Detallito

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Para mañana la imagen completa de este detalle.


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"Si alguna vez he de morir..."

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Ross volvió a quitarse de encima de PonchI, y le ordenó a Perla que se colocara en cuatro, encima del hombre, como si fueran a hacer el sesenta y nueve. Luego me dijo a mí que me recostara sobre el hombro derecho de nuestro amigo y ella hizo lo propio en el izquierdo. Quería que lo tuviésemos bien sujeto “para que no pudiera defenderse”. Entonces le pidió a Perla que se sentara sobre la cara de PonchI y restregara sus genitales sobre toda su faz. Le enfatizó que moviera bien el culo para que la vulva de nuestra amiga humedeciera e impregnara el rostro de su hombre.
“¡Así! ¡Así! Tállate la panocha con su cara. Que te haga cosquillitas su nariz”. Exclamaba Ross, sujetando el brazo de PonchI. “¡Tállate como si tuvieras mucha comezón en la panocha! Exclamó mi loca amiga, mientras que Perla movía sus nalgas de atrás hacia adelante sobre la cara de “su víctima”.
Yo sostenía el brazo de PonchI, quien realmente no oponía demasiada resistencia, y cuando lo intentaba, dejaba caer todo mi peso. No veía que estuviese “sufriendo” mucho, por eso me presté a ese jueguito.
Una vez que Perla restregó la cara aquel hombre por buen tiempo, Ross le pidió que se quitara para que le dejara el lugar a ella. Entonces, Perla sujetó el brazo derecho del varón.
Nuestra loca amiga, literalmente se sentó en la amplísima frente de PonchI, desde donde nacían sus entradas, y luego comenzó a deslizarse hacia abajo hasta quedar en cuatro. De esta manera, empezó a mover su trasero imitando o continuando lo que había hecho su antecesora. Entonces Ross le dijo: “Ponme la quijada en el agujero (vaginal) y métemela”. PonchI como siempre, era una especie de siervo sexual y la obedeció. En ese momento Ross movió el culo de un lado a otro, semejando la cola de un perrito. Como la quijada de PonchI estaba clavada, o semi clavada en el orificio vaginal de Ross, la cabeza de PonchI comenzó a menearse de un lado a otro, al ritmo del culo de su ama y señora.
Ross bajó un poco el trasero, calculando que su ano quedara a la altura de la boca de PonchI. Como ella seguía en cuatro, volteó y de una manera que no sé si calificarla entre festiva, sumisa, juguetona y cachonda, le dijo a su ahora siervo: “Dale un besito, ¿Sí? Un besito chiquito”. Obviamente se refería a su ano.
A pesar de que mi cara estaba muy cerca de la de PonchI, no pude ver bien lo que hizo porque la nalga derecha de Ross tapaba la boca de aquél. Aún así, los movimientos de la cara y la tensión de los músculos de su cuello, me indicaban que no se había conformado con darle el besito que ella le había pedido, sino que le estaba lengüeteando el ano, además, ella comenzó a lanzar pequeños gemidos y expresiones de placer. Desafortunadamente no recuerdo las palabras que ella emitía, algunas, como anteriormente había pasado, rayando en lo escatológico.
El concierto de gemidos y palabras sucias por parte de ella, se encontraba en su apogeo, cuando repentinamente lanzó un gritito, corto pero agudo, a la vez que dio un pequeño saltito hacia adelante. “¡No!” Gritó Ross, “¡No te dije que me mordieras el fundillo! “Nomás que le dieras un besito”. Finalizó. Inmediatamente escuché la risa de Perla, al mismo tiempo que solté una escueta pero sonora carcajada. Su hombre hizo caso omiso de su velada queja y la sometió, al tomarla de las caderas y atraerla de nuevo a su cara para continuar con su banquete ano-genital.
Paulatinamente, ella se fue sometiendo más y más ante la lengua adiestrada de su hombre, quien había vuelto a ser el amo, cuando menos de manera momentánea. Empezó a gemir y a emitir unos gritos desgarradores. Una voz ronca, casi distinta a la de ella misma. Un “¡Ay!” que no le salía de la boca, ni siquiera de la garganta, yo diría que le salía del esófago o, quizá desde su alma misma. Yo creo que cualquier mujer que los escuchara en el momento se diría a sí misma: “Si alguna vez he de morir, que sea sintiendo lo que siente ella ahora mismo”.

