Tina Marie

Diario íntimo de una mujer joven ex prostituta

sábado, 6 de septiembre de 2008

Imposible...

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De nuevo, llego raspando pero aquí coloco el detalle de la imagen de mañana que mostraré en varias versiones. Otra vez, más reciente, imposible...


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A primera hora...

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Para mañana a primera hora, sin falta, colocaré el detalle de la imagen de fin de semana. Será lo primero que haga en la mañana, aunque no tenga mucha pose...



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viernes, 5 de septiembre de 2008

Hoy no...

Para el lunes continuaré con la cronología y este fin de semana con la tradición de siempre. Gracias.

jueves, 4 de septiembre de 2008

“Hasta la gramática se le olvidó…”

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GusG me llamó para que me aproximara, conforme lo iba haciendo, la sonrisa de Ross fue acrecentándose conforme me miraba acercarme. Leí en sus ojos lo que me quiso transmitir: “De lo que te estás perdiendo.” Con esa misma mirada también me dijo que estaba gozando de un placer enorme y que se sentía una privilegiada al experimentar algo que sólo un porcentaje bajísimo de la población femenina mundial ha podido disfrutar. Sus ojos me iban siguiendo, deslizándose a su izquierda conforme me iba acercando, a la vez que su sonrisa parecía hacerse más grande.
Esa misma sonrisa que parecía no abandonarla nunca, comenzó a desvanecerse una vez que GusG me pidió le guiara el pene hacia el ano de mi amiga. Le puse la punta en la entrada, y me pidió que se la sostuviera mientras arremetía contra el agujero. Por ver de cerca el magno espectáculo de la desaparición de un pene en esa caverna de carne, perdí de vista la sonrisa de mi amiga, quien soltó un grito gutural de nuevo, otro “Rrghghggh” salió desde lo profundo de su garganta.
El hecho de que de nuevo un pene empujara los pliegues de carne del rededor del ano de mi amiga me parecía muy excitante. Sin embargo, me pareció más excitante aún el que fuera un pene distinto; de diferente forma, de diferente tamaño, en una palabra: otro. Esa idea casi me paralizó, estaba hipnotizada viendo aquello cuando como entre sueños, noté un movimiento. Se trataba de Chuype quien estaba acomodándose frente a Ross para penetrarla vaginalmente. Cuando aquél me pidió ayuda para colocar la punta de su miembro en la entrada al orificio vaginal, pude alcanzar a ver el rostro de Ross. En ese momento ya no sonreía, jadeaba con cierta fuerza echando el aire por la nariz, a la vez que apretaba con fuerza las mandíbulas, formando una línea en sus mejillas.
Flexioné las rodillas para ver de cerca todo. Por ser tan blanca, se apreciaba mejor como entraban y salían ambos penes, aunque como ya he dicho, lo hacían penosa y torpemente si lo comparamos con el movimiento de los profesionales que se ven en los videos.
Súbitamente, se escuchó la voz de Ross quien con un grito jadeante les pidió que se detuvieran. La obedecieron. Enseguida les pidió que no se fueran a salir de ella, ambos respondieron con un presto, “¡No!”. Se notaba que ella no se podía mover y de hacerlo, quizá le hubiese dolido, así que haciendo un esfuerzo, con ambas manos hizo un movimiento de arriba abajo que más parecía estar ordeñando una vaca. La verdad yo no le entendí. Los varones parecieron no entenderle al principio hasta que ambos, casi simultáneamente exclamaron “¡Ah!” en señal de que entendían al fin lo que ella indicó.
Con esa seña, mi loca amiga les había pedido que se sincronizaran. Que cuando uno se la metiera el otro se la sacara. Se miraron entre ellos y uno le dijo al otro, “Tú primero”, y empezaron a moverse, ahora sí, en sincronía. Cuando uno la metía, el otro iba en su camino hacia afuera y viceversa. Desde el instante que empezaron así, Ross emitió un grito mayúsculo, un “¡¡¡Ahhhhh!!!” de éxtasis contundente. Denotando un placer que no se puede describir con palabras. Era como si le hubiesen oprimido algún botón de encendido, ya que ahora sí, Ross comenzó a hablar, casi gritando, palabras como, “¡Así! ¡Así! ¡Así!” Repitiendo como ametralladora. O frases que dichas fuera de contexto me arrancan una carcajada, como, “¡Cógeme! ¡Cógeme! ¡Cógeme!”, cada vez que uno de ellos se la ensartaba a tope. Siendo que eran dos los que se la cogían y no uno pero, supongo, en esas circunstancias, no le alcanzaba para utilizar de manera más adecuada la gramática.
El lenguaje sucio de los varones y el suplicante de la mujer, comenzaron a fluir como un caudal de energía que me recorrían de cabeza a pies… Sin olvidar que la cama en que ellos estaban no era la única ocupada en esa recámara…



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miércoles, 3 de septiembre de 2008

"A dos pistas..."

