Tina Marie

Diario íntimo de una mujer joven ex prostituta

sábado, 7 de julio de 2007

Con Don Q Negativo

Aquí el negativo cuyo positivo colocaré mañana, posiblemente como viene siendo costumbre, en varias versiones.

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viernes, 6 de julio de 2007

"Hay quien con un dedo hace su tarea..."

Después de hacerme oral y pensando que yo se lo haría comenzó a dedear mi vulva, parecía que “me estaba cogiendo con el dedo”. Eso me excitó y comencé a mover mis caderas, con un brazo sujetó mis muslos obligándome a replegar mis piernas hacia atrás levantando mi trasero, saco su dedo de la vagina y lo introdujo en mi ano estrecho y apretado, sus movimientos eran cortos pero con velocidad mayor. Estaba sudada, húmeda y excitada y con su dedeo “en la trastienda” como diría la señora, mientras se limitara a los dedos no me opondría. Debí haber entendido cuando la señora me pidió que “fuera su novia” dándole un trato especial y se lo estaba dando. Minutos después que me parecieron interminables sacó el dedo y volvió a dedear mi clítoris, siempre estuve gimiendo, era imposible quedarme callada, no sabía a donde se encontraba su mamá y si escucharía mis gemidos y si fuera conveniente que los oyera, me importó poco aunque benéfico para mí que la señora espiara para que viera que su hijo disfrutaba con mi servicio.

Con el dedo me hizo venir, no reprimí el orgasmo, grité como si estuviera en el desierto, la gente en el local no podría oírme, sólo la señora y los gays, cuando dejo de dedearme me incorporé, lo lógico era que le realizara el felatorismo pero aprovechó para sobar mis tetas de nuevo y mamarlas fugazmente, se recostó y su pene se había engrosado, sin estar del todo tieso y volví a comprobar que era largo y no grueso, de los que entran con facilidad y lastiman con mayor facilidad.

Estaba mentalizada a dar un servicio especial, de ello dependería mi trabajo, comencé a lamer sus huevos subiendo por la ingle para besar sin lamer mientras él jadeaba y gemía, quería hacerlo gritar y que se oyera a varias calles para asegurar mi trabajo. Comenzó a mover sus piernas y me inspiró para chuparle los huevos, abría la boca los metía y succionaba para no lastimarlo, mi venganza se estaba realizando, ahora era él quien perdía el control y ni siquiera había empezado a chupar, fue cuando me pidió gritando que se la mamara, no sabía si era déspota y soberbio así que no me arriesgue y obedecí, dejé de chuparle los huevos y me la metí, baje y subí la cabeza y al sentir que se endurecía en mi boca aceleré mis movimientos y se le endureció en segundos hasta que gritó “ya”, estiró su mano y tomó el condón, después de ponérselo me pidió que me pusiera en cuatro, cuando me volteé sentí que restregó mis genitales con pañuelos desechables dejándome seca, tomó mis caderas y trató de metérmela con un empujón, debido a la resequedad no lo logró, empujó varias veces lastimándome pero no paro hasta meter la punta dejando solo la punta adentro, sentía como clavaba su cadera en mis nalgas, el roce de su verga en mi vagina seca me provocó dolor haciéndome quejar con sonoridad lo cual seguramente confundió con placer pero continuo con el movimiento de pistón el tiempo suficiente para hacerme lubricar de nuevo, se detuvo y me volteo a posición de misionero pero antes tomó mis nalgas y volvió a limpiarme, supongo que fue por un dejo de sadismo igual que muchos otros hombres.

Me puse boca arriba consciente de mi resequedad y la longitud de su miembro abrí las piernas lo más que pude para evitar dolor excesivo, cuando intentó meterla lo hizo de un golpe y no pudo, primero metió la cabeza y ya adentro empujo y metió pedazo a pedazo, después se recostó sobre mí empujando y clavando la ingle duplicando el dolor, comencé a gritar y el confundió mis gritos de dolor con exclamaciones de placer, el dolor aumento al morderme los pezones aunque logró darme placer, mi resequedad se hizo humedad mientras la metía y sacaba, lo hizo tantas veces que sentí mi humedad caer entre las nalgas, así que cuando comenzó sus electrizantes movimientos síntoma de que está a punto de eyacular me preparé para simular un orgasmo cuando súbitamente ocurrió algo inesperado para mí...




