrealistas, irreales... casi fantasmagóricas... A mí me gustan más los efectos... Pero ya que me lo pidieron, aquí están.
Las imágenes durarán hasta la noche del jueves hora del centro. Creo que con el cambio de horario, ahora es -05:00 G.M.T.

Esperen una sorpresita para el fin de semana. Me estoy puliendo. Gracias por su interés y paciencia.


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Actualización:

Ya las quité.


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miércoles, 30 de abril de 2008

Preparacion.

Estoy preparando algo especial para el blog. Es por eso que no coloqué la continuación de la cronología hoy. Muy pronto sabrán la razón. No dejaré de colocar post diario. Gracias por su interés.

martes, 29 de abril de 2008

"Tres platos, dos rondas completas..."

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Sentí las manos de PonchI en mis nalgas. Acto seguido, me las abrió, y en un segundo ya me estaba haciendo oral. Lógicamente comencé a gemir, pero entre mis gemidos, tengo la idea de haber escuchado algún cuchicheo allá abajo. Sé que Ross dejó su posición, quizá para ver a su hombre lamerme la vulva o, podría ser, para guiarlo, decirle que hacer e intercambiar comentarios. Entre mis gemidos, jadeos y el tragar saliva, sólo escuchaba el típico cuchicheo, como una especie de zumbido, aunque alcancé a oír por parte de ella, algo así como: “...panocha, ¿eh?”. A lo que PonchI le respondía, sin despegar su cara de mi trasero, con un “Mhmhmh”. El regalo de ella para su hombre, estaba saliendo a pedir de boca.
Sin previo aviso, y súbitamente, dejé de sentir las manos y la lengua de PonchI, y en cuestión de un segundo o dos, Comencé a escuchar los gemiditos de Perla. Nuestro amigo, iba a repetir platillo, aunque se tratara de un simple entremés.
Después escuché a Ross proferir gemidos y lenguaje sucio. Señal de que PonchI había cambiado de “plato”. Entonces, los gemidos se convirtieron en un gritito por parte de ella. Fue un gritito, más de sorpresa, que realmente de dolor, para luego decirle, entre riendo y celebrando: “No me muerdas ahí”. La forma en la que se lo dijo, era más como una invitación a que lo volviera a hacer que una advertencia o una petición conminándolo a detenerse. Nunca supe si le mordió una nalga o un labio pero, por el volumen, llegué a pensar que fue uno de sus labios menores. Sus pujidos se fueron incrementando, señal de que PonchI retomó la seriedad y se dedicó a mamársela en serio a nuestra loca amiga.
Siguió conmigo y volvió a lamerme con mucho cuidado, de abajo a arriba, no dejando seca ni una parte de mi vulva. Mis gemidos aumentaron cuando sentí un dedo en mi ano. Era más bien pequeño y delgado. No había duda de que ese dedo pertenecía a Ross y no a PonchI. Además de que luego lo empezó a sacar y meter de forma vertiginosa y nuestro amable amigo siempre era más gentil, y no hacía eso sino hasta después de prepararte muy bien, cuando ya estabas tan caliente que tu misma lo necesitabas.
Viéndolo en retrospectiva, y quizá es algo en lo que no había reflexionado nunca hasta ahora, me encontraba un poco tiesa, no muy desenvuelta. De haber estado en otra circunstancia, es decir, no con la mujer y “su hombre” al mismo tiempo, sino con PonchI sólo, o con casi cualquier otro, con quien me sintiera en confianza, le hubiera movido un poco el culo de un lado a otro o de arriba abajo, para parecer más erótica y sexual. Estando tan quieta, supongo que me vería como una novata o, como alguien que está ahí sólo por cumplir y ganarse un dinero (postura que siempre evité). Creo que el hecho de que, de alguna manera, fueran pareja, o tuvieran algún tipo de relación romántica o cuasi romántica, me cohibía un poco. Aún así, dentro de mis limitaciones mentales, hice mi mejor esfuerzo. Esto me sirvió para un futuro, en el que esposas contrataron mis servicios, ya fuera para un trío, o exclusivamente para su hombre, ya fuera por un cumpleaños, algún tipo de aniversario, o algo así.
La lengua de PonchI y, el muy probablemente dedo de mi amiga, me excitaron. Afortunadamente, como la sesión iba para largo, este escarceo tri-oral no se alargó demasiado. PonchI se estaba dosificando bien, o, ¿Sería Ross quien dosificaba a PonchI? De cualquier modo, la pleitesía para con su hombre, estaba a punto de continuar.