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"¿Habría algo mejor que eso?..."

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El hilo de semen, ya había dejado un camino sinuoso desde el nacimiento de su frente hasta la punta de la nariz. Entonces, ella clavó los pulgares en la base de la verga de PonchI para que le resaltara un poco más, y comenzó a darle topecitos laterales con su propia nariz. Es decir, movía su cabeza de un lado a otro para que la punta de su nariz rozara la punta de la verga. La típica sonrisa entre pícara, maliciosa, e ingenua de mi amiga volvió a aflorar cuando detuvo su cabeza y, esta vez, comenzó a topetear de frente la punta del miembro, semejando los llamados “besos esquimales”, es decir, nariz con nariz, aunque ahora se trataba de nariz contra la punta de una verga.
Conforme le iba dando más topecitos, la punta de la nariz de mi amiga se fue llenando de ese grueso líquido acuoso semi transparente y el grado de amplitud de su sonrisa fue creciendo. En ese momento yo no sabría decir quien de ellos estaba gozando más. Cada vez que Ross lo toqueteaba con la nariz, emitía un sonido cortito que semejaba el principio de lo que parecía ser una risa. Y cada vez que esto pasaba, PonchI intentaba clavar más su dedo en mi ano, señal de que la sensación que experimentaba era muy fuerte.
En un momento dado, Ross levantó un poco más la cabeza y, sacando la lengua la llevó hasta la punta del pene, luego la contrajo, trayendo consigo otro hilito se semen, el cual le quedó colgando a la altura de la barbilla. Mi amiga chupó el hilo, como si se tratara de un espagueti que queda fuera de tu boca y succionas para atraerlo a esta. Se saboreó, se paladeó y, al final, sonrió aún más.
Esta sensación exasperó a PonchI, quien le exclamó: “¡Con una chingada, lo que vayas a hacer hazlo ya!” Ross soltó una pequeña carcajada, al saber que su trabajo estaba teniendo frutos y tenía a su hombre como quería. Perla secundó a PonchI Al también exclamar: “¡Sí, cada vez que le haces algo, me pica más el culo!”. Ross hizo caso omiso de esta última exclamación y le respondió a PonchI: “Desahógate con ellas, ‘pareso’ (sic) te las traje”.
Lo siguiente lo voy a describir tal como lo vi y lo viví. No trataré de adivinar puesto que me es casi imposible deducir exactamente que hizo. Ross volvió a bajar su cabeza, así que la verga y los huevos de PonchI le cubrían el rostro. Súbitamente, estos tres elementos de la masculinidad de nuestro amigo, comenzaron a temblar como si fueran de gelatina. Él empezó a gemir y a gritar fuerte, a la vez que me clavaba las uñas en las nalgas y el dedo que tenía en el exterior de mi ano me penetró. Simultáneamente, Perla y yo comenzamos a gritar, síntoma que le estaba haciendo lo mismo a ella. Tuve que dejar de mirar para abajo, ya no supe que más estaba pasando entre los genitales del hombre y la boca de la chica.
En mi desesperación, estiré mi brazo para sujetarme del otro hombro de PonchI. Mi brazo topó con el de Perla que instintivamente estaba haciendo lo mismo. A final de cuentas con nuestros brazos, trazamos una “equis” en el pecho y en el cuello de nuestro amigo. Y los tres nos fundimos en gritos y gemidos de desesperación. Ross de nuevo estaba siendo más hábil, ella sola, que tres personas juntas.
Después de muchos gritos y súplicas para que se detuviera de hacer lo que hacía la persona que le estuviera haciendo algo a quien gritaba, y todo originándose con Ross, por fin se detuvo, se volvió a acostar sobre PonchI, poniendo su pecho sobre el de él, le preguntó: “¿Te está gustando?”. PonchI entre sonriente y sorprendido, y un tanto jadeante, resoplando un poquito le contestó: “Sí, cabrona...”
Y con esa sonrisa de pilla le respondió casi riendo: “Y todavía falta lo mejor...”

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“Ella era ella...”

