Tina Marie

Diario íntimo de una mujer joven ex prostituta

sábado, 9 de junio de 2007

Un negativo mas

De este negativo saqué varios positivos porque no me decidí por uno solo. Mañana meteré las versiones que hice.


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viernes, 8 de junio de 2007

“Servicio rapidín, a mi gusto...”

Estrené los zapatos que me había “vendido” la señora, me miré en el espejo y al darme la vuelta vi de nuevo como se me metía la red entre las nalgas resaltándolas, al ver que me miraba en el espejo la señora me preguntó si me gustaba como me veía y le sonreí a manera de aceptación y agregó que más le gustaría a los clientes.

Al salir me esperaba el chico gay que me guío por el pasillo a las recámaras, del otro lado estaba la oficina del gay donde hacía las cuentas del día, me pidió que lo esperara, fue a la oficina y regresó con un condón, caminamos unos pasos y me dijo que cuando el cliente estuviera listo lo llevara a la recámara, que el condón estaría encima de un buró, que no fallara porque ese tipo era muy importante para el negocio y que se la mamara sin condón, esa zona de la casa era la zona VIP para clientes “distinguidos”.

Del lado contrario había varias puertas, entramos y era un pequeño cuarto de tres metros por tres con luz muy oscura, como morada con una pequeña salita y una mesa donde estaba una botella con servicio de agua y gaseosas y una cubeta de hielo, y en el sofá estaba un hombre que no alcancé a ver bien. El gay se dirigió al hombre que se levantó de su asiento mirándome de arriba abajo y extendió su mano, el empleado se retiro dejándonos solos. El cliente me invitó de su bebida, no acepté y entonces me ofreció lo que quisiera oprimiendo un botón y al instante apareció el gay al que le pedí un jugo de manzana.

Una vez solos habló de muchas cosas que no recuerdo y me pidió que me pusiera de pie porque le gustó como se me veía el conjunto de red, que era como andar desnuda, dijo, me preguntó “se podrá… tú sabes… sin necesidad de que te lo quites...” Me preocupaba que se rompiera el trajecito, pero recordé que estaba hecho de nylon y por si eso no bastara la señora me lo repondría por haber dejado contento al hombre. Así que sonreí y encogí los hombros como diciendo que si quería lo podríamos averiguar.

Hizo que me parara frente a él y le diera la espalda tocándome la punta de los pies poniendo mi trasero en su cara, dijo que con la red formaba “gorditos” como rombos alabando la parte trasera de mi anatomía, hizo que me sentara a su lado para pellizcar mis pezones que brotaban por la red mientras preguntaba si era mi primer día.

Recordé que la señora me había dicho que le gustaban las nuevas, así que respondí afirmativamente, agregué que había ido una vez para conocer el lugar y a saber como se trabajaba, el no dejaba de pellizcar los pezones, luego se bajó el cierre del pantalón y con voz bajita dijo, “agárrame la verga”, lo hice y se la comencé a jalar para estirársela como si estuviera desenroscando, así se para rápido, al poco tiempo y desesperado pidió que cesara y que fuéramos al cuarto, lo tomé de la mano y lo llevé preguntándole si me podía quitar el trajecito y con voz exaltada dijo que como yo quisiera, me lo quité y me hinqué para chapársela que fue poquísimo, más para lubricársela que otra cosa ya la traía bastante parada, le puse el condón y me dijo que me fuera a la cama, lo obedecí y ya cerca de la orilla me empujó y caí de bruces sobre el colchón, me tomó de las caderas y me penetró de a perrito sin mas mediación. Sus movimientos fueron muy salvajes y desconsiderados pero estaba tan excitado que duró muy poco, al terminar la sacó y me dio una nalgada con ambas manos y me empujó para que se recostara boca arriba diciéndome qué estaba buena y algo mas y dijo que “se la debía” que se había calentado tanto conmigo que no me había agasajado bien, que en otra ocasión lo haría, sonreí y pensé que se lo diría a la señora, un siguiente servicio con ese cliente implicaría un trabajo más pesado y me pagaba bien o me daría más cosas de las exclusivas que tenía.