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jueves, 5 de julio de 2007

“A pesar de mis dudas, me excitaba...”

Cuando desapareció de nuestra vista el hijo acercó su cara y como animal me olfateó mi cuello, frente y pecho con una exclamación de aprobación, me abrazó y me beso en la boca, como me habían dicho que lo “tratara bien” le correspondí de la misma manera. Sabía besar bien ganando terreno en la boca de una mujer, pero yo también conocía el arte “lingual” y recupere el terreno perdido empujando con la punta de mi lengua la punta de la suya entablando una lucha de lenguas de poder a poder.

A diferencia de los maduros él no cedió terreno suficiente para que metiera mi lengua por un buen rato, lo hice pero inmediatamente la fuerza en su órgano hacía retroceder la mía declarando un empate y ambas lenguas cedieron moviéndose y dejando a la otra avanzar para acariciarse mutuamente el paladar. El prolongado beso terminó cuando retiró su cara quedando unidos nuestros labios. Dio un paso atrás y me pidió que me quitara la capa dejándome la tiara y las botitas romanas, se quitó la bata oriental de seda que era lo único que llevaba puesto, le obedecí y se desnudó, pude verla y la tenía bastante larga y delgada igual que él, flaco, moreno y huesudo, se le notaban los huesos en todo el cuerpo y por lo mismo la verga se le veía más larga. Me recostó en la cama y se trepó sobre mí, besó mi cara y frente bajando a mi cuello para lamerlo sin dejar ni un milímetro. Descendió y beso un seno, lo lamía todo hasta el pezón, su lengua describía movimientos circulares y exclamó sorprendido diciendo “qué grandes los tienes”, no sólo mis areolas son muy grandes sino también mis pezones, la mejor respuesta fue una sonrisa.

Quería ser cooperativa y ayudarlo a que se calentara lo más posible pero no quería tenerlo de amante, si la señora me volvía a pedir que le diera servicio a su hijo lo haría sin chistar sin que éste no lo viera como algo más, por eso tenía que encontrar el equilibrio entre estar dispuesta y que no fuera a mil interpretar, una sonrisa me pareció lo más indicado en ese momento.

Estaba prendido de mi pezón y jalaba hacia atrás estirando mi seno como queriéndolo hacer más grande o quisiera arrancarlo, luego hizo lo mismo con el otro pezón, hubo algunas mordidas dolorosas pero la verdad es que no abusó, a veces te las muerden sin ser los hijos de la dueña, ni son clientes y se les pasa la mano. Por fin me dejó mis tetas en paz, me dijo que las tenía muy bonitas, lo agradecí dándole las gracias y siguió su descenso, me lamió el vientre fugazmente, se detuvo en el ombligo, sabía a donde se dirigía, cuando llegó justo arriba del monte de Venus abrir más las piernas facilitándole las cosas lo más posible, metió su nariz y boca en mi monte con el propósito de olerme, evidentemente le gustó lo que olió porque siguió hasta la vulva, me hizo oral con experiencia y conocimientos, sentía su lengua subir y bajar de un lado para el otro hasta que se concentró en el centro, siempre empezaba desde el orificio vaginal y terminaba en la unión de mis labios menores buscándome el clítoris, lo hizo varias veces hasta que encontró mi clítoris lamiéndolo de la misma manera que había lamido mis pezones, después de varias veces terminó succionándomelo, mientras lo tenía atrapado hacía movimientos horizontales de cabeza como una fiera que trata de arrancar un pedazo de carne.