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Aproveché que los cuatro estaban “muy ocupados” para volver a mirar de cerca el espectáculo mágico de desaparecer y aparecer. Bajé mi cabeza a la entrepierna de Perla. Se veía diferente a la de Ross. Para empezar, como era más morena, se le veía renegrido todo alrededor de sus orificios. Además, los dos penes eran, lógicamente, diferentes. No hay dos penes iguales. El de PonchI hacía que se viera un poco más dramática la situación debido a su grosor. Como mi nariz estaba muy cerca de los orificios, decidí retirarme un poco. Una vez que lo hice, decidí retirarme un poco más y colocarme en medio de ambas camas. De esa manera podía ver el circo de dos pistas, que había mencionado, al mismo tiempo.
A mi izquierda, la cama donde GusG penetraba a Ross por la vagina y Chuype, hacía lo propio por su cavidad anal. En la otra cama, PonchI y ÁngelU le hacían los honores a Perla.
Antes de continuar, quiero aclarar que la cosa en sí no era tan espectacular como podría suponerse de antemano. Los cuatro hombres metían y sacaban poco y se movían más bien lentamente. No era como en algunos videos de DP’s Donde los hombres son jóvenes, sin panza, con muy buenos cuerpos, y miembros descomunales que meten y sacan con rapidez y hasta con violencia muchos centímetros de su virilidad a las mujeres que son el blanco de su líbido. Las dos chicas sí estaban a la altura de una situación así pero, los caballeros no. Además, los profesionales no necesitan de alguien que los ayude a meterle las puntas de sus miembros a la mujer. Por cierto, fue ahí donde, tiempo después, recordé el chiste de que “¿Cuántos elefantes se necesitan para hacer el amor?”… Yo me sentía como ese tercer elefante guiándolos, “más a la derecha, más a la izquierda…” Así empecé este relato…
A pesar de lo anterior, era un espectáculo impresionante, inolvidable. De alta tensión que corría por tu cuerpo al verlo. Por momentos no sabía que hacer, si volver a acercarme o quedarme en el medio a ver “las dos pistas”. Me encontraba indecisa. Daba un par de pasos hacia adelante y, de pronto me devolvía.
En un momento que me disponía de nuevo a acercarme, cuando GusG y Chuype detuvieron su accionar. Uno de los dos dijo: “¡Cambio!”. No supe ni que hacer, ni que decir, así que de nuevo di un par de pasos hacia atrás. Luego algo dijeron que entendí que iban a cambiar de agujeros, es decir GusG iría al ano de Ross y viceversa. Poco a poco empezaron a sacarles las vergas a Ross, la cual comenzó a gemir de más, hasta que al final, salieron provocando un grito tremendo de mi loca amiga, un “¡Ayyyyy!” por demás agudo y estridente. Al mismo tiempo, uno de ellos se llevó un dedo a su propia boca y emitió un sonido como cuando se destapa una botella de sidra o de champaña, una especie de “plop”. Los dos hombres y yo soltamos una carcajada sonora, mientras que Ross, extática pero adolorida, con cierto coraje les exclamó: “¡Par de chistositos pendejos!”, palabras las cuales hicieron aumentar la risa en mí, aunque ellos ya se disponían a continuar con el delicioso martirio que le estaban propinando a mi gran amiga.
Según mi lógica, lo que procedía era que los dos varones se levantaran e intercambiaran posiciones. No fue así. Fue Ross quien simplemente se volteó. Después alguno del grupo me dijo que era así para que los hombres no tuvieran mucho movimiento y no fuerana perder la erección. También me enteré después que en una DP, siempre se debe primero penetrar a la mujer analmente y luego por la vagina. De hacerlo al revés, se corre el riesgo de desgarrarle el esfínter o simplemente lastimarla de más; causarle más dolor de manera innecesaria; o incluso, no poder penetrarla.
El talento y habilidad innata para el sexo de Ross afloró una vez más: Ya que Chuype se estaba colocando de costado delante de ella y GusG a su espalda, mi loca amiga levantó la pierna que tenía arriba, tomándola del tobillo tan arriba como pudo, semejando una bailarina de ballet. “Entre más te abras, menos te dolerá…”. El rictus de dolor de la DP había desaparecido y de nuevo tenía una sonrisa de oreja a oreja. Mi admiración por ella seguiría creciendo…



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martes, 2 de septiembre de 2008