Mientras permanecíamos acostados pensé que era necio y hosco andando caliente cuando le gustaba una mujer, así que pensé en no bañarme ahí y hacerlo en el vestidor como las otras chicas. Cuando intenté levantarme me dijo espera, volteé a verlo estiró su brazo y me pellizco fuerte en mi monte de venus diciendo que no se quería quedar con las ganas de agarrármela, me puse de pie y le dije que tenía que irme porque no pensaba trabajar pero había salido ese servicio, repitió que se la debía y que me daría un agasajo tremendo próximamente.

Salí de esa recámara y fui a la oficina del gay, con una seña le di a entender que había terminado el servicio, me respondió de la misma forma, yo iría a bañarme y él a ver al cliente. Un nuevo servicio que había sacado a flote, rápido y fácil, sólo con un ligero escozor en mis partes íntimas, se lo dije a la señora aunque no le mencionaría que se me había hecho fácil, había que sacarle jugo a cada aspecto de la situación.



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jueves, 7 de junio de 2007

“Transformada y lista para trabajar”

Durante ese día y el siguiente mi cabeza estuvo en ese cuarto, en ese largo lapso en que transcurrió la pira, pero recapacité y volví a darme cuenta que realmente me estaba enviciando con ellos, lo primero que hice fue apagar el celular de ÁngelU, ya que si me llamaban no me daría cuenta, el inconveniente sería que si llamaba Perla tampoco podría contactarme.

Después de esos días fui con la señora, por alguna razón no me sentía segura de ir y decir “aquí estoy vine a trabajar” así que busqué un pretexto como que iba a dejar alguna cosa a mi locker, cualquier cosa. No sabía si llamar a la casa de la señora, finalmente me decidí, me contestó el gay quien me dijo que me recibirían aunque solo fuera para eso.

Durante el trayecto dudaba si quedarme un rato a trabajar o retirarme, no tenía motivo para no quedarme dos o tres horas, quizá más, pero no estaba decidida, la duda me atacaba aún después de haber recorrido todo el callejón que era la entrada de mujeres, incluso cuando el portero abrió la puerta y me encontraba dentro del edificio. Una vez ahí busque al gay para que me diera la llave y me dijo que él podría hacerlo sin pérdida de tiempo para que buscara a la señora que me estaba esperando, ya estando ahí me dijo que le alegraba mi presencia que me necesitaba mucho, al ver mi cara me dijo que en una sala había un hombre importante, que gracias a personas como él podía mantener abierto el local y las chicas ganar las cantidades que ganaban. Me quedé sin habla, no sabía que contestar, la señora agregó que le gustaban las nuevas como yo de manera especial, que lo hiciera como un favor personal y me apuró a que la siguiera a las recámaras.

Me dijo que a cambio del favor me daría una pieza de su mejor ropa, la que escogiera, que estaba recién llegada y nuevecita y sacó un traje de una sola pieza hecho de red de nylon color café, me dijo que me encuerara y me lo probara, me quedaba entallado como gatúbela, no dejaba nada a la imaginación, era un traje sin mangas totalmente de red, en el cual podía acomodar los pezones para que no me lastimara dejándolos totalmente de fuera, en las nalgas tenía un refuerzo elástico como si me “lo estuvieras comiendo”. Me vi en el espejo y jamás pensé que proyectara tanta sensualidad y erotismo. Era ropa que quieres tener aunque sea solo para el guardarropa, me gusto mucho, traté de disimular mi gusto ante la señora, además de no negarme quedaría muy mal ya que había dicho que iría sólo un momento por no tener tiempo disponible. Algo le dije a la señora y al oír mi negativa sacó más ropa, una batita corta color café humo y un brassiere de media copa de los que dejan los pezones a la vista y un minúsculo calzón haciendo conjunto, de un cajón sacó unas medias que hacían juego con el conjunto, se me cortó la respiración y comencé a tragar saliva como cuando ves algo que te gusta mucho y te deja sin palabras. Para rematar sacó un par de zapatos muy exóticos, ad hoc para cualquier ropa, zapatos para vedette difícil de conseguir.