Para ese momento ya me encontraba excitada y demasiado húmeda, en condiciones normales no habría problema, por el contrario sería un gran momento para penetrarme de la mejor manera, pero si la señora se había esmerado en mi higiene y presentación podría ser que este chico fuera unos enfermo de la limpieza y que me rechazara y se lo comentara a la mamá, hubiera podido decirle que era mi turno de hacerle oral a lo cual todos los hombres acceden con gusto, sin embargo podría verlo como una maña y de nuevo comunicárselo a mi jefa. Decidí dejarlo hacerme todo, soy una mujer de carne y hueso y no una muñeca, soy natural sana y normal.

En algún momento me tomó por las corvas y levantó mis piernas, dejando mi trasero al aire, en especial mi ano que beso y lamió erizándome la piel, no era escrupuloso ni delicadito como pensé al principio, eso siempre es un plus en un hombre cuando menos para mí, haber besado y lamido mi ano me hizo sentir que estaba con un hombre normal y no con una caricatura de Calígula o Nerón.

Y me dije que había pasado bien la mitad de la prueba, ahora seguía la más importante donde yo tenía que poner el felatorismo y el coito, pero yo seguía nerviosa...



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miércoles, 4 de julio de 2007

“Era un objeto de lujo, pero valía la pena”

La señora me mostraba su arte, mientras lo hacia me dijo que me quería muy limpia y bonita para su hijo, que me portara muy bien con él, yo la escuchaba y la dejaba hablar, me dijo que mientras estuviera con él fuera como su novia, que hiciera todo lo que me pidiera y que lo dejara hacerme lo que quisiera, pero tuve que respingar y le aclaré que no hacia sexo anal, ya se que no despachas por “la trastienda” y él esta advertido no habrá problema dijo, pero insistió en que fuera condescendiente y no me arrepentiría, “las mamadas se las das a lo pelón hijita” advirtió, dije si con la cabeza e insistió que fuera su novia y que le diera lo que me pidiera y que no me preocupara por la “puerta trasera”, que si acaso habría algún dedo, solo le dije que ojalá me hubiera puesto suficiente aceite para niños a lo que respondió afirmativamente.

Se creó una pausa corta de las que hay en las conversaciones, me miré al espejo desnuda y muy maquillada y de nuevo me gustó como me veía, tomó un hato de ropa y comenzó ponerla encima de mi cuerpo para escoger la apropiada, estaba hermosísima, cualquiera de los conjuntos, batas, bodies, baby dolls me hubiera los puesto pero ella se inclinó por lo más exótico, por lo poco común y de exquisito gusto, escogió una capa que cubría la parte superior del cuerpo hasta las nalgas, tenía dos bocamangas para los brazos de color ocre, transparente y adornada con ribetes bordados en color oro y piedras de apariencia fina, bisutería elegante en la parte de abajo y el cuello.

Se paró frente a mí mirándome, dio unos pasos hacia atrás llevándose la mano a la quijada, fue al closet y regresó con varios pares de zapatos pera se decidió por unas sandalias romanas con cintillas hasta la pantorrilla que hacían juego con la capa y me dijo, esto ya es tuyo pero falta el toque final, se dirigió a un mueble y regresó con una tiara dorada que hacia juego con el resto del atuendo.

Todo me encantó, ya no me importaba tener que desquitarlo con su “flaco vástago”, además estaba aprendiendo a vestirme, arreglarme y maquillarme, ya estaba lista y le pregunté “adónde va a ser” ahora veras dijo, fuimos a otra sección de la casa que no conocía, la casa estaba plagada de espejos y al cruzar las piezas noté que la capa no cubría mis nalgas pero me quedaría mejor una de talle más corto o menos desarrollada de las nalgas, el ribete inferior alcanzaba a cubrir los pelos y con la poca luz no se verían.

Del otro lado de la puerta estaba la recámara más lujosa, era amplia con cortinas de terciopelo, muebles muy finos y una cama enorme, después supe que esa sólo la usaba su hijo o los clientes muy especiales, los VIP de los VIP, las luces provenían de abajo de la cama y los otros muebles, al no ser luces directas el ambiente era sexual y cachondo.