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Ross nos pidió que nos levantáramos de la cama. Como estábamos empinadas, lo hicimos hacia atrás, y PonchI nos tomó de la cintura a Perla y a mí, como para contenernos y no alejarnos mucho de él. Ross aprovechó el pequeño lapso para extender bien la sábana puesto que las tres la habíamos arrugado con nuestros cuerpos. Quería que el lecho de su hombre estuviera impecable. Mientras Ross lo hacía, PonchI aprovechó el momento para asirme fuertemente del culo, y supongo que hizo lo mismo con Perla. Vimos a nuestra loca amiga desdoblar los pliegues de la superficie, ambas con una mano de PonchI en sus respectivos culos.
Una vez que terminó de hacerlo, se hincó en la cama y sin pronunciar palabra, le hizo una seña pícara con su dedo de que se acercara a ella. PonchI nos soltó y se acercó a la cama. Entonces Ross dio unos golpecitos en la superficie, dándole a entender que se recostara justo en medio. Nuestro caballeroso amigo lo obedeció tendiéndose bocarriba.
Nuestra loca amiga, se movió un poco para hacerle espacio a él, a la vez que nos señalaba a Perla y a mí con ambas manos. Estiró ambos brazos separados apuntando con cada uno a nosotras, nos hizo la señal de que nos acercáramos y luego, siguiendo con sus brazos separados, con sus dedos índices hacia abajo, nos indicó que quería que cada una se recostara al lado de PonchI. Yo rodeé toda la cama y me coloqué a la derecha de nuestro amigo. Perla hizo lo propio en el lado opuesto. Ross se hincó entre las piernas de su hombre y con la confianza debida, le tomó las rodillas y, sin pedir permiso se las abrió. Fue escalando suavemente por el cuerpo de PonchI hasta que su cuerpo quedó encima del de su hombre. Le cuchicheó al oído algo que pude entreoír: “Pícales el culo”. Le dijo con voz bajita y entrecortada. Ross ya se había calentado mucho. Le calentaba el hacer feliz a su hombre, el ser generosa con él.
Mientras yo acomodaba mi cabeza en el hombro de PonchI, éste, la obedeció y comencé a sentir su mano recorrer mi espalda baja, hasta anidarse en medio de mis nalgas, para después comenzar a frotar mi ano, diría que sin parar. No es difícil adivinar que estaba haciendo exactamente lo mismo con Perla, en especial porque dejó salir algún ligero pujidito por ahí.
Ross comenzó a besar las mejillas de PonchI y fue bajando hasta su cuello, para después pasar a su pecho. Desde el cuello, los besos se convirtieron en lamidas suavecitas. Parecía que ella estaba bebiendo néctar de los dioses que brotaba del cuerpo de su hombre. También, pareciera que nos dijera, “la cara, el tronco, y las piernas, son míos. Ustedes tienen un brazo para cada una”, puesto que respetó los brazos de PonchI. No los tocó.
Siguió lamiéndole todo el cuerpo; Se embelesó con la pancita. Al llegar al pubis comenzó a rodear, se pasó de una ingle a la otra, sin rozar los pelos de su pubis. Y de nuevo, regresó a la primera ingle, para bajar por el muslo hasta lamerle el pie y tomar el camino ascendente de regreso. Hizo lo mismo con la otra pierna y al llegar a la ingle, comenzó a descender por ella hasta que su boca quedó bajo los huevos de PonchI. Le lengüeteaba esa parte baja, y yo ya no veía su cara porque la verga, y los huevos de su hombre la cubrían, veía su frente nada más. Por momentos, Ross levantaba la cabeza y vi como la punta de la verga le acariciaba la frente, y hasta la punta de la nariz, dejándole un delgado y consistente hilillo de semen a su paso por la parte superior del rostro de mi amiga.
Ross estaba en Ross, y ello enloquecería a cualquier hombre, en especial al propio.

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Adiós, álbumes...

Bueno, muchas gracias a todos, esta noche se quitarán los álbumes y mañana continuaré con la cronología.
Para quienes ya hayan olvidado en que va, pueden hacer click aquí mismo y volver a leer.

Gracias

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Actualización del día siguiente.