Era mucho lo que me ofrecía, el precio de toda esa ropa era mucho más que el de un simple servicio, era más que lo que mis tres amigos me daban para el taxi, sin mencionar que la señora la vendía cara porque le ganaba en la venta a las chicas.

Una vez que tenía todo separado más lo que traía puesto la señora me preguntó de buena manera y en tono humilde si me animaría a hacer el trabajo, asentí con la cabeza y se le iluminó el rostro sonriendo, guardó la otra ropa, dejó la que me iba a dar y me pidió que me sentara. Siguió hablándome del cliente “especial”, le pregunté si ya había llegado y me respondió que sí, que estaba en la sala.

“Una sala” le pregunté asombrada y me dijo que estaba en una sala que todavía no conocía, más íntimas, para no asustarme no me dijo que en realidad se trataba de un “privado” separado de la sala principal y de la segunda salita que ya conocía. Comenzó a aplicarme gel en el cabello haciéndome una cola de caballo, comenzó a maquillarme hasta quedar irreconocible, cuando me vi en el espejo recordé a Cleopatra o a las vampiresas del cine mudo como Theda Bara, Louise Brooks, Marion Davis, mucha sombra, mucho rubor, bille carmesí, esa no era yo, era otra mucho más interesante, lejana de mi vida real y privada, y como ya mencioné estaba irreconocible.

Me dijo que me recostara en la cama y en ese momento aprendí un truco de higiene que usé durante muchísimo tiempo. Me puse como en misionero y ella espolvoreó bastante talco sobre mi monte de Venus y en los labios mayores hasta que los pelos quedaron blancos (el traje de red permitía eso). Traté de decirle que los pelos blancos se verían muy mal, sin embargo antes de que abriera la boca comenzó a sacudirlos hasta que mis pelos quedaron en su color natural. Me dijo que con esto huele muy bonito y no se sabe que es talco, que era mejor que ponerse perfume que escalda la lengua del que hace oral.

Una vez que estuve lista para el cliente le pregunté si no sería mejor que me pusiera ropa interior, me respondió que no era Disneylandia, que era un lugar para adultos y que los hombres que iban ahí esperan ver cosas así y que debería mentalizarme a mostrarse de esa manera. Todo ese ritual y presentación personal más sus últimas palabras, me ayudaron a mentalizarme en ese oficio.

Ahora solo me quedaba desquitar la ropa que me habían dado...

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miércoles, 6 de junio de 2007

“Pira con instrucciones, pero nada mas...”


A la mañana siguiente busqué en varios diccionarios el significado de la palabra “pira”, en todos decía “hoguera donde se quemaban los cuerpos de las víctimas de sacrificio”. Sabía que no me iban a quemar viva, pero presentía que de alguna manera me iban a quemar. Capté la idea de hoguera, de pira, “un cuerpo que se quema alrededor de otros”. En pocas palabras todos contra mí, ya había pasado por todo eso, sin embargo ahora seria diferente ya que nunca me habían hablado respecto de lo que iba a ocurrir.

Pensando lo peor volví a aplicarme mantequilla, cada vez calculaba mejor lo que necesitaba evitando excesos. Me dirigí con emoción y curiosidad al encuentro, con duda y temor a lo desconocido, de nuevo mis tres amigos habían sembrado la curiosidad en mí. Me recibieron como de costumbre pero en lugar de ir directamente a la recámara nos sentamos a conversar y después de una copa preguntaron si había podido reconocer el orden en que habían estado conmigo el día anterior, negué con la cabeza sin decir palabra, pero una pregunta me hizo temblar ya que cuestionaron si estaba lista.