Se acercó su hijo y antes de saludar su mamá le dijo “aquí está, que la disfrutes m’hijito”, antes de retirarse me dijo “trátamelo bien”, había llegado el momento de la verdad y tendría tratar muy bien al júnior ya de otro modo no sabría las consecuencias o lo que podrían ocurrir con mi carrera profesional...


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martes, 3 de julio de 2007

“Como una muñeca para regalo”

Terminaba de secarme los pies cuando gay2 me dijo que me vistiera con ropa normal, que no me maquillara y me apuró para reportarme con la señora, a paso veloz atravesé todo el pasillo y me recibió con amabilidad, me y me miró buscando maquillaje, al ver que no los había se fue y regresó con algunas pinturas y me puso un poquito de rímel y delineador, solo eso. No me decía el motivo, estaba más interesada en arreglarme y dejarme a su gusto, yo estaba confundida y nerviosa no me había imaginado que fuera así, había pensado que arreglada a mi gusto me mandaría llamar y existía la posibilidad de que me presentara a su hijo. Una vez que terminó me dijo que esperara, que me traería a su hijo para presentármelo.

Me dejó sola unos minutos y regresó con el, era flaco y moreno de esos chicos que se le sume la cara, era la clase de chico que en la calle no me llamaría la atención para nada y fuera de su ambiente a las chicas no les interesaría, era alguien del montón. Me saludó muy serio y con indiferencia, no fue amable ni grosero, no mostró interés, hablamos un poco, yo estaba nerviosa y apenada, su hijo no mostraba interés en mí, esa fue la percepción tuve en ese momento. Ambos se despidieron dejándome sola y yo pensé muchas cosas, una que no le había gustado y de ser así no me tomaría y la señora me corriera o que me tomara mala voluntad o dejara de ser amable conmigo. Me imaginaba a la señora regresaría para decirme que me fuera y no regresara, no era una idea descabellada Perla había estado con él y trabajaba muy a gusto y sin presiones, y en cambio yo me encontraba sola en la sala esperando el veredicto con la sensación de ser rechazada, me estaba haciendo a la idea de no regresar a trabajar nunca más. Después de cavilar regresó la señora muy sonriente y me dijo “ven acompáñame a mi casa”.

Llegamos a donde me maquillaba y hacía el ritual de higiene, me pidió que me desnudara, se acercó y me olió el cuello y el pecho, me pidió que abriera los brazos pasando sus pulgares por mis axilas para comprobar su tersura llevando las yemas a su nariz para comprobar mi olor, se preocupaba más por la presentación de una mujer para su hijo que para un cliente. Pasó su dedo por mi vulva y olió cambiando su gesto, con mala gana me dijo “qué es esto” y le dije que crema, movió la cabeza y en tono de desaprobación y dijo, “las cremas y estas cosas escaldan la lengua del hombre” te dije que aceite para niños nada más”. No le pude responder nada, no le quise decir que pensando que estaría con su hijo y el me encontraría más higiénica y podría agradarle más, me pidió con voz firme que me fuera “a lavar todo, los pelos y la chocha”. A pesar de estar siendo regañada sus palabras me hicieron reír. Cuando regresé había mucha ropa nueva sobre los muebles, me pidió que me recostara y me aplico aceite en mis genitales hasta el límite del perineo, luego espolvoreo talco en mi monte de Venus hasta que dejo de verse blanco y recupero su color natural, me aplico crema en las piernas y me dijo que era para el cuerpo, en especial para las piernas y brazos “no para la panocha” porque sabría a jabón, reí y me senté en la cama, sacó sus perfumes más caros y los aplico en todo mi cuerpo.