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Se ha cerrado la encuesta y el 66% de los votantes pidió que los álbumes sigan aquí durante todo el Lunes y el Martes. Así será. Nunca había dejado algo así tanto tiempo pero a su vez, nunca había puesto a votación.
Respecto a las personas que me pidieron que dejara indefinidamente los álbumes, les respondo que de ser así, me estancaría. Les diré algo, No quedé conforme ni con los álbumes, ni con la apariencia de las páginas. Sé que no soy diseñadora de páginas, ni nada por el estilo pero, de todos modos, siempre siento que pude haber hecho algo más, algo mejor... Así he sido siempre en mi vida. Sólo en mi antiguo oficio sentía la tranquilidad de haber hecho bien mi trabajo, al presenciar el proceso de excitación, desesperación y, explosión en los hombres, para después dar paso a caras de profunda satisfacción y relajación. Con cualquier otra cosa en la vida, siempre me queda la pequeña frustración de que pude hacer algo mejor. No importa cuanto me esfuerce, siempre termino con esa sensación. De dejar los álbumes indefinidamente, siento que me empezaría a conformar o algo así y, no soy así. No tengo idea que haré en el futuro pero, sea lo que sea, espero que sea para mejorar, innovar, superar lo ya hecho.
De todos modos, desde aquí le envío mi agradecimiento a todos de nuevo, a los que votaron por cualquier opción y en general les digo que, seguiré con la cronología, que todavía me falta mucho, diría que falta lo más fuerte y, ¿Porqué no? Escabroso de la historia, Y que seguiré buscando mejorar este blog para comodidad de quien amablemente me visita y me lee.
Gracias también por esas 1,033 visitas a los álbumes en un solo día, estoy conmovida.

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¡¡¡Segundo Aniversario!!!

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El día cuatro de Mayo de 2006 empezó este blog. Hoy cumple dos años. Más de dos millones y medio de caracteres, casi ocho cientos mil palabras, y no sé, quizá alrededor de 750 entradas. Eso sin mencionar lo más importante: Más de mil comentaristas, cuatro cientos cincuenta mil visitas y más de treinta ciudades en el mundo con mil o más visitantes. Ciento ochenta y nueve menciones de blog reaction en Tech*norati al momento de escribir este post.

Estoy emocionada y ya no sé como continuar este post...

Hay mucha gente que quisiera agradecer. Por lo pronto hay dos personas que me llegan a la mente. Como lo he dicho antes, este blog se mantiene gracias a las visitas pero, muy especialmente a los comentarios. Me retroalimentan, me hacen saber que hay quien me lee. Si no fuera por ellos, ya lo habría cerrado. Por eso, quiero agradecer a todos quienes me visitan, más aún a quienes amablemente comentan. Y en especial a dos, que puedo llamar los comentaristas estrellas: Al buen amigo Baplun, que con sus 386 comentarios es quien más intervenciones tiene aquí. Y a mi buena amiga Janis cuyos 210 mensajitos han alegrado el blog.
El año pasado, pude mencionar a las quinientas o casi quinientas personas que hasta ese momento habían tenido a bien comentar en esta cronología. Desafortunadamente, cuando, por tristes motivos que ya no viene al caso mencionar, tuve que cambiar de cuenta de correo, me mudé a yahoo y en este servicio, solamente puedes abrir doscientas carpetas, las cuales se saturaron en menos de una semana después de que abrí este nuevo blog, allá por abril del 2007. Así que, aunque no mencione a todos, les mando mi más sincero agradecimiento.
Ya que hablo de agradecimientos, decidí demostrarlo a mi manera: A la manera que lo he hecho cada seis meses desde que el blog cumplió un año, creando un álbum en formato swf. Al mismo tiempo pensé en hacer algo especial, no simplemente repetir lo que ya había hecho antes, así que decidí crear varias páginas mostrando el álbum hecho especialmente para el segundo aniversario, y a la vez, mostrar los dos álbumes anteriores.
Es mi manera de decir:

¡¡¡Gracias a todos!!!

Las páginas durarán lo que ustedes decidan en la votación de la encuesta que se encuentra en la página de la derecha, la cual se cerrará hasta la medianoche del Domingo 4 de Mayo de 2008 (Hoy). Si tienes algún problema para visualizar los álbumes, te recomiendo que instales los programas cuyos vínculos aparecen en el post de ayer.

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Ya los quité.





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Pd. No quiero dejar de mencionar a otras dos personas, las cuales, irónicamente me han pedido guardar el anonimato.
Primeramente a ti, Tú quien ha sido tan generoso de proporcionarme un alojamiento gratuito donde he podido subir mis animaciones, álbumes y páginas. ¡¡¡Muchas gracias!!!

Y a ti, quien me ha ayudado con el lenguaje de programación o html o como se llame, para hacer las páginas y luego poderlas subir al alojamiento que menciono justo arriba. También a ti, ¡¡¡Muchas gracias!!!

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