Tina Marie

Diario íntimo de una mujer joven ex prostituta

sábado, 20 de octubre de 2007

Otro Mosaico

De nuevo no hay mucho que agregar. Mañana colocaré la imagen completa en varias versiones.

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viernes, 19 de octubre de 2007

Una cortesía mas en un día, que agobio...

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Ross se adelantó hasta que vi toda su espalda frente a mí y camine tras ella, se dirigió a la parte estrecha de las puertas de madera que era del tamaño de una puerta normal, Ross vio a Don abarroto cruzando miradas hicieron movimientos afirmativos con la cabezas, ella abrió las puertitas dejando entrar un rayo solar y me miró para que la siguiera, al otro lado se encontraba un estrecho patio que era más bien un callejón con algunos cachivaches con paredes sin ventanas. Ross se recargó en la pared y yo le pregunte que seguía y me dio a entender que esperara, que todo iba bien, segundos después apareció el hombre por la misma puerta que habíamos atravesado. Mi amiga cambió su semblante serio por el sonriente, Don Abarroto se recargó abrazándola, besándola y acariciándola, yo no sabía que pensar ya que suponía que la que iba a “pagar” era yo pero estaba conciente que cualquier cosa que Ross pudiera era para aligerar la carga del trabajo. Después de besarla un rato se fue a sentar a una silla que estaba a un lado del patiecito, en ese momento Ross me dijo en voz baja “ve sacando un condón”, lo hice mientras el viejo se bajaba el pantalón y ropa interior, mi amiga se hincó y por instinto me acerqué a lado del viejo y frente de mi amiga que le empezó a jalar la verga hasta parársela, con el dedo me indicó que me acercara dándome a entender que había llegado la hora de que entrara en acción, Ross alcanzó a darle unas lamidas y mamadas al viejo y cuando ya casi tenía mi cara frente a ella me dijo que le pusiera el condón y se lo puse, mi amiga se alejó para darme espacio y se la empecé a succionar con fuerza, Don Abarroto comenzó a gemir y a decir obscenidades “halagadoras” por mi habilidad de ejecutar el oral, seguí chupando para endurecérsela más y entonces me pidió que me ensartara en su verga, miré a Ross que me dijo que lo hiciera, dejé de chapársela y cuando me incorporé vi a mi amiga y le hice la señal de masturbación señalando la entrepierna de Don abarroto dándole a entender que mientras me quitaba la ropa lo siguiera masturbando para que no se le bajara y perdiera la erección.

Me desnude de la cintura para bajo y Ross no se limitó a masturbarlo sino que prefirió mamársela para evitar que se le ablandara, cuando me vio lista para cabalgarlo se quitó y puse mis piernas a lado de la silla y me fui ensartando, comencé a subir y bajar, el viejo gemía y me decía más cosas “halagadoras y sucias” al oído, me tomó con fuerza por la cadera y me pidió que me recargara en su espalda, lo hice y mi movimiento fue circular, movía mi cadera de un lado a otro sin subir y bajar, miré a Ross quien me guiñó un ojo con complicidad sin perder su sonrisa pícara que no abandona, seguí moviéndome y Ross con movimientos de sus manos me indicó que me sacara los senos y Don Abarroto los oprimió firmemente, con mi espalda en su pecho empecé a mover de vientre y nalgas de adelante hacia atrás y fue suficiente para que me gritara que lo hiciera más rápido y asi no tardé en hacerlo eyacular, se tapo la boca para que su grito no trascendiera las paredes y llegara a la tienda.