“Doble grosor mas estrechez = Doble dolor= Doble placer…”


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El escuchar el vocativo de mi nombre hizo que como reacción involuntaria alejara un poquito mi cara de la entrepierna de Ross. Sin embargo, no quise despegarme demasiado, sabía que estaba viendo un espectáculo único que, quizá no volvería a ver en mi vida. Cuando menos, no en vivo y, sobretodo, tan de cerca. Las DP’s no son cosa de todos los días, ni para todos, aunque, quizá, sólo digo “quizá”, sí deberían serlo.
Una vez que me había retirado un poquito, aunque sin dejar de ver aquello que me tenía atónita, imbuida, volví a escuchar mi nombre con un poco más de fuerza y claridad. Volteé a ver quien me llamaba con tanto interés. Se trataba de PonchI, quien me hacía suaves señas con una mano para que me acercara.
Caminé los pocos pasos que nos separaban, al pie de las camas, lo miré a los ojos y con su mirada y un poco con sus manos, me dio a entender que quería que se la chupara. De reojo vi que sobre la cama se encontraba Perla, en la misma posición que la de Ross, sobre su costado y atrás de ella, alcanzaba a ver las piernas de ÁngelU, quien con toda seguridad la penetraba analmente.
Obedecí a PonchI, me hinqué y, dadas las circunstancias, se la chupé para que se le parara rápido. Además, sabía que él era de reacción un poco más tardía que los demás, así que al metérmela en la boca, jalaba mi cabeza hacia atrás para, a su vez, jalarle el pene con el interior de mi boca. De esta manera, sabía perfectamente, se le pararía más rápido. Así fue. Una vez que se la había alargado casi al máximo, se la empecé a mamar con más suavidad, ahora sólo para que se le endureciera todo lo posible. Una vez que se la sentí muy dura, se la empecé a chupar por instinto, sin ningún propósito más que el placer mismo de sentirla en mi boca. PonchI me consintió un corto ratito, hasta que, de la mejor manera que podía bajo esas circunstancias, me pidió que desistiera.
Comprendí que simplemente estaba repitiendo la misma operación que con GusG, así que sabiendo que mi bien estimado amigo PonchI, tendría que dar unos pasos hacia la cama, lo acompañé apretándole el pene para evitar cualquier riesgo de que perdiera volumen.
Como ya tenía una idea de lo que seguía a continuación, cuando PonchI se recostó sobre su lado izquierdo para quedar justo frente a Perla y se le repegó como lo hizo GusG con mi loca amiga, tomé su pene con la mano y lo dirigí al orificio vaginal de Perla. Esta ocasión me fue un poco más difícil puesto que PonchI la tenía más gruesa y menos fácil de manipular. Quise jalársela mucho pero temí lastimarlo, así que después de varios intentos, con los dedos se la pegué a la vulva dejando la punta en la entrada y, sin soltársela, le dije a PonchI que moviera sus caderas hacia adelante. Así lo hizo y como mis dedos servían de guía, por fin la penetró, con un fuerte grito de Perla, quien ya había estado gimiendo desde el principio. El grosor de la verga de PonchI, aumentó su placer/dolor.
PonchI comenzó a moverse con bastante dificultad. Ambos orificios de Perla estaban ocupados y su capacidad estaba saturada, era obvio. Mi reacción fue la de levantarme un poquito para ver su cara; Tenía un rictus de dolor. Su rostro, evidentemente denotaba dolor, aunque esto contrastaba cuando entre PonchI le preguntó, “¿Te gusta, chiquita?”, y casi llorando, ella le respondió con un largo y agudo “¡Sí!”. Luego ÁngelU le cuestionó, “¿Sientes las vergas de los dos?”. La respuesta de mi amiga fue idéntica, también lo fue cuando le preguntaron, “¿Quieres que te sigamos cogiendo entre los dos?” Para que luego PonchI agregara otra pregunta cuya respuesta era evidente, “¿Quieres que uno de los dos te la saque?” “¡Noooo por favor, noooo!” Se limitó a contestar ella.
Ya las tenían física y psicológicamente donde las querían. El lenguaje sucio y escatológico empezó a fluir como un río de lava en descenso. Preguntas como, “¿Quieres que te saquemos toda la…?” En cuyos casos sus respuestas eran o negativas afirmativas, siempre en son suplicante. Como en ese momento estaba junto al trío compuesto por PonchI-Perla-ÁngelU, eran sus palabras las que oía con más claridad, aunque por momentos escuchaba al otro trío usando preguntas con lenguaje sucio por parte de los varones con sus respectivas contestaciones suplicantes de mi loca amiga.
En verdad creía estar en el punto álgido de la sesión, aunque apenas estaba en el umbral…