La primero que apareció en mi mente fue una pregunta pero pensé que no estaría a la altura de las circunstancias, aún titubeante y encogiendo los hombros les respondí con un sí poco convincente, me explicaron que sería diferente, que sería uno por uno y que los otros esperarían en la sala, no vi la diferencia, me parecía más simple y fácil en comparación a lo que habíamos hecho en otras ocasiones, preguntaron si quería escoger el orden, les dije que cual era la diferencia si yo o ellos escogían, y preguntaron si les dejaba la decisión, pero que ya adentro no podría preguntar quien seguía y vinieron las instrucciones respecto a la pira, una de ellas seria que cuando terminara con uno debería quedarme en la misma posición sin moverme. Otra seria no limpiarme al terminar y hacerlo solo que me lo pidiera el de turno, que no podría preguntar quien seguiría.

Los deje que escogieran ellos, me mandaron a la recámara y que me desnudara esperarando acostada boca arriba a que llegara el primero, me dijeron que me llevara una copa y una cajetilla de cigarros ya no podría salir de hasta que terminara la pira, si al terminar uno deseaba algo se lo pediría al que estuviera y lo traería. Seguí hacia la recámara preparada para mi primera pira formal, seria la “víctima del sacrificio”.

El orden lo recuerdo, fue PonchI, GusG y ÁngelU, fue sexo satisfactorio, sólo con un inconveniente, con cada uno era volver a empezar de cero. Cada uno llegó con la libido baja, se desnudaban, se acostaban y me acariciaban, todos me hicieron oral y me pidieron que se lo hiciera, lo único cómodo fue que lo hacíamos bajo el mismo techo sin tener que moverme.

GusG fue el único que me pidió cambio de posiciones, empezamos con la de misionero, luego me sentó en su verga dándole la espalda, me puso en cuatro, me hizo oral para después penetrarme y terminamos de ranita, que es la misma de a perrito con excepción de que el hombre termina arriba.

Se fue y quedé boca abajo, le toco a ÁngelU ser el último, me comenzó a besar las nalgas, me las abrió y me hizo oral, me pidió que las levantara para facilitarle el acceso y continuar su labor, para ese momento estaba vacía, entre PonchI y GusG habían logrado que me viniera varias veces, así que cuando me pidió que se la mamara se lo hice sin ganas y de la misma manera me puse para recibirlo, a pesar de todo me arrancó gemidos y pujidos, es increíble como puedes quedar satisfecha y seguir sintiendo placer aunque ya no es lo mismo.

Mientras me bañaba pensé que si se volviera a dar otra “pira formal” escogería el orden al revés. Primero ÁngelU para que me excitara y me cogiera con cierta “violencia”, luego GusG que era enérgico en sus movimientos y más exigente en cuanto a las posiciones y juegos preliminares, y por último PonchI siempre gentil en el sexo incluso en sus momentos “agresivos” en el coito.

Estando todos me preguntaron si prefería la pira tradicional o los rapidines, les respondí que los segundos para hacerlos con frecuencia, pero que la pira me había gustado para hacerla de vez en cuando. ¿No te niegas a las piras preguntaron?. Les respondí que no, que lo único que pedía es que no fuera frecuente.

Antes de irme aclaré si en cada pira la mujer tiene derecho de escoger el orden, respondieron afirmativamente y me preguntaron si había pensado en el orden para la próxima, les contesté que no pero que me parecía emocionante decidirlo yo.

De regreso en casa pensé que había experimentado mi primera pira y que no era terrible, ni ameritaba miedo no saber que era, desde entonces he pensando que es una experiencia a la que toda mujer debe tener derecho cuando menos una vez en su vida...


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Actualización:

Algunas personas me han preguntado respecto a las reglas de una pira que aparecían en el blog anterior. Si bien ya se encontraban en la cronología completa aquí mismo, me di a la tarea de darles un post propio, el cual pueden encontrar en la barra de la derecha bajo el nombre, "Reglas de una Pira".
Gracias a todos los interesados.