Por pícara, traviesa o para causarle mayor impresión y me recordara, apreté la vagina cuando su pene estaba flácido y deslizándose hacia el exterior, le provoqué un sonoro grito agudo y vi a Ross y con una sonrisa malvada y le mostré mis dientes, mi amiga tuvo que contener la risa y fui yo la que guiñé un ojo antes de desensartarme y levantarme, mi amiga me dio papel y me reprendió por no traer ya que se podían presentar trabajo fuera del hotel lo estaba experimentando, le argumenté que era mi primer día y Don Abarroto me dijo que me daría un rollo y lo que quisiera. Mientras me vestía vi que se vieron con complicidad intercambiando de guiños y sonrisas, Ross le dijo que sabía que no lo decepcionaría, él se limito a sonreír dándole la razón y me dijo que si un día andaba cerca y quería ir al baño que llegara a la tienda que con confianza lo hiciera y aproveché para pedírselo. Al atravesar el patio me preguntaba por qué no lo habíamos hecho en el baño y la respuesta la conocí cuando llegué, era bastante estrecho, limpio, modesto y ordenado pero no para tener sexo y menos para alojar a tres personas al mismo tiempo, quizá dos si, aún así me parecía mejor caminar desde la plaza que ir con Tontón, las chicas ya me habían sugestionado. Salí del baño y Ross esperaba para ocuparlo, Don Abarroto seguía en el patio, me acerqué para esperar a mi amiga, intenté recargarme en la pared pero me tomó las manos y dio media vuelta, él siguió recargado en la pared y mi espalda pegada a su pecho y abdomen, me preguntó como me sentía y le contesté que bien, mientras sosteníamos una conversación superficial oprimía mis senos por encima de la ropa. Cuando Ross salió y vio la escena abrió los ojos y sonrió diciendo que el viejo no perdía el tiempo, regresó a la tienda y lo esperamos en la puerta, unos minutos después abrió y me dijo que desde ese momento podía guardar ahí lo que quisiera y me mostró un estante que ningún cliente lo podía ver, había ropa y objetos personales, noté que además de nosotras dos tenía a una o dos chicas más, nos despedimos diciéndole que más tarde regresaríamos, en camino hacia la plaza mi amiga me explicó que la esposa de Don Abarroto no iba todos los días a llevarle comida como en el caso de Don Farma, que a veces iba una hija o un sobrino con el cual no había problema porque sabía las ondas de su tío.

Cuando vimos nuestra meta mi pícara amiga empezó a decirme no sé si por brear o para arme,“todavía te falta Tontón” tragué saliva y seguí mi camino hacia la banca.




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jueves, 18 de octubre de 2007

Cortesías gratis y con varios...

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Ross al llegar saludó a todas y les dijo que regresaríamos en un momento, caminamos por un andador y cuando estuvimos lejos me dijo que me llevaría a donde guardaría mi dinero y recibiría servicios mientras trabajara, iríamos a la tienda y que con el dueño podía dejar el dinero “extra” y recibir llamadas, le pregunté el porque del secreto y respondió que no quería que las otras supieran, que casi todas tenían quien les proporcionara apoyo en el vecindario, que lo más útil era que si conseguía clientes podía darles el numero de la tienda y me darían los recados, le pregunte por el precio del servicio y volteó a verme pidiéndome que no fuera ingenua y solo solté un inaudible “uh” como respuesta, que pensara que con esa persona había que coger diario sin cobrar y aclaro que con nadie se cogía diario gratis, que los hombres de su edad cogían una vez al día ya que tenían a varias, que Melgas y DonRa las tenían a todos una o dos veces por semana y que el de la tienda “le daba servicio” a ella y unas más, que no me preocupara y comento que lo que hacía era dar nalgadas, pellizquitos y pedía mamaditas, agasajos ligeros y que por ser nueva los primeros días no me soltaría así que “ahora te llevo directita al matadero” dijo soltando una carcajada y una picardía, ese era el carácter que había cautivado a PonchI y a muchos más.

Caminamos en silencio que fue roto por ella cuando dijo “a este güey le puedes bajar muchas cosas si te dejas picar la cola te da o le pides y te lo da sin chistar es bien caliente el pinche viejillo”, la escuche mientras miraba el negocio que crecía frente a mi vista mientras nos acercábamos, metros antes me preguntó si había ido con Tontón y le dije que no, me respondió que seguro me estaba esperando y volvió a reír en la entrada, entramos y un hola jocoso se dejó escuchar por todas partes, era un saludo entre personas que se llevan bien, Ross extendió los brazos y hasta intento abrazarlo, él le dijo que había reconocido su risa a lo lejos, él sacó medio cuerpo del mostrador y Ross se acercó hablándole en voz baja mientras él la abrazaba acariciando su espalda y ella apoyaba sus manos en su clavícula sonriendo abiertamente, me dio la espalda y se besaron en la boca, se paro de perfil y me pidió que me acercara para presentarme con él y lo llamaré “Don Abarroto”, hombre de unos cincuenta años, de frente amplia con entradas pero con cabello abundante y blanco peinado hacia atrás, de complexión robusta y piel muy blanca, era agradable con facilidad de palabra con lenguaje fluido, todo indicaba que era de buen carácter, eso facilitaría mi trabajo en caso dado, por estar pendiente de Ross y de Don Abarroto no había notado que en la esquina del mostrador estaba un joven que parecía ser su empleado.