Me sentía como una mujer siendo preparada para un sheik y con diligencia me estaba acicalando, aun no me decía nada respecto a su hijo, pero era evidente que no me preparaba para el trabajo cotidiano, y eso que todavía no empezaba lo que tanto disfrutaba, me refiero al maquillaje que ponía con maestría, la forma en que delineaba mis ojos y boca, algo que se debe estudiar para aprender, no se nace sabiendo.

Y me dijo ven señalando una silla que estaba frente al espejo, por fin seguía la sesión de maquillaje que tanto disfrutaba...



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lunes, 2 de julio de 2007

“Todo se podía, solo requería organización...”

Perla dejó al final lo que me impactaría, llevó la conversación hasta el tema del switching con sus clientes, las primeras cosas que revolotearon en mi mente fue como se hacía el switching, me dijo que las únicas dos posiciones que había probado eran de misionero y perrito, le pregunté que si estando de perrito te enterabas del cambio, y me respondió con cara de fastidio que sí, “cuando te la sacan y luego sientes la verga del otro”. Lo visualicé y por ejemplo “a caballo” cuando te sienta en el pene y cabalgas al hombre es difícil de realizarlo a menos que ambas tuvieran experiencia y destreza, lo mismo sería de lado o de espalda al hombre.


Esto sería nuevo para mí aunque había estado en “simulacros” pero no con dos desconocidos e intercambiando, se oía atractivo. La pira con los amigos y estar con el hijo de la señora era interesante y “obligatorio” porque me abriría el camino con ella.

Me despedí de Perla y me fui meditando, deambulé por las calles sin querer llegar a casa hasta tomar una decisión, le dije que le llamaría para informarle de mi decisión. Después de mucho caminar decidí hacerlo por eliminación, mis tres amigos podrían esperar, sólo quedaba hablarle a PonchI y decirle que seria otro día, y escoger entre trabajar con la señora o ir con Perla al switching. Le llamé a PonchI para informarle que podría un día después, a pesar de su insistencia quedó tranquilo, supongo que los cambios alterarían su rol con Ross, pero yo tenía que pensar en mí y mi trabajo. Terminé con PonchI y vi que podría ir con la señora en la mañana a darle servicio a su hijo y con suerte tener uno o dos clientes más, y luego ir con Perla a la que llamé y le comente mi decisión para ultimar los detalles de hora y el lugar de la cita.

Al día siguiente, nerviosa me bañé a pesar de que lo haría también en el trabajo. Al llegar me fui al vestidor donde estaban dos chicas, una de ellas, colombiana a la que llamaré “La Sardina” porque ella siempre me decía así, decía que yo "estaba bien sardina". Ambas estaban por acostarse, había tenido una noche larga y fructífera, comentaban que por la noche no se daban abasto, que tuvieron que esperar para que les asignaran recámara. Mientras hablaban se desnudaban con el propósito de meterse a la cama y yo de ir a la regadera, comprobé los hermosos cuerpos que tenían y sus caras bellas, con razón tenían tanto trabajo. Ya envuelta en la toalla, gay1 entró al vestidor a saludarme y comencé el ritual de higiene aplicándome crema en mis genitales para tener mejor olor, a punto de maquillaje escuché que alguien corría por el pasillo, era gay2 que entró al vestidor mirando a todas partes hasta que me encontró . Posó en mí su mirada y me dijo, “que bueno que te encontré”, se me heló la sangre y temblé aparentando aire casual, pero por dentro sentí un terremoto que recorría mi cuerpo de pies a cabeza.

¿Para que demonios me buscaba el jotillo menor, tendría que ver la señora y /o su hijo?, nuevamente llegaban las dudas a mi cabeza, ¿qué quería, por qué tenía prisa?, ni modo, a tragar saliva y a ocultar el nervio para cumplir...


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domingo, 1 de julio de 2007

Barda y Sol Positivos.

Estas son las versiones en positivo del negativo de ayer. Como ya es costumbre en este blog, durarán hasta la noche del Domingo hora del centro -06:00 G.M.T.


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Daguerrotipo

Vignette

Color 2

Blanco y Negro


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Actualización:

Ya las quité