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lunes, 1 de septiembre de 2008

“Buena asistente…”

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Se trataba de la voz de GusG, quien la traía bastante parada. Me dijo que se la mamara. Me hinqué y, mientras él estaba de pie, se la empecé a chupar. Mientras lo hacía, me dijo, “Así…Así… para que no se me baje…” Luego se dirigió a Chuype y le ordenó que se acomodara y “acomodara a Ross”. A pesar de que yo estaba haciéndole el felatorismo mientras hablaba, sus palabras me llamaron un poco la atención, aunque no el suficiente como para voltear y dejar de hacer lo que estaba haciendo. A los pocos segundos, GusG me pidió que cesara. Me saqué la verga de mi boca y al voltear hacia donde estaban mis amigos, vi que ahora estaban de costado; Ross dándole la espalda a quien seguía penetrándola analmente. No estaba bien segura si seguían por atrás así que me acerqué un poquito sólo para verificar que la verga seguía ensartada en el agujero trasero de mi amiga.
GusG se recostó enfrente de ella y se le fue repegando hasta que quedaron casi panza con panza. Ross tenía la pierna de arriba bien abierta, así que, si lo que querían era hacer una doble penetración con ella, teóricamente todo estaba listo. Sin embargo, GusG me habló y me ordenó que le agarrara la verga y le pusiera la punta en el orificio vaginal de mi amiga. Lo obedecí, se la agarré y traté de poner la punta donde me habían indicado, aunque por su dureza y escasa longitud me fue un tanto difícil. Sin embargo, no me conformé con ponérsela en la entrada sino que le metí la punta y un poquito más. “¡Ya!”, dije con cierto aire triunfalista de quien ha logrado más de lo que se le pidió, y con una alegría que ahora no sabría decir a que se debió.
Vi como se comprimió muchísimo el área perineal de mi loca amiga, es decir, la parte externa de carne que le separaba ambos agujeros. Dicho de otra manera, ambos agujeros quedaron casi juntos ante mi vista debido a que habían sido ocupados por sendos miembros. Por lo mismo, ambos penes casi se rozaban y sus respectivos escrotos, por momentos parecían toquetearse, creo que sin lograrlo ninguna vez.
Ross había estado gimiendo prácticamente todo el tiempo, sin embargo, cuando ayude a que el miembro de GusG se le encajara en la vagina no tuvo algún gemido o grito especial, pero cuando ambos empezaron a moverse, sus quejas de dolor y placer aumentaron en volumen. Los dos se movían muy poquito, lo que le metían y le sacaban era mínimo. No era como cuando un solo hombre penetra a la mujer.
Acerqué mi cara porque quería presenciar más de cerca la maravilla de la naturaleza que mencioné más atrás. Así que cuando tuve toda la entrepierna de Ross a unos pocos centímetros de mi rostro, pude ver con toda claridad ambos penes desapareciendo dentro de su cuerpo. También noté la diferencia en las maneras que ambos orificios se “desfiguraban” al entrar y salir ambos penes. Mientras la vagina cedía ante el volumen del miembro de GusG, el ano, como ya mencioné, y su circunferencia, era sumido por los embates de Chuype, junto con los pliegues, arrugas, estrías, algo como granulitos y pelitos. Quedaba demasiado entallado, muy ajustado al diámetro del pene.
Algo que recuerdo también bastante fue que en ese momento, me dio el tufo. El típico “olor de mujer” que provenía, supongo, de ambos orificios expuestos, que además, estaban siendo penetrados por dos hombres. Sí me molestó un poco pero no lo suficiente como para retirarme, cuando me faltara el aire lo haría, habré pensado. Sin embargo, de nuevo está visión semi fantástica fue cortada de tajo cuando de nuevo escuché mi nombre…




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domingo, 31 de agosto de 2008

Junto a la Alberca... De nuevo...

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Como dije ayer, la imagen que mostraré hoy, en varias versiones es bastante reciente; Data de un par de semanas. Aunque la imagen de la semana pasada causó cierta polémica y, en general, tuvo una reacción positiva por parte de los lectores de este blog, preferí mostrar una imagen reciente. De esta manera, sin aviso previo, seguiré intercalando imágenes actuales, con otras antiguas donde aparezcan otras personas, o únicamente quien esto escribe.
Por cierto... por si alguien no lo sabe, las versiones de hoy durarán hasta la noche del Domingo -05:00 G.M.T.



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Daguerrotipo.




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Vívido.



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Blanco y Negro Alto Contraste.




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Color Antiguo.




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Actualización:

Ya las quité
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