Mientras tomaba a Ross por la cintura ella le decía que era su amiga querida y que si no tenía inconveniente en apoyarme como lo hacía con ella, él me miro a los ojos y Ross bajó el volumen diciéndole “en las mismas condiciones” que a mi y ella te pagara de la misma manera. El semblante risueño de Don Abarroto se hizo serio y libidinoso con delito y lujuria y dijo que todas las amigas de Ross eran sus amigas, que con mucho gusto me daría la mano, en lo que se me ofreciera estoy a tus órdenes, no dudes en pedir, mientras lo decía Ross rodeaba su cuello con su mejilla muy cerca, me guiñó un ojo en señal de complicidad dándome a entender que todo iba bien, el tipo dijo que si sentía cansancio podía ir y tomar una gaseosa en privado, que había donde estar para que sus clientes no nos vieran, intente verme coqueta y mujer de mundo dándole las gracias y mi mejor sonrisa, Ross me pidió que le diera mi dinero y el dijo que cuando lo quisiera se lo pidiera, llamó a su empleado y le pidió que se encargara del negocio, Ross me miró y con aire de clandestinidad me pidió que la siguiera detrás del mostrador, se acercaba la hora de pagar las atenciones, así lo había aceptado pero me pregunté, acaso se tratara de un trío...

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miércoles, 17 de octubre de 2007

En la Plaza se rompió el hielo...

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Atravesé algunas calles y fui a la esquina de la plaza, había varias chicas sentadas y otras de pie, su semblante era serio no quería llamar la atención, parecían estudiantes esperando el camión o a sus novios, no vi tristeza o mala onda, busqué y no vi a Ross, cuando llegué las saludé y todas devolvieron el saludo aunque con recelo, no me conocían, no sabían que iba a trabajar, de ser otra se verían comprometidas para no revelar el motivo de su estancia ahí, les pregunté si habían visto a Ross, me miraron y preguntaron si la conocía, dije que si y preguntaron si era su amiga o pariente, amiga les dije, me esta enseñando el negocio, un suspiro se dejó oír, sintieron alivio al saber que formaba parte del equipo, después supe que cuando llegaba alguien que no conocían se creaba tensión porque podría llegar un cliente y despertar sospechas, me dijeron que se había subido a un carro, me cuestionaron por qué no habíamos llegado juntas y les dije que me había entretenido con Melgas y me preguntaron si me había encontrado con la lengua de DonRa, solté una carcajada y dije que sí, evidentemente todas habían pasado por sus armas con mucha frecuencia.

Eran chicas muy jóvenes y nunca habían congaleado ya que tenían poco en el oficio, nunca habían trabajado en lugares cerrados, no estaban maleadas, por jóvenes sus necesidades eran menores así que lo que ganaran en un día era suficiente, no había tensión, esa fue la impresión que me dieron, mientras platicábamos y criticábamos a la gente se paró un auto, me puse tensa no sabía como reaccionar, una a una se acercando al auto, las que pudieron metieron medio cuerpo por la ventanilla, incluso se pusieron frente al auto para que las viera mejor, el cliente, pero ya traía en mente a una de ellas, era su “cliente habitual” así que nos regresamos a la banca. Una de ellas se sentó a mi lado para conversar, me dijo que lo conveniente era tener clientes asiduos de los que llegaban y los del barrio, que era mejor que los de ahí ocasionales no estuvieran dentro del “perímetro” de los privilegiados del barrio, que ella los había procurando al llegar a pie y ya tenía un par.