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martes, 5 de junio de 2007

“Me hacían lo que querían y todo me gustaba”

Siguiendo como sándwich como signo de amor y paz, sus manos comenzaron a deslizarse por mis nalgas hasta la línea que las divide buscando regiones más cálidas e íntimas, mientras que comenzaban a hurgar en mis genitales, buscando mi clítoris y mis labios menores. PonchI besaba mi cuello y senos mientras que yo jalaba con fuerza las vergas. Como tenían un plan trazado no permitieron que esta situación continuara por mucho tiempo, minutos después se retiraron de mí, la razón era sencilla, no querían que se les parara demasiado.

Me llevaron a la orilla de la cama y me pidieron que me pusiera en cuatro, supuse que querían repetir la dosis tapándome la cara con una sábana pero me equivoqué, tenían tantos recursos que no repetían sus acciones, lo que me harían sería similar, me dedicaron mucho tiempo en sus pensamientos y comentarios los días que nos dejamos de ver. Una vez que me puse en cuatro me colocaron un antifaz de esos que se usan para protegerse de la luz al dormir, ya no hubo necesidad de taparme la cara, mi cabeza y nariz estaban libres, no había incomodidad, sólo el misterio de no ver y sentir mucho, es muy difícil explicar el momento, se trataba de que yo no supiera quien me fornicaba y lo lograron con creces. Tengo la firme idea de que no fue uno por uno, la metía y la sacaba uno sin venirse, para darle oportunidad a otro de hacer lo mismo y así sucesivamente. Se movían como maestros sin verlos con los ojos, los veo en mi pantalla mental empujando las caderas de atrás hacia adelante y viceversa.

Mis recuerdos son caóticos al respecto, es una sensación inexplicable ver todo oscuro sintiendo sus arremetidas allá abajo, uno sé acostumbrada a ver la pared o la cama sabiendo con quien estás o conociendo su físico. Pudieron haber traído un par de amigos y tomarme y yo sin darme cuenta, no había nada que los identificara, por eso trato de recordar y sólo veo negro en mi mente. Me excitaron mucho, sentía la humedad hasta mi rodilla con la posibilidad de mojar la cama, esa vez no llegué al orgasmo pero quede encendida.

Cuando los tres terminaron me recosté boca abajo sin quitarme el antifaz, no hablé, la experiencia fue fenomenal, escuché sus voces, sus halagos dichos entre ellos o directamente hacia mí, comencé a sentir manos y dedos en mi espalda bajando a las nalgas para hurgar en medio de ellas, sus yemas recorrían hasta frotar mi ano el cual apreté, no quería excitarme más dado que ellos habían terminado, mordían mis nalgas y besaban mi espalda agregando mas caricias. Seguí con el antifaz puesto, sentía como si fueran las manos de cien hombres recorriendo mi cuerpo, una mano subía desde mi rodilla, acarició mis muslos y vulva, sé estación ahí tratando de impregnarse de mi viscosidad para luego dirigirse a mi ano donde limpió sus dedos.

Yo sólo gemía ante las caricias, cuando uno de ellos de trepó encima de mí se movió sin penetrarme dando paso al siguiente, éste hizo lo propio para ser sustituido por el tercero y último. Hicieron una pausa para que me repusiera y enfriara, me pidieron que descansara sin quitarme el antifaz, después un rato me lo quitara y ya estaban vestidos, me pidieron que no me vistiera y que fuéramos a la sala, y ahí estaba sentada y desnuda en el sofá entre mis tres amigos vestidos.

No me canso de repetir que me gustaba de ellos su trato tan natural, como si fuera una amiga vestida a la que estimaran mucho, no estiraron sus manos para pellizcarme un pezón o para acariciarme la pierna, solo me preguntaron como me sentía desnuda y ellos vestidos, les respondí que “rara” pero no mal, y uno de ellos dijo; “A la próxima, la vamos a hacer pira”. Me extrañó la palabra, no la conocía y pregunté que era, respondieron que era algo parecido al “Gang Bang”, ese término sí lo conocía desde mi estancia en el extranjero, por lo cual exclamé, “pero si me lo acaban de hacer”. Me respondieron que el “Gang Bang” era una invención de las películas porno americanas, insípido e insulso como las películas, agregaron que querían hacer una pira clásica como se ha venido haciendo desde tiempo inmemorial, como la hacían los griegos y los romanos. Sus palabras me dieron muchísima curiosidad, siempre he tenido la idea de que los griegos y romanos eran muy bien hechos y elaborados en sus actividades sexuales con apertura mental que dos mil años y muchas culturas modernas no la tienen.

