A la mañana siguiente antes de bañarme fui a la cocina y corte una lajita de mantequilla. Cuando salí de la ducha me apliqué crema humectante a lo largo de mi vulva y encima de la sustancia de por sí cremosa aplique la mantequilla alrededor del orificio vaginal, para evitar accidentes, me puse panty protector.
En un rato libre en la escuela fui a la tienda por un sobrecito de mayonesa, fui al baño y revise como seguía mi parte, lo aplicado se había absorbido por los movimiento del cuerpo, así que abrí la mayonesa y apliqué la mitad.
Mas tarde me llamó PonchI y acordamos que para que todo fuera rápido, tomaría un taxi directamente a la casa de ÁngelU, me encantó la idea, eso me gustaba, incluso me entusiasmaba. En el taxi sentía la humedad en mi intimidad por la mezcla de crema-mantequilla-mayonesa y por mi lubricante natural. Al llegar con mis amigos, después de los saludos, besos y abrazos les pedí el baño, quería estar mejor preparada y me apliqué la otra mitad de mayonesa, esta vez metiéndome una falange en mi vagina, cerré las piernas y me quité el exceso que corría por las ingles.
Regresé a la sala y de inmediato me llevaron a la recámara, todo era de manera ideal y muy rápido, sin hablar demasiado nos quitamos la ropa. Yo seguía en desventaja, ellos sabían que hacer , yo no, tenía que esperar a que alguno diera el primer paso y yo recibir instrucciones. Quedamos desnudos y cada uno con su condón en mano, vi a los tres desnudos ante mí, tres penes dormidos esperando para que los despertara, era yo una fuente del opulento buffet listo para ser degustado.
ÁngelU fue el primero que se me acercó, rodeó mi cintura y comenzó a besarme por poco tiempo, pidió que me hincara y no dijo más, sabía lo que quería y lo hice sin perder tiempo se la chupe, quería disfrutarla así que cerré los ojos y lo hice suavecito, deleitándome, mientras hacía la cabeza hacia atrás abrí los ojos y vi que los otros dos se encontraban de flanqueándome. Sin sacármela de la boca volteé y vi el pene y la barriga de uno de ellos, volteé hacia el otro y vi lo mismo. Supuse que pedirían que se las chupara en ese momento, pero ÁngelU me tomó de la quijada impidiéndome voltear, así que continué con lo mío. Cuando la tuvo erguida daba la apariencia de que explotaría, y él mismo me pidió a gritos que me detuviera y me ordenó diciendo, “ponte”.
Me coloqué estilo misionero y se colocó entre mis rodillas emitiendo una exclamación de gusto y placer, supongo que le agradó la imagen de mis genitales tan húmedos, con facilidad me penetró, cuando regresaba a casa, mentalmente le agradecí a Perla.
Fueron minutos deliciosos, ÁngelU no había perdido energía ni tiempo en juegos preliminares ni necesitaba alargar el coito, todo fue de un intenso meter y sacar con óptima lubricación. Me excité bastante con el sexo de ÁngelU y cuando terminó quedé lista para el que seguía, fue GusG que inmediatamente se colocó de costado encima de la superficie y me pidió que se la mamara, fue una posición nueva, nunca lo había hecho así o lo había hecho poco. Se la chupe poco ya que logró la erección pronto, vernos a ÁngelU y a mí lo había excitado tanto que ya estaba listo, y utilizó la misma palabra para pedirme que me colocara y recibirlo. Me puse boca arriba y tomó mis rodillas bajando su mirada a mi entrepierna, no me hizo oral a pesar de que le gustaba mucho, no sé si se abstuvo debido a la enorme excitad de su pene erecto, sólo le quedaba penetrarme, me vio tan húmeda que no se le antojó hacerlo, en ese momento no reflexioné al respecto.
La penetración fue aún más fácil que la anterior, quedó con la parte anterior de sus muslos en la parte posterior de los míos y mis pantorrillas en sus clavículas y hombros, mas minutos deliciosos, poco más que con ÁngelU así lo sentí, de nuevo todo fue meter y sacar sin pausa, cuando terminó sentía mi lubricación deslizarse por mi entrepierna inundando mi ano y nalgas, su grito me dejó a punto de estallar. GusG se quitó y me sorprendieron, lo que debía ser un remplazado por PonchI no fue exactamente así.
ÁngelU se sentó en la cama con almohadas en la espalda y las piernas bien abiertas, me hizo sentar entre sus piernas colocando mis nalgas en la cama con mi espalda recargada en su pecho. PonchI se subió a la cama y de pie se acercó a mí y abriendo las piernas, dobló las rodillas para que su verga quedara en mi boca, se la mamé hasta dejársela bien parada, se alejó y mientras se colocaba el condón ÁngelU desde atrás tomó las coyunturas de mis rodillas jalándolas hacia arriba para que mi vulva quedara expuesta.
PonchI se hincó en la cama hasta quedar frente a mí, me tomó por las nalgas y me levantó hasta que mi vulva quedó frente a su verga, gracias al exceso de lubricación me penetró con facilidad, de otra forma hubiera resultado doloroso. Una vez dentro de mí se abalanzó echando su peso sobre mi torso, quedé hecha sándwich con mis rodillas en mis hombros y un hombre atrás y el otro al frente. Mi cuerpo no tocaba la cama, ÁngelU me levantaba y PonchI las nalgas, este comenzó a meter y sacar rápido y con facilidad y sentí un dedo que penetraba mi ano, como pude volteé y descubrí que GusG tenía ambas manos libres y se había acercado para aumentar la sensación erótica, de la cual la beneficiada era yo, todo era locura, trataba de mover las nalgas porque eso pedía mi cuerpo pero PonchI las tenía sujetas, estaba experimentando una doble penetración, aunque uno orificios estuviera ocupado por un dedo.
PonchI tampoco duró más de cinco minutos, yo logré varios orgasmos, llegué al clímax sin juegos preliminares, sin que mamaran mis tetas, sin que me dedearan maratónicamente, todo lo anterior es y ha sido siempre agradable pero con frecuencia llega a ser desgastante. Cuando terminó la sacó antes que GusG sacara el dedo de mi ano dejando caer mis nalgas sobre la cama y volví a experimentar una sensación cuasi orgásmica mezclada con dolor. PonchI me levanto para que GusG sacara su dedo por completo.
De nuevo supieron sorprenderme, supieron hacer lo debido, ni más ni menos, si la doble penetración la hubieran hecho desde el principio mi sensación hubiera sido mayor pero habría quedado tan relajada y desgastada que no tendría ganas de nada en semanas, así que fueron exactos en su accionar, a mayor exactitud, mayor perfección en sus acciones, mi temor era mayor a enviciarme con ellos, así que el reforzamiento de las actividades con Perla eran las más adecuadas. Después de bañarme y a punto de irme uno de ellos me preguntó si así me había gustado más, le sonreí y dije con pena que sí.
Pasé el resto del día con una gran sonrisa y con trescientos dólares en moneda nacional más en mi bolsa, ese día fue excelente en todos aspectos...
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