Había notado que para ser prostituta es necesario ser bonita de cara, tener juventud y buen cuerpo, lo digo porque todas ellas eran muy jóvenes, todas delgadas y de cara linda. La conversación seguía y sólo era interrumpida cuando un carro se acercaba, si no se detenía continuaban platicando o cuando veían acercarse a alguna chica que venia de dar servicio en el hotel, les pregunte que hacíamos si teníamos que ir al baño, una dijo que en el césped o bajo el árbol, después de sus risas me dijeron que podíamos ir al depósito y pedirle su baño a Tontón, sin embargo no me gustó cuando me advirtieron que no me sorprendiera si me veía “miar”, pregunté “cómo” y me dijeron que Tontón entraba al baño porque te sigue, te bajas los calzones y Tontón te ve, eso es todo les pregunte y todas dijeron si, una comento “a veces dedea y se huele el dedo el pinche cochino”, risitas y comentarios con mezcla de disgusto escuche, y dijeron que tenía los dedos muy gruesos y oscuros, otra dijo que para qué criticábamos si de todos modos pasaríamos por las armas de él, me preguntaron si yo ya había caído, con la cabeza dije no, no te preocupes me dijeron, no pasara de hoy sin que caigas.


Pasaron mas autos escogiendo chicas, hasta que alguien dijo “allá viene Ross”, así por fin sabría que quería decirme mi amiga...



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martes, 16 de octubre de 2007

Excelente mamador, regular penetrador...

Ya en la recámara y aun con ropa me le pedí el baño pero me dijo, “acabas de estar con Don Farma verdad” mordiéndose el labio inferior, asentí y su respuesta fue sacudir la cabeza, pero reaccionó y me pidió que me desnudara si quería usar el baño, me quedé sin ropa, ese era “el precio” para bañarme, se acercó y pasó un dedo por mis labios vaginales y cuando terminó el recorrido aceptando el olor agregó que era buena idea que me bañara, me guió a el, estaba cerca de la recámara y me acompañó hasta adentro, antes de entrar a la regadera me dijo “no te vayas a poner nada, ok”, si mi ropa esta en la recámara, me refiero al maquillaje, desodorante y perfume, abstente de esas cosas, no vi inconveniente y me bañé a conciencia, cuando salí me esperaba en calzoncillo, llegamos a la recámara y me abrazó tocando mis nalgas, metió una mano en mis asentaderas hasta el ano y poso la yema del dedo sin penetrarme por eso se lo permití, aun de pie acaricio mi monte de Venus frotando mis labios menores para luego llevarla a la nariz diciéndome que le gustaba el olor de jabón y mi “panochita”, no supe si reí o sonreír, seguía nerviosa por estar “en la boca del lobo”, trató de llevarme a la cama pero me separe y fui por un condón, una vez que lo tuve en la mano me llevo a la cama, quedé boca arriba y Solín se recostó para besarme el cuello y los senos donde se detuvo mucho rato en cada pezón que lamió de arriba abajo para después chuparlos como si quisiera agrandarlos, yo seguía sin ver su verga, quería saber como lo tenía y prepararme para hacerle oral y en la penetración, descendió su boca y como todos se detuvo en el ombligo para llegar al monte de Venus, yo tenía las piernas muy abiertas y cuando llegó a mis genitales empujó con fuerza para colocar su cabeza entre ellas, no puedo describir como me hizo el cunilingus, sólo recuerdo que sentí mis labios mayores y menores como gelatina, después sentí la carne en el pubis e ingles, en instantes deje de sentir las piernas de la cintura para abajo, todo temblaba en mí.