Enfatizaron que el Gang Bang era algo vulgar y mal hecho, mientras que una pira era un acto exquisito con reglas, y la primera era que la mujer la pidiera, que si quería lo sugiriera ahí mismo. De verdad me dieron ganas de gritarles que la hiciéramos en ese momento, pero recordé que les había dicho que seria rapidín, les pedí que me explicaran en que consistiría y respondieron que llegado el momento lo sabría.

Estos hombres sabían como dejarme intrigada, quedamos que al día siguiente la haríamos, era otro halago a mi ego, me darían preferencia cuando tenían alegría y sexualidad con Ross.

Intriga, curiosidad y ansia me acompañó el resto del día y la noche, tres sentimientos agigantados cuando busqué en un diccionario y supe el significado de la palabra “pira”.


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lunes, 4 de junio de 2007

“Rapidín con mantequilla, lo notarían...”

La siguiente semana fue tranquila, recibí llamadas de Perla diciéndome que el cliente quería verme, me disculpe ya era la última semana de exámenes, también llamaron mis tres amigos con deseo deseos de verme, me sentía halagada ya que ellos tenían una mujer especial como Ross.

Las llamadas fueron por varios días, para ese momento rehuía las sesiones maratónicas y a pesar de que lo sabían en ocasiones “lo olvidaban” haciéndome pasar momentos enormemente eróticos e inolvidables, pero desgastantes, aun así acepté la invitación para el siguiente sábado, aclarándoles que “tenía que estudiar”, tuve que mentirles para que fuera rapidín, eso no me lo negaría ÁngelU.

No tuve oportunidad de excitarme pensando en el cuarteto del sábado, la escuela me absorbía, ese día me levanté tranquila dándole poca importancia a la cita, lo primero que hice fue cortar una laja muy delgadita de mantequilla, no se necesita mucha es grasosa y hace que todo resbale, así que después de bañarme me apliqué a primera ración. Más tarde salí sin alejarme de casa, quien llamó fue ÁngelU para ultimar detalles.

Al terminar de hablar regresé por una transparente laja para ser aplicada donde me sería útil, conforme la aplicaba entre en el estado mental previo al de cada sesión con ellos, la sensualidad de la mantequilla al fundirse mientras la aplicas en áreas sensibles es como frotar terciopelo con terciopelo, caminé dentro del baño para que se derritiera y poder limpiar lo que escurriera, por más que te limpies siempre es necesario usar panty protector.

Tomé un taxi, cuando llegué a casa de ÁngelU estaba nerviosa y un poco ansiosa, los tres me recibieron con efusividad y cariño, valía la pena visitarlos sólo para ser tratada así. De esta reunión no recuerdo todo, ya explicaré el porqué, pero fuimos a la recámara y nos desnudamos, PonchI se acercó pegando su cuerpo al mío y dándome un largo beso pasando sus manos hasta mi cintura, mientras que los otros dos tomaban mis manos dirigiéndolas a sus respectivas vergas.

Era besada por PonchI que recorría mi cuerpo con sus manos mientras yo tenía los brazos abiertos en cruz agarrando a los otros dos, no sabía que iba a pasar con ellos, nunca sabía que planes tenían para mí, la sesión iniciaba con una variante, nunca dejaban de sorprenderme...

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domingo, 3 de junio de 2007

De nuevo, Imitacion de Antiguedades.


De nuevo con tres de los estilos más antiguos. Las tres versiones durarán hasta la noche del Domingo -03:00 G.M.T.
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Daguerrotipo


Color Parcial

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Sepia
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Actualización:


Ya las quité.