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lunes, 28 de abril de 2008

“Entremes ligeramente condimentado...”

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Ross y PonchI se quitaron de en medio. Dejaron de besarse para asirnos con más fuerza de las nalgas a Perla y a mí, y luego nos empujaron para que nuestros vientres se unieran. Perla y yo entendimos el mensaje, y comenzamos a besarnos en la boca, mientras nuestros amigos nos apretaban con más fuerza las nalgas.
Este mini “Lesbian Show” fue más bien efímero. Ross ya tenía algo más en mente. Así que, mientras estábamos besándonos, nos separó tomándonos de la cintura, dejo algo respecto a que era hora de que PonchI comiera o cenara y nos llevó a la orilla de la cama. Nos dirigió cómo poner nuestras rodillas en el borde y sonriente le dijo en voz alta y festiva a su hombre que, era la hora de “su banquete”. Entonces nos pidió que nos pusiéramos de a perrito, pegando los codos a la cama y metiendo la barbilla en el medio, para luego salir con una de sus tremendas picardías: “Espero que anden bien ‘condimentadas’, como le gusta a mi viejo”. Yo esperaba escuchar alguna risita, en especial la de Perla, pero no pasó nada. Será que la posición te dificulta el reír. Lo siguiente lo tendré que adivinar: PonchI se acercó a nosotras, y Ross, señalándome a mí le dijo: “A esta al último, esta siempre es la más condimentada. Déjala hasta al último”. Supongo que se refirió a mí porque tengo la idea de haber sentido un ligero rozón de su dedo, o más bien de su uña, en la parte arribita de las nalgas, justo debajo de la cintura. Luego Ross agregó, “Cómetelas todas papi, para eso te las traje, déjanos bien limpiecitas. El banquete está servido”.
Creo que ese tipo de cosas que tenía ella, hacía que PonchI y muchos hombres se le enamoraran. Su hombre podría tener a otras mujeres pero al final se quedaría con ella por su mente y buen corazón. Además de bonita físicamente, tenía ese plus que me ha sido tan difícil de definir con palabras a lo largo de mi cronología.
Como permanecí en cuatro, con mi trasero casi apuntando al techo, tal como estábamos todas, y no fui la primera que PonchI “se comió”, es decir, la primera a la que le hizo oral, me relajé y cerré los ojos. A los pocos segundos, comencé a escuchar algunos ligeros gemidos. Se trataba de Perla, a quien PonchI se la estaba mamando desde atrás. Ni siquiera hice el intento por abrir los ojos, era fácil imaginarse la escena: Los tres culos dispuestos para el hombre y comenzó con el que se encontraba a su derecha, por cierto, el más moreno de los tres.
Después me enteré que mientras nos lamía a las tres, nos tomó fotos empinadas de esa manera, acercamientos individuales incluidos. En un momento dado, Ross le dijo, “Para la otra, te traes un aparato de laparoscopía”. Escuché la risa tímida de Perla y la más franca de ella misma. En el momento no entendí el sentido de la frase.
Perla dejó de gemir, síntoma de que PonchI había terminado con ella, y al instante, los gemidos y pujidos de Ross los sustituyeron. Recuerdo que hubo un diálogo muy erótico entre ellos, quizá rayando en lo escatológico, desafortunadamente no recuerdo ni una sola frase concisa. Lo que sí recuerdo es que Ross era incapaz de generar envidia en su ser. Y con respecto a mí, siempre hablaba bien. Para ella decir que yo era la más condimentada, incluso la más apestosa, era hablar bien de mí, estaba diciendo cosas buenas de mí como mujer sexual, o de mi sexualidad. Así que, antes de que PonchI terminara con ella, algo alcanzó a decir que seguía para él, “el platillo fuerte”, o algo por el estilo.




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Audio Podcast




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domingo, 27 de abril de 2008

"Mas clara aun..."

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Como me han pedido imágenes sin muchos efectos, aquí dejo ésta. Ya la había mostrado con los efectos anteriores. Por cierto, para quienes los añoran, pronto volveré a mostrar imágenes recientes con efectos que ya son tradicionales aquí.
La imagen durará hasta la noche del Domingo -06:00 G.M.T.



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Actualización:

Ya la quité.
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