Solín era de los hombres que invierten tiempo en el cunilingus y no todos son así, mucho menos con una prostituta, mientras jadeaba y me retorcía de placer apareció en mi mente Ross y pensé “que pinche, me hubiera dicho lo mamador que es este güey”, no podía concentrarme por culpar a mi loca amiga mientras Solín seguía pasado su lengua como si se paseara por un parque, inútilmente estiré la mano para coger su verga y jalársela, ya estaba fuera de mí y no pensé que estaba entre mis piernas, así que le suplique que cesara, pero entre más lo pedía mejor me mamaba, incluso dejó de lamer para chupar mis labios menores metiéndoselos en su boca y ya no pude contenerme así que comencé a mover mis nalgas de arriba abajo, puso sus manos sosteniendo mi peso y procedió a meter la punta de la lengua como lanza en mi vagina y eso fue la gota que derramó el vaso, ya no pude impedir un orgasmo que fue liberado con un grito muy fuerte sin importarme si me escuchaban los vecinos para después volver a suplicarle que se detuviera porque si seguía así se vencería el tiempo y tendría que dejarlo a medias, cesó sólo para decirme que pagaría más de ser necesario, jadeando, sudando y exaltada le grite que no podría quedarme más tiempo, que me esperaban en la placita, “ves por qué quiero que vengas con más tiempo” me dijo y ye respondí sí, pero hoy no. Mientras tomaba aire para estabilizarme se recostó boca arriba dejándome ver su “instrumento” para que se lo preparara, lo tenía encogido, era de los que cuando la tienen dormida parece acordeón pero cuando se endurece crece de verdad, era carnoso y le clavé los pulgares para que saltara, lo hice para colocarle el condón y chapársela, se la paré rápido, le agarré el tallo apretándolo y en voz baja le dije “ya es el momento”, me recosté y él se hincó para penetrarme con suavidad, el coito fue monótono ya que se movía suavecito y no cambio el ritmo, se siente distinto y algunas las chicas le llaman a eso “deshollinarte” o “deshollinar, cuando decidió eyacular aceleró con fuerza, mis senos temblaban, uno lo tomo con la mano y en el otro con la boca, fue un instante que me pareció un mes, al terminar su verga se bajó dentro de mi vagina, cuando la sacó el condón se quedó dentro de mí.

Le avise me volvería a bañar y me pidió que fuera hasta el baño desnuda, había quedado muy húmeda, me bañé y Solín me observaba como si fuera un espectáculo, ahora sí retoque mi maquillaje, peinado y perfumarme, cuando termine me preguntó quien me había llevado, le respondí que Ross dándole el nombre con el que la conocían, me pidió que la saludara y que le gustaría “tener el honor” de que ambas lo “visitáramos”, le dije que no habría problema pero que hablaría con ella para saber como pagaban los tríos y si había estado en uno con los clientes de la plaza, en especial con Solín. Nos dirigimos a la salida y antes de abrir la puerta cogió mis senos un y el culo sin olvidar el pubis, lo tomé como despedida o para desquitar “hasta el último centavo” de lo pagado, incluso después de abrir la puerta siguió pellizcando mis nalgas, yo lo vi como que le había gustado mi trabajo.

En camino a la plaza dejando atrás lo pasado y mentalizarme a lo que seguía, primero buscaría a Ross que quizá estaría ahí, de ser así me sentaría en la banca para conocer esa parte del oficio que aun no conocía…

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lunes, 15 de octubre de 2007

Otro maduro que me promocionaría...

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Me acercaba, me sorprendía y me alegraba ver su rostro, era mi amiga Ross que al terminar tenía que pasar por ahí, al ver la farmacia cerrada supuso que mi presencia ahí era mi primer trabajo, había acertado y le comenté que iba a casa del amigo de Don Farma, dijo que me acompañaría se lo agradecí, caminamos las calles que faltaban y dijo que Don Farma era buena onda, que pagaba bien y ocupaba a las chicas con frecuencia y que por lo general lo hacía en la casa de ese hombre, que quizá en esta ocasión no aguantó las ganas por “la novedad” y me había atendido en la farmacia, preguntó cómo me había ido con Melgas y le contesté que bien, que era bastante ordinario, común y corriente con las mujeres y preguntó si al terminar con Melgas había ido directamente con Don Farma, le platique que antes me había interceptado DonRa, “ahhhh entonces ya conociste su lengua” preguntó pícaramente, sonriente, caminando y viendo al piso le respondí afirmativamente, por su propia experiencia y los comentarios de las otras chicas siguió cuestionándome respecto a la lengua de DonRa, traté de no darle importancia y le respondí clara y francamente, no negué que era experto al usarla y me dijo que todas decían lo mismo, cambié el tema y le dije que porque no me había informado de las visitas “a domicilio clandestinas” de las cuales Melgas y DonRa no se enteraban, me dijo que era difícil de explicar y que con muchos clientes del barrio si se iba al hotel y con otros no, pero que ellos se hacían de la vista gorda para evitar problemas ya que si decían algo los vecinos “afectados” se quejarían con la autoridad y se vendría abajo el negocio, que así todos ganábamos, las chicas un dinerito extra sin pagar comisión, los vecinos nos ocupaban a todas ahorrándose el hotel, y el dueño y el administrador tenían a las chicas contentas y trabajando para ellos, todos felices con negocio redondo, me dijo que al terminar con ese hombre fuera a la plaza y la buscara que quería hablar conmigo respecto al trabajo, me dejo intrigada pero no había tiempo para mas preguntas, Ross ya señalaba la casa en la que debía presentarme, esperó hasta que estuve en la puerta, el trayecto hasta ahí me pareció largo y sentí como si todo el mundo me viera y supieran lo qué iba a hacer, con el tiempo supe que no era así, que es normal que una mujer camine por la acera y toqué el timbre.

Timbre que usé, me abrió la puerta un hombre maduro cercano a los cuarenta, de piel demasiado oscura, cabello corto negro y ondulado, se notaba que lo usaba cortito y que se había pasado tiempo sin cortarlo, lo llamaré “Solín” (Por lo de hombre solo). Diciéndole “buenos días vengo de parte de...” me interrumpió preguntando si yo era la que mandaba “Don Farma”, era una señal de que estas cosas las hacían a menudo y era común, respondí afirmativamente y me invitó a pasar, era una casa antigua y pequeña pero acogedora sin mucha iluminación o le gustaba controlar la entrada de luz, estaba limpia con muebles buenos sin ser lujosos, nada era de lujo pero nada estaba en malas condiciones, en la salita me pidió que diera una vuelta, lo hice y cuando quedé frente a él su semblante era de aceptación y agrado, me preguntó si me gustaban las cosas rápidas, le respondí que estaba trabajando y que me esperaban en la placita y que si no era así era porque debía estar en el hotel, me dijo que le gustaría que lo visitara con tiempo y sin prisa aunque le cobrara más, le respondí que sí, que necesitaba trabajar y si pagaba lo justo no me opondría, con la mano a la barbilla me veía con morbo de arriba abajo, me dijo que lo acompañara a la recámara, estuve a punto de obedecer pero me detuve y dije “este”, volteó y vio que tenía la mano extendida y no daría un paso sin que me pagara, lo hizo inmediatamente y estirando su brazo hizo una muy discreta caravana, inclinándose levemente hacia adelante, cediéndome el paso, caminé titubeante dejándolo tras de mí, al llegar a la recámara abrió la puerta haciendo otra caravana del mismo estilo. Cuando eres joven y sin experiencia entrar a la habitación de un hombre es como entrar a la boca del lobo, te asalta la duda de cómo te tratará, piensas en cómo tendrá y usara la verga, pero estaba decidida a ganarme el dinero que ya estaba en mi poder y que la promoción de boca en boca a mi favor se activaría muy pronto a través de Solín.



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domingo, 14 de octubre de 2007

De mosaico a versiones: Ross y Tina Marie

Algunas veces me pidieron, por medio de los comentarios, que mostrara fotos de mis amigas. Siempre respondí que lo haría en su debido momento. En ese tiempo, si bien las mencionaba, en mi opinión, no estaban metidas tan de lleno en la cronología como en este caso lo está Ross. Así que, con su debida y plena autorización, ahora coloco varias versiones de una imagen de ambas. Mi buena amiga, a la derecha. Nuevamente cabe la aclaración que esta imagen es bastante antigua. Que quede muy claro que no es para nada reciente.
Respondiendo a las preguntas que me han hecho via correo, sí, es posible que en el futuro muestre a otras amigas pero como dije, todo en su debido momento.

Como es costumbre, las imágenes permanecerán hasta la noche del Domingo. -06:00 G.M.T.
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Daguerrotipo.

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Colorizado.

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Blanco y Negro, Alto Contraste.

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Albúmina.

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Palladium Alto Contraste.

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Color Antiguo.



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Actualización:

Ya las quité.


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